Vivir con cáncer de pulmón
Vivir con cáncer de pulmón implica lidiar con muchos cambios emocionales y físicos. El primer paso consiste en asimilar la enfermedad y empezar el tratamiento. El segundo incluir una serie de cambios en el día a día que te permitan tolerar mejor las terapias, controlar tus emociones y fortalecer tu calidad de vida.
Ten en cuenta que es imposible dar un pronóstico certero de la evolución de la enfermedad. Tu edad, condición de salud, afecciones subyacentes y las características del tumor maligno condicionan el posible avance que se espera de la condición. Mientras se aguardan los resultados de las terapias puedes tener en cuenta las sugerencias que te damos a continuación.
La importancia de dejar de fumar en el cáncer de pulmón
De acuerdo con los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), hasta el 90 % de los casos de cáncer de pulmón se diagnostican en pacientes fumadores. Si este es tu caso, luego del diagnóstico tienes que abandonar el hábito de fumar. Quizá te preguntes por qué abandonar el tabaco si ya tienes cáncer. Respondemos esta duda de la mano de Cleveland Clinic:
- Fumar empeora los efectos secundarios del tratamiento: la fatiga, la inflamación de los pulmones, las náuseas y los vómitos son secuelas frecuentes durante la terapia del cáncer de pulmón. Si no abandonas el cigarrillo estos serán más intensos y persistentes.
- El tratamiento es menos efectivo: de igual manera, mantener el hábito puede dificultar la efectividad de algunas terapias utilizadas para contrarrestar la enfermedad. Por ejemplo, retrasa la cicatrización de las heridas después de la cirugía. También existe evidencia de que altera la forma en que asimilas la quimioterapia.
- Puedes arriesgarte a recaídas: si el tratamiento ha sido exitoso, pero continúas con el hábito, puedes exponerte a recaídas. Ten en cuenta que fumar no solo es un factor de riesgo para el cáncer de pulmón, también lo es para el de boca, hígado, páncreas, laringe, garganta, riñón y muchos otros.
Es por esta razón que los investigadores consideran el abandono del hábito como parte del tratamiento integral de este tipo de cáncer. No solo reduces los riesgos y mejoras el pronóstico de las terapias, sino que también te aporta otros beneficios para la salud.
Manejo psicosocial para vivir con cáncer de pulmón
El cáncer no representa solo un obstáculo desde el punto de vista físico, también lo es desde el emocional. Un estudio publicado en 2001 en la revista Psychooncology comparó la prevalencia de malestares psicológicos en 14 tipos de personas con cáncer. De acuerdo con los resultados, el cáncer de pulmón es el que genera mayores complicaciones de este tipo, con una prevalencia de de 43,4 %.
Los sentimientos pueden ser muy variados: angustia, ansiedad, ira, culpa o miedo. Los investigadores sugieren que uno de cada cuatro pacientes desarrolla depresión, de manera que la terapia de apoyo psicológico debe formar parte del tratamiento principal. Entre las cosas que puedes hacer destacamos las siguientes:
- Iniciar sesiones con un profesional de la psicología (solo o en compañía de los familiares).
- Compartir las emociones, expectativas y pronósticos con el círculo más íntimo.
- Asistir a grupos de apoyo de pacientes que han sido diagnosticados con la enfermedad.
- Llevar un diario con las incidencias que rodean a la condición.
- Asimilar la enfermedad (que incluye no ocultarla a los familiares y amigos y adherirse al tratamiento).
Lidiar con los sentimientos es más difícil durante las primeras semanas del diagnóstico, por eso debes trabajar desde entonces en controlar, aceptar y compartir tu estado emocional. Inicia primero con tu círculo cercano y luego considera ampliarte a los demás (profesionales de la terapia y grupos de apoyo).
Nutrición y deporte para vivir con cáncer de pulmón
Dos elementos muy importantes al momento de vivir con cáncer de pulmón. Tal y como nos recuerdan la Roy Castle Lung Cancer Foundation, muchos pacientes limitan sus actividades físicas debido a que la relacionan con un peor pronóstico de la condición. Nada más lejos de la realidad. Hacer deporte te ayuda de diferentes formas, entre ellas:
- Mejora la manera en que toleras, respondes y te recuperas frente al tratamiento.
- Reduce tu estrés y ansiedad.
- Ayuda a conciliar el sueño.
- Aumenta tu apetito.
- Mejora tus niveles de energía.
- Ayuda a relajarte, planificar metas y sentirte bien contigo mismo.
Si incluyes actividad física estarás contrarrestando dos síntomas inherentes al cáncer de pulmón: la fatiga y la falta de apetito. Esto lo haces de manera natural, sin la mediación de fármacos en el proceso. Los ejercicios que elijas dependen de tu capacidad. Pueden ser ejercicios de estiramiento, caminatas, sentadillas y demás. Planifícalo con ayuda de tu especialista.
Por otro lado, es importante que no descuides tu nutrición. Los estudios avalan el uso de una terapia nutricional para contraatacar algunos efectos adversos del tratamiento, así como para mantener a los pacientes sanos. Se ha asociado los suplementos de vitamina A y betacaroteno con un peor pronóstico (en especial en fumadores), de modo que deben evitarse.
Consejos para los pacientes con cáncer de pulmón
Dejar de fumar, cuidar tu salud emocional, hacer deporte y mantener una alimentación equilibrada no son las únicas cosas que debes hacer para vivir con cáncer de pulmón. Lung Cancer Canada recomienda a los pacientes considerar lo siguiente:
- Enumera las actividad difíciles que hacen empeorar tus síntomas. Por ejemplo, agacharte en determinado ángulo o estar de pie mucho tiempo.
- Acondiciona tu hogar para facilitar el acceso a objetos que usas con frecuencia. Así evitas hacer esfuerzo extra para alcanzarlos.
- Ve a tu ritmo para realizar las actividades diarias. Evita acelerarte sin razón alguna.
- Elimina o simplifica tareas en el hogar.
- Considera buscar apoyo de un tercero para reducir el esfuerzo que haces dentro o fuera de tu residencia (limpiar y conducir, por ejemplo).
- Planifica tus tareas semanales para que las compagines con el tratamiento.
Es importante que incluyas las modificaciones de forma gradual. Así tienen un impacto menos alarmante en tu vida y te permiten adaptarte a estas con mayor facilidad. Dado que debes valorar todos las posibilidades, también considera qué hacer en caso de que la balanza no esté a tu favor. Para ello puede seguir las recomendaciones de la American Lung Association.
Vivir con cáncer de pulmón representa un reto para los pacientes. Lo importante es que recorras el camino en compañía de tus seres queridos y trabajes en los sentimientos que vas asimilando en el proceso. Confía en tu especialista y en la terapia que ambos han acordado como la mejor para hacer frente a la enfermedad.
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