¿Qué es el tenesmo vesical?
El tenesmo vesical se define como el ‘deseo de orinar incluso cuando la vejiga se encuentra vacía’. No es una enfermedad en sí misma, sino que se cataloga como una de las manifestaciones de los síntomas del tracto urinario inferior (LUTS, por sus siglas en inglés). Con frecuencia se denomina solo como una sensación de vaciado incompleto de la vejiga.
Esta manifestación deteriora la calidad de vida de las personas, incluso cuando sus desencadenantes son subjetivos. Se trata de una condición muy poco estudiada, ya que muchas veces no se encuentran causas que justifiquen la experiencia de los pacientes. En las líneas siguientes trataremos de esbozar sus principales características.
Características del tenesmo vesical
Como ya hemos indicado, el tenesmo vesical no es una enfermedad. Se considera un síntoma, uno que por lo general se presenta en personas mayores de 40 años. De acuerdo con los investigadores, hasta el 10 % de los pacientes de este grupo lo sufre de manera recurrente, con una prevalencia similar entre hombres y mujeres.
Con este nombre se agrupan dos manifestaciones diferentes. En primer lugar, tenemos los episodios que se caracterizan por la sensación latente de vaciado incompleto de la vejiga cuando en realidad está vacía.
En segundo lugar, los casos en los que existe la sensación y al mismo tiempo la presencia de orina en el órgano. Aunque los síntomas en ambos casos son los mismos, las repercusiones no tanto.
Por lo general, esta sensación aparece luego de orinar. Las personas con tenesmo vesical sienten el deseo de ir al baño constantemente porque piensan que no han terminado de vaciar por completo su vejiga. Esto puede deteriorar su calidad de vida, en especial si se presenta durante las horas de descanso nocturnas.
La mayoría de las personas solo experimentan una sensación casi incontrolable de orinar. Algunas veces se puede acompañar de lo siguiente:
- Dolor en las vías urinarias.
- Sensación de presión en la vejiga.
- Ardor.
- Ansiedad y estrés.
Estos últimos síntomas se presentan ante la imposibilidad de vaciar la vejiga. Los estudios indican que la mayoría de las veces no existe presencia de líquido en el órgano, de manera que se considera que los signos son subjetivos. Esto ha llevado a que se hagan pocas investigaciones sobre de sus causas.
Causas del tenesmo vesical
No se sabe por qué las personas desarrollan tenesmo vesical cuando existe ausencia de líquido en la vejiga. La sensación puede desarrollarse con diferente intensidad (baja, media, grave). A su vez, puede ocurrir solo una vez o presentarse de manera intermitente durante varios años.
Aunque los síntomas son subjetivos, la sensación es muy real para los pacientes. La condición se ha relacionado muchas veces con la polaquiuria (necesidad de orinar muchas veces y en escasa cantidad) y estranguria (micción frecuente y con dolor, también en pocas cantidades).
Algunos investigadores proponen las siguientes causas para los casos con ausencia y presencia de orina en el órgano.
Obstrucción uretral
La obstrucción de los conductos de la uretra puede impedirte vaciar toda la vejiga durante la micción. Esta obstrucción es funcional, de manera que se presenta en pacientes con líquido en el órgano. Estos casos son particularmente dolorosos y muchas veces se acompañan de hipertensión y sangre en la orina.
Esta puede deberse a trastornos congénitos en la forma o tamaño de los conductos, cálculos uretrales, estreñimiento, crecimiento de tejido interno o procesos inflamatorios. Las obstrucciones pueden complicarse con infecciones o septicemia. En los hombres puede deberse a una hiperplasia prostática benigna.
Disfunción de la vejiga
La disfunción de la vejiga puede aparecer frente a una arreflexia del músculo detrusor. Esta se genera por una anomalía en el control nervioso, muchas veces por daños en las vías nerviosas que se conectan con la vejiga (en concreto en el centro sacro de la micción, como indican los estudios al respecto).
Trastornos neurológicos
Buena parte del proceso de la micción se controla a través del sistema nervioso. Este involucra tres funciones: amplificación, coordinación y sincronización. En presencia de un trastorno, el proceso se puede alterar y provocar tenesmo vesical. Destacamos los siguientes:
- Lesión en la médula espinal: sea esta idiopática, degenerativa, infecciosa, contusa o vascular. Las lesiones en los nervios sacros periféricos o en la cola de caballo pueden explicar algunos episodios.
- Fracturas pélvicas: los traumatismos de este tipo pueden ocasionar daño neurológico que, a su vez, generan errores en el proceso de micción. Muchos de los pacientes con fracturas de este tipo desarrollan vejiga neurogénica.
- Hernia de disco: las hernias discales también pueden interrumpir las conexiones nerviosas que permiten la comunicación entre la vejiga y el sistema nervioso central.
- Cirugía pélvica: algunas cirugías pélvicas, como por ejemplo la resección perineal abdominal, la histerectomía radical y la proctocolectomía también pueden provocar estas complicaciones.
- Procesos neurológicos infecciosos: como es el caso de la neurosífilis, algunas complicaciones del SIDA, la enfermedad de Lyme, el herpes zóster y similares.
Fallo miogénico
El daño en el músculo liso puede traducirse en dos condiciones: hiporreflexia (disminución de la respuesta refleja) o arreflexia (ausencia total de esta respuesta) en el músculo detrusor.
Otras posibles explicaciones son uropatía sensorial, vejiga hiperactiva tratada con anticolinérgicos, síndrome de la vejiga tímida y espasmos de los músculos del diafragma urogenital.
A pesar de estas explicaciones, muchas veces no se pueden encontrar las causas. Ante la ausencia de ellas, en especial cuando no existe presencia de líquido en la vejiga, la condición no se puede tratar. Si se encuentra el detonante, el especialista procederá a indicar un tratamiento de acuerdo con el contexto.
Por esta razón, te incentivamos a buscar asistencia médica si te percatas de que estos episodios son repetitivos. Es probable que escondan una afección.
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