¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?

Dado que aún no existe un estudio específico que ayude a detectar la fibromialgia, el diagnóstico se realiza en función de los síntomas. Por ello mismo, la entrevista con el paciente es clave.
¿Cómo se diagnostica la fibromialgia?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 junio, 2021

Al igual que en muchas otras enfermedades, para realizar el diagnóstico de la fibromialgia es imprescindible la entrevista con el paciente y el examen físico. En la entrevista, el médico debe tener muy en cuenta los síntomas que le comente el paciente.

Por lo general, los síntomas vienen a ser una combinación de dolor y cansancio generalizado con síntomas somáticos y cognitivos. Dicha combinación es lo que constituye los criterios clínicos del American College of Rheumatology. Antes de comentarlos, primero debemos tener en cuenta parte de su historia.

Criterios diagnósticos de la fibromialgia

El diagnóstico de la fibromialgia puede ser difícil
El diagnóstico de la fibromialgia es principalmente clínico, y así lo dan a entender los criterios diagnósticos que usan los médicos.

Los criterios de diagnóstico aprobados en 1990 se basaban principalmente en la presencia de dolor generalizado (durante más de 3 meses) e hipersensibilidad a la palpación en alguno de los 18 puntos sensibles que se localizan en el cuerpo.

Sin embargo, con el tiempo fue necesario actualizar los criterios, dadas las dificultades que suponían para los médicos a la hora de hacer la evaluación, como expone el Manual MSD.

En el año 2011 se aprobaron los nuevos criterios de diagnóstico, y de acuerdo con la Asociación de Fibromialgia Madrid (AFIBROM) estos ahora incluyen:

  • Dolor durante las últimas 2 semanas.
  • Severidad de los síntomas (cansancio, sueño no reparador, síntomas cognitivos y otros) durante al menos 3 meses. 
  • No hay una causa subyacente (otra enfermedad) que explique el dolor y el resto de los síntomas anteriores.

Ahora bien, el cambio de criterios no quiere decir que ya no se tengan en cuenta los puntos sensibles. Al contrario, lo que se hizo fue actualizar el mapa corporal de zonas dolorosas para poder seguir teniendo en cuenta la hipersensibilidad, que además resulta bastante común en los pacientes.

La hipersensibilidad al tacto se sigue evaluando sistemáticamente.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico de la fibromialgia implicar descartar patologías más frecuentes
Algunas enfermedades neurológicas y reumatológicas pueden llegar a confundirse con la fibromialgia, por lo que se toman en cuenta como diagnósticos diferenciales.

Se sospecha de fibromialgia cuando el paciente refiere astenia como síntoma predominante (un cansancio que no se alivia con descanso), dolor generalizado (y que resulta desproporcionado respecto a los estímulos y hallazgos físicos), en contraste con pruebas de laboratorio con resultados normales, a pesar del predominio de los síntomas anteriores.

Pero, para evitar hacer conclusiones apresuradas, el médico primero debe descartar otras enfermedades que puedan cursar con síntomas similares. Las más destacadas serían las siguientes:

  • Miositis.
  • Artrosis.
  • Polimialgia.
  • Apnea del sueño.
  • Artritis reumatoide.
  • Enfermedad de Lyme.
  • Enfermedad de Addison.
  • Síndrome de fatiga crónica.
  • Lupus eritematoso sistémico.
  • Síndorme de Guillain-Barré.
  • Trastorno de estrés postraumático.

Para poder realizar el descarte, el médico deberá solicitar al paciente varias pruebas. De acuerdo con el Manual MSD, estas pueden incluir análisis de sangre completo, y también:

  • Velocidad de sedimentación de eritrocitos (ERS) o proteína C reactiva.
  • Creatina cinasa (CK)
  • Estudios para hipotiroidismo y hepatitis C (que pueden producir astenia y mialgias generalizadas).
  • Pruebas serológicas para trastornos reumáticos.

La resonancia magnética funcional del cerebro no es una prueba diagnóstica de la fibromialgia, pero en algunos casos raros se podría llegar a solicitar para confirmar/descartar sospechas.

No existe una única prueba que permita diagnosticar la fibromialgia. Sin embargo, se continúa realizando investigaciones al respecto.

Índice de dolor generalizado

El Índice de dolor generalizado (Widespread Pain Index [WPI]) tiene como referencia un mapa corporal que abarca 19 puntos en los que el paciente experimenta dolor desde al menos una semana previa a la consulta:

  • Por cada área que se identifique como dolorosa, se cuenta 1 punto.
  • El número total de áreas puede ir de 0-19.

Escala de gravedad de los síntomas

La Escala de gravedad de síntomas (Symptom Severity Score [SS-Score]) permite medir del 0-3 el grado de severidad de los síntomas. Estos se dividen en 3 categorías: fatiga, síntomas cognitivos y sueño no reparador.

Aparte de los resultados del índice y la escala, se tienen en cuenta otros síntomas somáticos, el hecho de que no exista una causa subyacente que los explique y la persistencia de todas las molestias durante al menos 3 meses.

Confirmando el diagnóstico

La fibromialgia es una enfermedad que no deja de ser un desafío para la comunidad médica dado su origen incierto, las dificultades que supone el diagnóstico (principalmente por la amplia heterogeneidad del cuadro clínico) y otros aspectos.

Hay diversas posturas en torno a la fibromialgia. Por ello, no todos los especialistas la abordan de la misma manera, o no todos le dan el mismo valor a ciertos parámetros. Por ello mismo, a menudo, los criterios de diagnóstico aprobados son un marco de referencia. Además, estos no son inamovibles, sino que están sujetos a actualizaciones periódicas.

Aunque esta enfermedad no constituya una forma de artritis (porque no produce innflamación ni daños articulares), por el dolor que causa y otros síntomas, resulta valiosa la consulta con el reumatólogo. Razón por la cual, este es uno de los especialistas más referidos.

Si ya has visitado a tu médico de cabecera y este te ha remitido a otro especialista (como el reumatólogo o el neurólogo) para evaluar tu situación más a fondo, no dejes de acudir a consulta. Esto te ayudará a precisar qué es lo que ocurre y cómo puedes actuar, además de recibir la ayuda adecuada.

Finalmente, es conveniente que tengas en cuenta que no es infrecuente que las personas que sospechan que sufren de fibromialgia soliciten una segunda opinión. 




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.