Cómo afecta el alcohol a la función tiroidea

El alcohol se ha relacionado desde hace décadas con un mayor riesgo de contraer algunas enfermedades. ¿Qué se sabe acerca de su influencia en la función tiroidea? Veamos lo que los investigadores han encontrado al respecto.
Cómo afecta el alcohol a la función tiroidea
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 28 julio, 2021

La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye 3 millones de muertes al año relacionadas directamente con el consumo de alcohol (un 5,1 % de la carga de morbilidad).

Son decenas las complicaciones que se pueden generar por su ingesta excesiva, incluyendo el aumento del riesgo de ciertos tipos cáncer. Hoy nos centraremos en la relación entre el alcohol y la función tiroidea.

Aunque en principio parece un debate zanjado, en realidad se trata de un tema abierto con detractores y partidarios de su consumo. Las investigaciones realizadas al respecto tampoco permiten dilucidar una conclusión definitiva. Trataremos en las siguientes líneas presentar qué se sabe en torno a ello y qué consideraciones deberías tener en cuenta si eres un asiduo consumidor.

El alcohol y la función tiroidea

El alcohol y la función tiroidea se expresan como hipotiroidismo
Existe evidencia que plantea una relación entre el consumo de alcohol y el hipotiroidismo. Esta última condición se asocia con una menor producción de hormonas tiroideas.

En la actualidad no existe un consenso unánime sobre el rol que juega el alcohol en la función tiroidea. Empezamos señalando los posibles efectos negativos en relación con su ingesta excesiva.

Un estudio publicado en Drug and Alcohol Dependence analizó los valores tiroideos de 39 alcohólicos crónicos. Los resultados apuntaron a una tendencia al hipotiroidismo que se normaliza luego de una semana de abstinencia.

Esto se ha confirmado con otros estudios, como por ejemplo el publicado en Alcohol and Alcoholism en octubre de 2006. Los autores de esta investigación sugieren que el hipotiroidismo se debe considerar un marcador característico del alcoholismo, en especial en sus estadios crónicos.

Algunos investigadores teorizan que los trastornos del estado de ánimo que con frecuencia acompañan a la ingesta desordenada de alcohol pueden causarse, o al menos ser potenciados, por esta disminución hormonal tiroidea. La depresión, la ira y la ansiedad, por solo nombrar algunas, son manifestaciones frecuentes en pacientes con hipotiroidismo.

También existe evidencia de una interconectividad compleja, hasta ahora más aguda de lo que se pensaba, entre la glándula tiroides y el hígado. Pequeñas alteraciones en la primera pueden desencadenar respuestas negativas en la segunda, y viceversa.

El daño hepático producto del consumo de bebidas alcohólicas, por tanto, puede desencadenar episodios de hipertiroidismo, entre otros.

Por todo esto, algunos estudios recomiendan hacer una prueba de punción tiroidea a todos los que tienen dependencia del alcohol. Se trata de un examen asequible, rápido y certero para determinar si su glándula está funcionando con los valores correctos.

Posibles beneficios del alcohol en la función tiroidea

Al igual que los especialistas han encontrado una relación negativa entre el alcohol y la función tiroidea, también parece existir algunos aspectos positivos de una ingesta moderada.

Por ejemplo, una investigación publicada en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism en 2013, encontró una reducción de los riesgos de padecer enfermedad de Graves en personas que bebían cantidades moderadas.

La enfermedad de Graves es la causa número uno de hipotiroidismo, y ocasiona los síntomas más característicos del desequilibrio tiroideo: sensibilidad al calor, palpitaciones irregulares, irritabilidad, ansiedad, aumento de la sudoración, fatiga y demás. De acuerdo con los resultados, los beneficios del consumo medio de alcohol se perciben sin importar la edad o el sexo.

Por otro lado, un estudio publicado en British Journal of Cancer en noviembre de 2009 escudriñó la relación entre la ingesta moderada de alcohol y el cáncer de tiroides. La investigación, la más completa hasta el momento, realizó un seguimiento durante 7,5 años. Los resultados sugirieron una disminución de 0,57 % entre quienes consumían dos bebidas al día.

Aunque el rango porcentual no parezca tan grande, en realidad confirma las hipótesis de otros estudios más pequeños. Es por todo esto que algunos sugieren interpretar la ingesta de alcohol según el contexto. La concentración alcohólica, la frecuencia y los posibles desequilibrios previos pueden condicionar los beneficios o consecuencias a medio y largo plazo.

La moderación del consumo para la salud

El alcohol y la función tiroidea pueden regularse
Regular el consumo de alcohol no solo es beneficioso desde un punto de vista metabólico, sino que también ayuda a mejorar el estado de salud general.

De manifiesto ha quedado con la exposición anterior que el consumo excesivo de alcohol es contraproducente para la función tiroidea. Quienes mantienen una ingesta descontrolada deben estar al tanto de esto, en especial si ya han sido diagnosticados con un trastorno tiroideo o son propensos a estos.

Los Center for Disease Control and Prevention de EE.UU. (CDC) estipula que beber 4 o más bebidas en una sola ocasión se considera beber en exceso. La ingesta de 8 bebidas a la semana para las mujeres y 15 para los hombres también se considera un comportamiento excesivo.

Esta institución también recomienda beber un máximo de uno o dos tragos al día, siempre y cuando se esté consciente del control que se tiene frente al hábito. Es decir, que puedan pasar varios días sin beber sin que esto suponga un cambio en el estado de ánimo o actitudes compulsivas.

Por supuesto, los menores de edad, las embarazadas, quienes padecen de algunas enfermedades o mantienen una ingesta de algunos medicamentos deben evitarlo.

Si no puedes reducir el consumo a estos valores, te sugerimos buscar ayuda profesional, ya que es muy posible que te encuentres en un estado de adicción.

Los problemas en la tiroides no son los únicos inconvenientes a los cuales te puedes enfrentar, la OMS ha identificado más de 200 enfermedades relacionadas. Hablar de ello con familiares y amigos es un buen primer paso para afrontarlo y buscar solución.



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