Acné neonatal: causas, síntomas y tratamiento
La costra láctea o dermatitis seborreica, la dermatitis del pañal, los quistes de Millium, la miliaria, la milia y el acné neonatal son diferentes trastornos de la piel que puede presentar un bebé desde que nace. Si bien suelen ser de carácter leve y transitorio, pueden generar cierta inquietud en los padres. Especialmente entre los primerizos.
El acné neonatal es una condición inflamatoria de la piel que los recién nacidos pueden presentar durante sus primeras semanas o meses de vida. Así, en algunos casos puede presentarse en bebés muy pequeños, de apenas unas semanas de vida, mientras que en otros casos puede aparecer más adelante, cuando ya han cumplido varios meses.
De acuerdo con los expertos, es una variante del acné vulgar. Se presenta con mayor frecuencia en los bebés del sexo masculino, aunque también puede afectar a las bebés. Se estima que la incidencia se encuentra en torno al 20 % de los recién nacidos sanos.
A diferencia de lo que se suele pensar en primera instancia, no suele revestir gravedad alguna, pero ante cualquier inquietud, lo más recomendable es consultar con el pediatra. Un chequeo y diagnóstico precoces pueden ayudar a determinar qué es lo que le ocurre a la piel del bebé (si se trata de acné neonatal u otra condición), y qué hay que evitar para no agravar la situación.
Causas
Al igual que ocurre con otros tipos de acné, el acné neonatal no tiene una única causa, sino que se presenta por la combinación de diversos factores.
En un artículo titulado Neonatal and infantile acne – ethiopathogenesis, clinical presentation and treatment possibilities se indica lo siguiente:
“Se cree que el desequilibrio androgénico causado por los esteroides maternos en los casos neonatales y la secreción endógena en los bebés es la causa principal de estas formas de acné pediátrico. En los pacientes con síntomas de virilización, pubertad precoz o trastornos del crecimiento, está indicado realizar un estudio exhaustivo para detectar las causas endocrinas subyacentes”.
Síntomas
El acné neonatal se caracteriza por causar la aparición de escasas pápulas o granitos de color de tono rojizo, que a su vez pueden estar asociados a pústulas blancas y comedones.
Estas lesiones suelen afectar el área de las mejillas, principalmente. No obstante, puede afectar el área de la frente, la nariz y el mentón, como ocurre cuando hay quistes de milium.
Por otra parte, se ha registrado casos de acné neonatal en los que no solo aparecen lesiones en el rostro, sino también en el cuero cabelludo, el cuello, el pecho y la parte alta de la espalda. Sin embargo, lo más común es que se limite a afectar la zona de las mejillas.
Los síntomas suelen ser leves y remiten de manera espontánea sobre los 3 meses de edad. Solo en algunos casos podría hacerse persistente y requerir un control médico más riguroso. Sobre esto, un artículo publicado en la revista mexicana Dermatología , aclara que:
“El acné neonatal puede ocasionalmente evolucionar a acné infantil, que se distingue por lesiones típicas de acné, desde la semana 6 hasta los 7 años de edad, con lesiones inflamatorias y comedones cerrados, con predominio en las mejillas”.
Tratamiento
A diferencia del acné de la adolescencia, el acné neonatal no suele requerir tratamiento alguno y desaparece por sí solo, sin dejar ningún tipo de marcas, sobre los 3 meses de edad. Por lo general, basta con tener en cuenta las recomendaciones del pediatra en cuanto al cuidado de la piel del bebé.
Las recomendaciones generalmente consisten en lo siguiente:
- No manipular las lesiones.
- Lavar la piel del bebé con agua tibia.
- Evitar los productos de higiene y limpieza que tengan base oleosa.
- Secar la piel del bebé suavemente y con una toalla limpia. No refregar.
- No aplicar ningún producto antiacné sin la autorización del pediatra o dermatólogo.
La aplicación de productos de venta libre (jabones, geles, ungüentos, etc.) puede resultar perjudicial para la delicada piel del bebé, así como otras medidas que no hayan sido autorizadas por el profesional.
No hay que olvidar que, aún cuando un producto pueda ser antiacné, no en todos los casos será beneficioso o útil. Independientemente de la etapa de la vida en la que se encuentre la persona afectada (niñez, adolescencia, adultez), lo mejor será siempre consultar con el profesional y seguir sus recomendaciones para darle a la piel lo que necesita para estar sana.
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