¿Qué es un embarazo ectópico?

Cuando se detecta un embarazo ectópico se debe proceder a llevarlo a su término, ya que la vida de la paciente está en riesgo. Te enseñamos todo lo que debes saber sobre él.
¿Qué es un embarazo ectópico?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 03 abril, 2022

Un embarazo ectópico ocurre cuando el óvulo fertilizado se implanta en un lugar ajeno al útero. Se trata de un proceso peligroso que puede poner en peligro la vida, de manera que se debe resolver en cuanto se detectan los síntomas. Tal y como nos recuerda Johns Hopkins Medicine, hasta el 1 % de los embarazos en todo el mundo son ectópicos, y en el 50 % de ellos no existe una causa subyacente.

Este tipo de embarazo no puede llegar a su término. Todo esto debido a que el útero es el único lugar que proporciona las condiciones necesarias para que el embrión se desarrolle. No condiciona por completo el tener un embarazo saludable en el futuro, aunque las posibilidades de manifestar otro episodio de este tipo aumentan. En las líneas siguientes te enseñamos todo lo que debes saber sobre el embarazo ectópico.

Características del embarazo ectópico

En un embarazo normal el óvulo fertilizado se libera de los ovarios, viaja por las trompas de Falopio y se implanta en la pared del útero. Este proceso suele durar un total de 6 días e involucra una serie de interacciones hormonales, químicas y anatómicas. Ciertamente, el útero ofrece las condiciones perfectas para el desarrollo del feto. A veces el óvulo fertilizado no se llega a implantar en el útero, sino que lo hace en un lugar externo a él.

Todos los casos en los que esto sucede se denominan embarazo ectópico (ectópico alude a algo que se ha desarrollado fuera del lugar propio). De acuerdo con algunas estimaciones, el 97 % de los embarazos ectópicos se desarrollan en las trompas de Falopio: el 55 % en la zona de la ampolla, el 25 % en el istmo y el 17 % en la fimbria. El 3 % restante lo hace en los propios ovarios, en la cavidad abdominal o el cuello uterino.

También se conoce como embarazo ectópico a aquellos episodios que se producen en una porción anormal o cicatrizada del útero. Dado que todos los lugares fuera del útero no ofrecen las condiciones para que el feto llegue a su término, un embarazo con estas características debe llegar a su fin. De lo contrario la paciente se expone a roturas internas e incluso la muerte.

Causas del embarazo ectópico

El embarazo ectópico y los antecedentes
Mujeres que hayan padecido abortos espontáneos tienen mayores probabilidades de tener un embarazo ectópico.

Aunque en buena parte de los casos no se conocen los desencadenantes directos, también es justo decir que se han identificado varios catalizadores. Por ejemplo, los expertos han catalogado varios factores de riesgo para el embarazo ectópico. Los más importantes son los siguientes:

  • Antecedentes de abortos espontáneos o embarazos ectópicos.
  • Antecedentes de cirugía pélvica.
  • Tubectomía.
  • Episodios de infertilidad.
  • Enfermedad pélvica inflamatoria.

La evidencia también indica que otros de los factores de riesgo conocidos son parejas multisexuales, ciclos de concepción asistida, uso de dispositivos intrauterinos, cesárea previa y tabaquismo al momento de la concepción. Téngase en cuenta que, como ya se afirmó, casi la mitad de los casos no se corresponden con estos contextos. En dichos episodios la etiología del embarazo ectópico es desconocida.

También se debe valorar el historial de embarazos ectópicos en la familia, ya que la presencia de al menos uno de ellos en un familiar directo puede predecir uno en el futuro. Padecer de discapacidades congénitas en las trompas de Falopio, endometriosis y tener más de 35 años al momento de la concepción también aumenta las probabilidades de un embarazo de este tipo.

Síntomas del embarazo ectópico

Los signos que alertan de un embarazo ectópico no se suelen manifestar al inicio. La paciente manifestará los principales síntomas del embarazo, como lo son ausencia de periodo menstrual, sensibilidad en los senos, náuseas, vómitos y malestar estomacal. Estas manifestaciones pueden evolucionar a lo siguiente:

  • Sangrado vaginal anormal.
  • Dolor en el abdomen, la pelvis o la parte baja de la espalda.
  • Calambres en la zona abdominal.
  • Necesidad constante de defecar.
  • Dolor en el hombro.

Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, de manera que son muy inconstantes. También pueden variar en cuanto a intensidad: desarrollarse con episodios leves o intensos. La debilidad o la sensación de mareo también los pueden acompañar. Si bien se puede sospechar uno de estos casos con base en la clínica, los especialistas usan una ecografía transvaginal para su detección.

A veces el tejido generado puede “romperse”. En estos casos la paciente manifestará dolor repetitivo e intenso en la pelvis, debilidad y mareos que pueden derivar en desmayos. Estos casos pueden traducirse en episodios de hemorragias potencialmente mortales. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda buscar asistencia médica de inmediato.

Diagnóstico y opciones de tratamiento

El embarazo ectópico puede ser diagnosticado tempranamente
Ante cualquier duda, es importante acudir con el obstetra de preferencia. Este profesional se encargará de realizar todos los estudios necesarios.

Los expertos diagnostican esta condición mediante una combinación de elementos clínicos y paraclínicos. Esta se puede detectar en las primeras consultas en pacientes que buscan quedar embarazadas desde hace tiempo, también de manera sorpresiva cuando se acude a un centro médico debido a la manifestación de los síntomas.

Casi todos los embarazos ectópicos se detectan en torno a las ocho semanas, aunque por supuesto se puede hacer antes. Es probable que el especialista desee hacer varias pruebas de ultrasonido antes de diagnosticar este tipo de embarazo. Los análisis de sangre se hacen para verificar los niveles de gonadotropina coriónica humana, un mensajero indicador de embarazo.

Los embarazos ectópicos no pueden llegar a su término. Existen dos alternativas: detener el embarazo con ayuda de medicamentos o realizar una cirugía. En el primer caso se utiliza metotrexato, un medicamento inyectable que impide el desarrollo del tejido. En el segundo caso los especialistas recomiendan laparotomía o laparoscopia para retirar el tejido.

No es infrecuente que se use una combinación de ambas opciones, todo depende de las características del episodio. Es importante recordar que durante el estudio se pueden plantear diagnósticos diferenciales. La evidencia señala que las más comunes son torsión ovárica, cálculos ureterales, aborto espontáneo, ruptura de quiste ovárico y apendicitis. No dudes en consultar con un médico en presencia de los síntomas.



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