Cómo practicar la serenidad y sentirse mejor

¿Sientes que tu vida amerita un respiro? Te enseñamos 10 formas de practicar la serenidad que cambiarán tu día a día.
Cómo practicar la serenidad y sentirse mejor
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 09 agosto, 2022

El término serenidad se entiende como la cualidad del sereno. Sereno es una palabra que deriva de la locución latina serenus, la cual se traduce como ‘claro’, ‘limpio’ o ‘despejado’. Por tanto, practicar la serenidad parte sobre la base de hábitos, acciones o rutinas que proporcionan calma mental y física. Si crees que tu vida demanda una serenidad urgente, hoy recopilamos 1o consejos para practicarla.

No existe una receta mágica para practicar la serenidad. Sin embargo, algunos hábitos generales pueden representar un cambio positivo en tu día a día. Son de gran ayuda para contrarrestar los efectos del estrés, la tensión y la ansiedad, también para mitigar los descontentos generales de una persona. Veamos qué puedes hacer y qué dicen los científicos.

10 formas de practicar la serenidad para sentirse mejor

Algunos expertos proponen cuatro variables para alcanzar la serenidad: búsqueda de un significado, armonía, positividad y estilo de vida. Las personas que logran crear un equilibrio entre ellas experimentan un aumento de su calma, paz y tranquilidad. Otros especialistas indican que la serenidad solo se puede comprender en relación con otros conceptos como:

  • Desapego.
  • Meditación.
  • Oración.
  • Afrontamiento.
  • Empatía.
  • Atención plena.
  • Perdón.
  • Aceptación.

A pesar de que ha habido intentos por diseñar una escala de la serenidad, lo cierto es que se trata de una práctica muy subjetiva. En efecto, lo que resulta relajante o sereno para alguien, puede no serlo para otro. Aun así, te dejamos con 10 formas de practicar la serenidad que tienen en cuenta todas estas variables.

1. Sigue una rutina diaria

Aunque a primera vista puede aparentar ser una práctica limitante o monótona, en realidad seguir una rutina diaria te permitirá asumir patrones que te permiten calmar la tormenta de responsabilidades o de deseos de tu mente. Ciertamente, cuando no se tiene una agenda de cómo obrar es natural que el estrés o la ansiedad inunden cada aspecto de tu día. Reunimos algunas ideas al respecto:

  • Ten un horario para irte a dormir y despertarte.
  • Diseña un rango horario para comer.
  • Planifica con antelación qué harás el siguiente día.
  • Determina el momento de la semana para las responsabilidades que debes atender.

Lo que en un inicio parece algo trivial, en la práctica supone un gran cambio de vida. Organizar los diferentes aspectos de la vida evita la acumulación de responsabilidades, la desatención de las problemas y promueve el disfrute de tu tiempo libre. En efecto, si aprendes a organizarte durante tu jornada, al final tendrás más tiempo libre para ocio, paz y relajación.

2. Practica la gratitud

Para practicar la serenidad hay que ser agradecidos
En cualquier ámbito de la vida (laboral, social, personal e incluso espiritual) hay que saber ser agradecidos. Esto nos ayudará a estar en paz con nosotros mismos.

Un estudio publicado en Clinical Psychology Review en 2010 encontró una relación positiva entre la gratitud y el bienestar psicológico. Otra investigación publicada en The Journal of Positive Psychology sugiere que estas actitudes predicen la esperanza y la felicidad. A pesar de estas relaciones, en la práctica muy pocas personas practican la gratitud en su día a día.

Esto no se traduce en decir gracias todo el tiempo, esta es solo la manifestación más superficial (y menos importante). La verdadera gratitud consiste en el reconocimiento del esfuerzo de los demás al hacer cosas por nosotros, sea este pequeño o grande. Cuando haces esto valoras más a quienes te rodean, lo que a su vez te lleva a valorarte a ti mismo por tenerlos.

3. Duerme lo suficiente

Los malos hábitos de sueño pueden derivar en trastornos, como por ejemplo el insomnio. Este y otros se relacionan con una variedad de complicaciones, entre ellas estrés, ansiedad, bajo rendimiento, falta de concentración e irritabilidad. Todos estos son enemigos de la serenidad, de manera que si la quieres practicar debes asegurarte de dormir al menos 8 horas sin interrupción.

La ausencia de descanso nocturno puede ocasionar lo que se conoce como deudas del sueño. Esto es, las consecuencias permanentes del efecto acumulativo de las horas que se pierden o que se omiten al momento de dormir. Por esto te hemos mencionado la organización de tus horarios de sueño al momento de implementar una rutina diaria.

4. Haz ejercicio de manera regular

Dado que el ejercicio regular se traduce en diferentes beneficios en tu salud psicológica y física, no lo puedes dejar por fuera al momento de practicar la serenidad. No es necesario que lo hagas de manera intensa, ya que incluso en pequeñas dosis podrás sentir sus efectos. Como referencia puedes tener en cuenta las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS): 300 minutos de actividad moderada a la semana.

5. Define tus ideales y principios

Definir tus ideales y principios es una de las vías para alcanzar el autoconocimiento. Es decir, el conocimiento que tienes de ti mismo sobre tus actitudes, capacidades, habilidades, destrezas, experiencias e ideales. No puedes llegar muy lejos en la vida arropado en la indefinición, o al menos el camino te resultará mucho más ligero y despejado cuando conoces quién eres y qué representas.

6. Sé organizado

El lugar donde vives tiene un mayor impacto en tu bienestar de lo que imaginas. Si vives sumido en el desorden, entonces tus ideas y tu obrar también lo serán. Por el contrario, si mantienes un mínimo de organización en tus cosas esta sensación de calma, armonía y estabilidad impactará directamente en ti. Prueba tener limpio y organizado tu hogar y verás cómo tu ánimo y tu personalidad estarán mucho más serenos.

7. Pasa tiempo con las personas que amas

Para practicar la serenidad hay que disfrutar con amigos
Los seres queridos nos llenan de buenos momentos, felicidad y serenidad. Reservar el merecido tiempo con ellos es fundamental para vivir tranquilos.

Hasta el momento solo hemos aludido a cambios individuales. Practicar la serenidad no implica aislarse, ya que una de las mejores formas de incentivarla es compartiendo con tus seres queridos. Incluye un espacio en tu agenda para compartir con amigos, familiares y colegas, y de ser posible trata que sea de forma regular. Su compañía se traduce en risas y diversión, dos variables que contribuyen a tu serenidad.

8. Controla tus niveles de estrés

Los niveles de estrés se controlan a través de hábitos como el yoga, la meditación, los ejercicios de respiración y los pasatiempos puntuales que encuentres relajantes. Tejer, pintar y escribir son quizá los más comunes, aunque en este punto tienes carta abierta para buscar o incluir el que prefieras. El estrés tiene un impacto directo en tu salud física y psicológica, y por sí mismo puede ser el catalizador de enfermedades.

9. Haz una cosa a la vez

Un hábito que tiene un impacto directo en tu serenidad, además que es una consecuencia de ser organizado. Hacer muchas cosas al mismo tiempo es una receta perfecta para el desastre, ya que se traduce a menudo en la frustración, angustia y tensión. Dedica tu tiempo solo para una cosa a la vez, en especial cuando se trata de algo que demanda tu atención.

10. Aléjate de las noticias pesimistas

El último consejo que te damos para practicar la serenidad es reducir tu interacción con noticias pesimistas. En ocasiones parece que solo encuentras en los medios de comunicación y redes sociales el lado malo de la vida, del mundo y de la sociedad. Recibir solo esta cara tiene un impacto en tu estado de ánimo, así que conviene poner un límite a qué tipo de información y contenido negativo absorbes en tu jornada.

Como es natural, las recomendaciones que hemos dado son solo referenciales, ya que como señalamos al inicio practicar la serenidad es algo muy subjetivo. En compañía de estos consejos asimila otros hábitos que creas tienen un impacto en tu bienestar psicológico. Todo lo que te ofrece calma y tranquilidad es bienvenido para apostar por esta práctica.



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