¿Comer alimentos caducados es peligroso?

Te vamos a enseñar qué productos se pueden consumir aun estando caducados y cuándo excederse de esta fecha supone un riesgo para la salud.
¿Comer alimentos caducados es peligroso?
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 31 mayo, 2023

El consumo de alimentos caducados es algo realmente habitual en muchos hogares. Lo cierto es que en ocasiones esta práctica puede conllevar un riesgo microbiológico, que dé lugar a una intoxicación. A diario acude a urgencias alguien que ha comido un producto en mal estado.

Sin embargo, también cabe la posibilidad de que los alimentos se puedan consumir tras vencer la fecha propuesta en el envase. En este caso se hablaría de fecha de consumo preferente, con una connotación distinta al propio día de caducidad del producto en cuestión.

Diferencias entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad

Los alimentos caducados pueden encontrarse en supermercados
Los alimentos caducados pueden llegar a generar perjuicios para la salud, por lo que evitar su consumo es importante.

Desde el punto de vista industrial, los alimentos se pueden clasificar en perecederos y no perecederos. La principal diferencia es que los primeros son susceptibles a albergar crecimiento de microorganismos patógenos. La ingesta de estos podría perjudicar el estado de salud dando lugar a una infección o a una intoxicación.

Por su parte, la fecha de consumo preferente hace referencia al momento a partir del cual el producto pierde parte de sus características organolépticas. No existe riesgo desde el punto de vista de los microbios, pero sí que se pueden ver alterados los sabores, olores, aromas y la textura del producto. Esto lo hace menos palatable y apetecible.

La mayor parte de los comestibles ultraprocesados de origen industrial tienen una fecha de consumo preferente, por lo que nunca llegan a estar caducados como tal. Para ello se añaden aditivos como conservantes, que limitan el crecimiento de las bacterias de forma efectiva. No obstante, algunos de ellos como los nitritos resultan peligrosos para la salud, según un estudio publicado en Nutrients.

A pesar de considerarse seguros a corto plazo, la presencia regular de este tipo de alimentos en la dieta se considera contraproducente a medida que el tiempo avanza. Suelen presentar en su interior elevadas cantidades de grasas trans o hidrogenadas, además de los aditivos mencionados. Existen evidencias que indican que este tipo de lípidos incrementan el riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas.

Paralelamente, es posible encontrar alimentos perecederos, como las carnes y los pescados, que sí cuentan con fecha de caducidad. A partir del momento marcado en la etiqueta, el riesgo de sobrecrecimiento bacteriano se incrementa, por lo que el producto deja de ser seguro para la salud.

¿Qué alimentos pueden estar caducados?

No todos los alimentos tienen la capacidad de caducar como tal. Algunos simplemente dejan de estar buenos desde el punto de vista del sabor, pero salvando este detalle podrían ingerirse sin mayores complicaciones. Es importante saber distinguir los que cuentan con riesgo a nivel microbiológico para evitar exceder las fechas marcadas.

Por norma general, todos los alimentos frescos procedentes de los animales pueden llegar a estar caducados. Cuando la carne y el pescado se comercializa al corte, no se suele hacer referencia a la propia fecha de caducidad, aunque existe. Esta no suele superar los 3-4 días posteriores a la compra. No obstante, suele enranciarse el producto de forma previa, por lo que su aspecto exterior empeora también.

Hay que hacer una excepción con los derivados de los animales. Los huevos cuentan con una fecha de caducidad en su exterior, pero realmente son alimentos que no se estropean si se conservan en las condiciones adecuadas. Lo mismo sucede con los yogures, productos que aguantan mucho más de lo que figura en el envase.

La leche, cuando ha sido tratada mediante un proceso térmico, es capaz de resistir durante mucho tiempo sin sufrir alteraciones. Ahora bien, es importante no abrir el envase, de lo contrario tendrá que ser consumida en el periodo de unos días, manteniéndose siempre bajo refrigeración.

En lo que a carnes y pescados envasados se refiere, existe también fecha de caducidad, pero esta suele ser más amplia. Del mismo modo que sucede con los productos ultraprocesados, pueden contener aditivos conservantes en su interior, lo que alarga su vida útil. En ocasiones simplemente están envasados en una atmósfera modificada que limita el crecimiento microbiano por alteración de la concentración de gases.

Las buenas prácticas de conservación para evitar que los alimentos caduquen antes de tiempo

A pesar de las fechas reflejadas en los envases de los alimentos frescos, es importante seguir unas buenas prácticas higiénicas a nivel de conservación y de manipulación. De lo contrario, podrían llegar a un estado de caducidad antes del día marcado. Esto se debe a que los cálculos de la industria están desarrollados con base en modelos que sobreentienden buenas prácticas desde el punto de vista higiénico.

Por ejemplo, si una pieza de carne se deja a temperatura ambiente, bastarán unas cuantas horas para que se ponga mala. Lo mismo sucede con el pescado. Esto se produce porque el frío retrasa y enlentece el crecimiento de los microbios patógenos. Sin embargo, las temperaturas cercanas a las del cuerpo humano favorecen su desarrollo y multiplicación.

Este es uno de los motivos por los que hay que tener mucho cuidado con las preparaciones con huevo crudo en verano. Las temperaturas más elevadas pueden originar un fácil crecimiento por parte de la Salmonella

Esta bacteria resulta patógena para el ser humano y su consumo genera problemas de tipo gastrointestinal. Así lo evidencia un estudio publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health.

Para evitar situaciones desagradables, se recomienda siempre mantener los alimentos perecederos en el frigorífico, y alejados de la luz solar. Otra opción útil es la congelación. Bajo temperaturas bajas se inactivan o se destruyen muchas de las bacterias patógenas, por lo que la vida útil del producto se alarga de forma significativa.

Es cierto que el proceso de congelado puede mermar las características organolépticas de algunos alimentos. Sin embargo, se gana en seguridad desde el punto de vista higiénico. Si se compra una gran cantidad de alimento que no se va a consumir pronto, la mejor opción es guardarlo en bolsas adecuadas y someterlo a un proceso de congelación.

Y los alimentos con moho, ¿se pueden comer?

En algunas ocasiones, ciertos productos pueden llegar a desarrollar moho a nivel superficial antes de alcanzarse la fecha de caducidad. Es algo relativamente frecuente en los quesos, incluso en los vegetales y en las frutas. Lo cierto es que la mejor idea resulta desechar la parte afectada, pudiéndose consumir el resto sin mayores problemas.

Normalmente estos hongos no son patógenos, por lo que no cuentan con la capacidad de infectar el tracto gastrointestinal y generar alteraciones a nivel interno. De todos modos, hay excepciones. Algunos microorganismos son capaces de generar micotoxinas, sustancias con poder de causar un perjuicio severo.

Como norma general, el moho en los quesos no provoca demasiados problemas. Se quita la parte que tiene mala pinta y el resto podría consumirse. Suele ser más problemático el moho que se desarrolla en las frutas, sobre todo cuando estas se conservan a temperatura ambiente. Lo mejor ante la duda es tirar el alimento, así se ahorra en sustos.

Además, puede darse el caso de que algunos alimentos frescos que se comercializan envasados lleguen a desarrollar un cierto moho en su interior. Esto se produce debido a que el sellado no es hermético, o a que no se guardaron unas buenas normas de higiene durante la manipulación del producto. En este caso sí que es preciso evitar su consumo.

¿Entonces los productos que exceden la fecha de consumo preferente no están caducados?

Como comentamos anteriormente, los alimentos que cuentan en su exterior con una fecha de consumo preferente no llegan a estar caducados como tal. Ni siquiera aunque se supere el día marcado. Es posible abrir y consumir el producto con tranquilidad. Lo peor que puede pasar es que las proteínas estén rancias o que las características organolépticas se hayan dañado.

Ahora bien, esto no quiere decir que esta clase de comestibles no puedan estar caducados en ninguna circunstancia. Si se abren, y se conservan demasiados días, sí que pueden llegar a un estado de contaminación con microorganismos. En este caso su consumo se consideraría peligroso y nocivo para la salud.

El ejemplo más típico es el de las salsas de tomate envasadas. Muchas veces se abren estos productos y no se consume el bote entero. Se guarda en la nevera y se mantiene en este estado, incluso sin cerrar la tapa, durante bastante tiempo. En el momento en el que se vuelve a ingerir el comestible ya existe un crecimiento microbiano significativo que genera problemas de salud.

En este tipo de casos lo más habitual es la contaminación con Clostridium botulinum, sobre todo cuando hablamos de conservas. Dicha bacteria genera una toxina que cuenta con un poder paralizante. Así lo afirma un artículo publicado en la revista Epidemiologie, Mikrobiologie, Imunolige.

Eso sí, cuando existe un sobrecrecimiento de la bacteria Clostridium botulinum en el interior de alguna conserva, se suele alterar el olor de la misma de forma significativa. Normalmente el alimento adquiere un aroma raro y desagradable. En estos casos, conviene desechar el producto. Si se duda de cuánto tiempo lleva un bote abierto en la nevera, lo mejor también es tirarlo.

A la hora de elaborar salsas y conservas de forma casera, es determinante esterilizar bien los botes en los que se va a introducir el resultado. Conviene también generar un vacío en el interior de los mismos. La falta de oxígeno limita el crecimiento de muchos microorganismos, sobre todo de los aerobios. Estos necesitan dicho elemento para sobrevivir y reproducirse.

Los 6 alimentos que puedes comer aunque estén caducados

Ahora te vamos a contar cuáles son los 6 alimentos que puedes comer aunque la fecha de caducidad esté vencida. De todos modos, muchos de ellos presentarán en su etiqueta una fecha de consumo preferente, que como hemos dicho es orientativa.

Yogures

Los alimentos caducados no incluyen el yogur
El yogur es muy saludable, e inclusive contiene microorganismos capaces de generar beneficios para la salud.

Los yogures aguantan bien el paso del tiempo si se mantienen refrigerados. Contienen bacterias en su interior, pero estas no son patógenas. Al contrario, se consideran beneficiosas para la salud. De hecho, están identificadas como probióticas. Su ingesta regular consigue ejercer efectos positivos sobre el organismo, según un estudio publicado en Nutrients.

Pan de molde

El pan de molde comienza a ponerse malo cuando se desarrolla moho en su interior, pero este fenómeno puede producirse bastante más allá de la fecha que marca en el envase. Es uno de los alimentos que pueden consumirse caducados.

Eso sí, una vez que se observan formaciones de color verde, lo mejor es desechar el producto. En el caso de los productos elaborados con harinas, no se recomienda solo retirar la parte afectada.

Frutos secos

Los frutos secos realmente no caducan. Pueden perder calidad desde el punto de vista organoléptico, pero nunca experimentan un crecimiento bacteriano en su interior. Esto se debe a que los microorganismos precisan de un porcentaje de agua mínimo para desarrollarse. Los frutos secos no cumplen esta premisa, por lo que no son un reservorio óptimo.

Los refrescos azucarados se pueden consumir caducados

De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nutrients, esta clase de bebidas no son nada recomendables para la salud a medio plazo. Cuentan con azúcares añadidos y con aditivos capaces de generar problemas metabólicos. Sin embargo, no cuentan con riesgo microbiológico. Pueden consumirse más allá del día marcado en el envase sin problema.

Mermeladas

Uno de los conservantes clásicos utilizados por la industria es el azúcar. Actúa de una forma parecida a la sal, limitando el crecimiento de las bacterias patógenas. Por este motivo, el consumo de mermeladas caducadas no conlleva riesgos para la salud. El porcentaje de azúcares presente en su interior las convierte en productos seguros desde el punto de vista de los microbios.

Embutidos

Los embutidos están elaborados a partir de carne, un producto teóricamente perecedero y con riesgo microbiológico. Sin embargo, cuentan con un proceso de curación previo, además de con grandes cantidades de sal y aditivos. Todos estos elementos permiten su seguridad a nivel higiénico, por lo que no llegan a caducar. De hecho, su sabor puede mejorar en algunos casos con el paso del tiempo.

Algunos alimentos se pueden comer aunque estén caducados

Existen alimentos que pueden consumirse aunque estén caducados. Sin embargo, con otros hay que tener extremo cuidado. Incluso sin vencer la fecha del envase pueden generarse problemas, sobre todo si no se guardan las buenas prácticas de manipulación o de conservación.

Ante la duda, siempre es mejor evitar la ingesta del alimento. De lo contrario se puede experimentar una intoxicación realmente nociva para la salud. Estos escenarios son tremendamente peligrosos para los colectivos de riesgo, como los ancianos y las mujeres embarazadas. Conllevan un gran riesgo de deshidratación y de problemas a nivel digestivo. A veces es precisa la intervención hospitalaria.



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