Lóbulo temporal: características y funciones
El cerebro humano está compuesto por 6 lóbulos diferentes, uno de ellos el lóbulo temporal. Como veremos, este lóbulo está muy relacionado con el procesamiento de la información auditiva, con la capacidad para reconocer el rostro humano o con la capacidad para leer y escribir.
En este artículo conoceremos sus características más relevantes, sus funciones y sus estructuras clave (y de qué se encarga cada una de ellas). Además, descubriremos las manifestaciones clínicas de cada una de las posibles lesiones del lóbulo temporal.
Lóbulo temporal: características
El lóbulo temporal es uno de los 6 lóbulos en los que se divide el cerebro humano, junto al: occipital, frontal, parietal, ínsula y límbico. Se sitúa en el lateral inferior del encéfalo, a la altura aproximada de los oídos.
Anatómicamente, se separa del lóbulo parietal (en la zona lateral superior) a través de la cisura de Silvio. Está en contacto estrecho con otro lóbulo: el occipital.
Por otro lado, es un lóbulo con grandes conexiones con el sistema límbico, y es por ello que tiene un peso importante en las emociones, el estado de ánimo y la memoria. Hablamos, como sucede con todos los lóbulos, de dos de ellos: uno en cada hemisferio cerebral (el derecho y el izquierdo).
Funciones
Así, el lóbulo temporal está relacionado con la afectividad, la audición, la memoria, el lenguaje comprensivo (comprensión) y la capacidad para oler, entre otras funciones.
De forma más concreta, es un lóbulo que alberga la corteza primaria de la audición del cerebro, y que manipula el lenguaje auditivo y los sistemas de comprensión del habla. También tiene una función importante en tareas visuales complejas, y en este sentido nos permite, por ejemplo, reconocer rostros humanos.
Música, lenguaje y afectividad
Cuando escuchamos música o escuchamos a alguien hablar, el lóbulo temporal se encarga de descifrar o decodificar dicha información.
Es por ello que el procesamiento de la información auditiva, así como la memoria auditiva, se gestionan en este lóbulo, que recibe y procesa la información procedente de los oídos.
Por otro lado, también está vinculado con el equilibrio y con la afectividad, ya que nos permite regular ciertas emociones o estados, entre ellas: el placer, la ira o la ansiedad.
Anatomía del lóbulo temporal: estructuras clave
El lóbulo temporal está formado por un gran número de estructuras. Esto es lo que explicaría que en esta zona de la corteza cerebral coincidan muchas interconexiones procedentes de diferentes regiones del cerebro.
Así, este lóbulo incorpora grupos de neuronas encargadas de funciones diversas. Entre ellas, encontramos neuronas que integran diferentes tipos de información perceptiva, que llega desde diferentes puntos y sentidos.
Es por ello que tiene una importante relevancia en el lenguaje. Pero hay más: también dispone de neuronas relacionadas con las emociones y con otras funciones, como hemos ido viendo. ¿Qué estructuras destacan en el lóbulo temporal? Vamos a ver las más importantes:
Corteza auditiva
En el lóbulo temporal se localiza la corteza auditiva primaria, la secundaria y la asociativa. Todas ellas son regiones cerebrales que se encargan de percibir los sonidos, codificarlos, descodificarlos e interpretarlos (analizarlos y “entenderlos”).
Esta función del procesamiento auditivo resulta esencial para la supervivencia de la especie y nos permite comunicarnos con los demás, disfrutar de la música, etc. Además, el lóbulo temporal resulta clave para comprender el habla, función que se desarrolla en la siguiente región que describiremos: el área de Wernicke.
Área de Wernicke
El área de Wernicke se localiza dentro del área auditiva secundaria, concretamente en el hemisferio dominante de cada persona (que normalmente es el hemisferio izquierdo). Esta área es fundamental para comprender el lenguaje, y permite que nos comuniquemos entre nosotros.
Pero la producción del lenguaje oral es posible gracias a otra área, el área de Broca (localizada en el lóbulo frontal).
Temporal medial
La región temporal media engloba la región hipocampal y varias cortezas importantes, y se encarga de participar en procesos de memoria y reconocimiento. Procesa la información y nos permite “trasladar” la información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
Más concretamente, el hemisferio derecho se encarga de almacenar patrones visuales, mientras que el izquierdo procesa y almacena información de tipo verbal.
En las personas con demencia por Alzhéimer aparecen las primeras lesiones en esta área concreta del lóbulo temporal, que explicarían la sintomatología inicial de este trastorno neurocognitivo.
Área de asociación del sistema límbico
Otra área importante del lóbulo temporal es el área de asociación del sistema límbico. Esta se encarga de que todo aquello que percibamos pase a través del filtro “emocional”. Es decir, integra emoción y percepción, dotando de información emocional a nuestras experiencias y percepciones.
Además, es una área muy vinculada a la memoria y al aprendizaje, que se relaciona también con la conducta sexual y con el mantenimiento de la estabilidad emocional.
Área de asociación parieto-temporo-occipital (POT)
El área POT es una área asociativa, que permite la integración de la percepción visual, auditiva y somática. Está muy implicada en procesos de percepción y atención en el espacio.
Su lesión puede causar heminegligencia, una dificultad para orientarnos, actuar o responder a estímulos o acciones que ocurren en el lado contralateral a la lesión.
Giro angular
El giro angular es otra área del lóbulo temporal, en este caso, que nos permite procesos como el de la lectoescritura. Gracias al giro angular podemos asociar la información visual con la auditiva, lo que nos permite asignar a cada grafema su correspondiente fonema.
Esto hace posible que se produzca un cambio en el tipo de información con la que trabaja nuestro cerebro (pasando de imágenes a sonidos con un componente simbólico). Cuando esta zona está lesionada, entonces la persona lee y/o escribe mal, o no es capaz de hacerlo.
Giro supramarginal
El giro supramarginal se localiza en el área sensitiva terciaria. Participa en procesos relacionados con el lenguaje y con en el reconocimiento táctil. Así, nos permite, por ejemplo, reconocer el relieve de las letras mediante los dedos, así como asociarlas con sus correspondientes sonidos.
Lesiones en el lóbulo temporal
Una lesión en el lóbulo temporal, como sucede con todos los lóbulos cerebrales, puede ocasionar manifestaciones clínicas (o síntomas) diversos. Así, en función del lugar exacto de la lesión, encontramos lo siguiente:
Lesión en el hemisferio izquierdo
Las manifestaciones clínicas de una lesión en el lóbulo temporal izquierdo son diversas, e incluyen:
- Afasia de Wernicke
- Trastorno de la memoria verbal (amnesia anterógrada)
- Alucinaciones auditivas complejas
Lesión en el hemisferio derecho
En cambio, si la lesión se produce en el lóbulo temporal derecho, los síntomas pueden ser:
- Amusia de percepción (incapacidad para reconocer tonos o ritmos musicales)
- Trastorno de memoria no verbal (amnesia anterógrada)
- Agnosia visual
- Desorientación espacial
- Dificultad para discriminar olores
Amígdala e hipocampo
Si del lóbulo temporal se lesiona la amígdala, el hipocampo (de forma bilateral) y otra estructura denominada uncus, entonces se producirá el llamado Síndrome de Klüver-Bucy (Pascual-Castroviejo et al., 2008). Este síndrome se manifiesta por los siguientes síntomas:
- Hiperoralidad (tendencia al habla)
- Hipersexualidad
- Conducta pasiva e indiferente
- Temeridad o pérdida intensa del miedo
- Dificultad para la atención sostenida
- Hipermetamorfosis (tendencia impulsiva a tocar objetos)
Lesión posterolateral superior
Si se produce una lesión posterolateral superior en cualquiera de los hemisferios cerebrales, entonces aparecen paracusias o ilusiones auditivas y alucinaciones auditivas elementales (por ejemplo, de sonidos).
Otras lesiones y síntomas
Por otro lado, si la lesión se da en la circunvolución temporal superior, entonces pueden darse dos tipos de síntomas:
- Sordera cortical (en lesiones bilaterales del lóbulo temporal)
- Hemianacusia (en lesiones unilaterales)
En cambio, si la lesión se produce en la zona temporoccipital de ambos hemisferios cerebrales (es decir, una lesión bilateral), entonces se producirá prosopagnosia. La prosopagnosia es una incapacidad para reconocer las caras de la gente (incluyendo caras familiares).
El lóbulo temporal es una región fundamental para percibir el habla y descodificarla, lo que permite la comprensión del lenguaje humano. También está implicado en procesos de memoria, afectividad y reconocimiento.
Es una estructura clave que, a su vez, está configurada por otras “subestructuras” esenciales para leer y escribir, reconocer las caras o integrar diferentes tipos de percepciones, entre otras funciones.
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