Síntomas de la intolerancia a la fructosa y qué alimentos consumir

Si tienes náuseas, dolor abdominal y flatulencias tras ingerir frutas, quizás padezcas algún tipo de intolerancia a la fructosa. La forma leve de la enfermedad se puede abordar con una dieta específica.
Síntomas de la intolerancia a la fructosa y qué alimentos consumir
Laura Herrera

Escrito y verificado por la médica Laura Herrera.

Última actualización: 05 febrero, 2024

El azúcar de las frutas (fructosa) se absorbe en el intestino delgado, a través del trabajo metabólico de enzimas y proteínas transportadoras. Cuando existe intolerancia a la fructosa o malabsorción de la misma, el cuerpo tiene dificultades para incorporar este nutriente y aparecen síntomas digestivos.

Según las estadísticas, la forma hereditaria del trastorno, que se manifiesta desde la infancia, afecta a 1 de cada 10 000 personas. En cuanto a la modalidad de comienzo en la adultez, no hay datos concretos, si bien algunas estimaciones estipulan 40 % al 60 % de presencia en pacientes con otros diagnósticos gastrointestinales.

Tipos de intolerancia a la fructosa

La fructosa es un tipo de azúcar natural presente en las frutas, la miel y algunos vegetales. Se absorbe en el intestino delgado a través de la acción de enzimas y transportadores. Cuando hay problemas con algunos de estos componentes, aparece el trastorno de intolerancia.

La enzima involucrada es la aldolasa B. Las personas que no la tienen por completo o que la producen en cantidades insuficientes, no podrán procesar la fructosa.

Por su parte, las proteínas que transportan la fructosa hacia las células son GLUT5 y GLUT2. También, la deficiencia o ausencia de los transportadores impide la absorción del azúcar.

Así, podemos encontrarnos ante tres tipos de intolerancia a la fructosa:

  • Primaria o hereditaria: la persona nace con la condición porque carece de la enzima necesaria. Es una forma severa, pero tiene tratamiento. Los síntomas se hacen evidentes desde la infancia temprana.
  • Malabsorción de fructosa: este es el tipo de intolerancia que aparece en la adultez. Puede haber un déficit enzimático, pero también es posible que se manifieste por una combinación de factores que compliquen la entrada de la fructosa a las células intestinales. Es frecuente entre personas con síndrome del colon irritable, por ejemplo, o en el contexto de la enfermedad celíaca.
  • Fructosuria esencial: este trastorno metabólico es hereditario y poco común. Hay una deficiencia de una enzima hepática llamada fructoquinasa. Por ello, la fructosa no se metaboliza y se excreta en la orina. No hay síntomas significativos ni complicaciones asociadas.


Síntomas de intolerancia a la fructosa

La intensidad de la sintomatología puede variar entre diferentes personas, cuando el cuadro es de malabsorción. Habrá pacientes con síntomas leves de intolerancia a la fructosa, mientras que otros atravesarán episodios severos que afectarán de manera considerable su calidad de vida.

La mayoría de los síntomas son gastrointestinales y aparecen luego de ingerir alimentos ricos en el azúcar, como las frutas. Los más frecuentes son los siguientes:

  • Diarrea
  • Náuseas
  • Dolor tipo cólico intestinal
  • Meteorismo o aumento de gases
  • Sensación de pesadez o distensión abdominal

La persistencia del trastorno y la falta de un abordaje adecuado pueden determinar la aparición de otros síntomas más generales. Por ejemplo, fatiga extrema y dolor de cabeza.

Síntomas de la intolerancia a la fructosa hereditaria

En el caso más severo de una intolerancia heredada, habrá síntomas desde el momento en el que el bebé incorpore alimentos sólidos. Es decir, desde los 6 meses de edad.

En principio, diarrea y vómitos se harán evidentes. Luego, ante la persistencia del trastorno, podrían manifestarse signos más severos, como los siguientes:

  • Ictericia
  • Falla renal
  • Insuficiencia hepática
  • Retraso del crecimiento y desarrollo
Sin un tratamiento adecuado, los niños corren riesgo de vida.

¿Qué alimentos evitar?

En caso de intolerancia a la fructosa, ya sea por malabsorción o hereditaria, se recomienda limitar el consumo de alimentos y bebidas que contengan niveles elevados de fructosa, como los siguientes:

  • Productos con miel.
  • Bebidas azucaradas: jugos de frutas, bebidas deportivas y energizantes, gaseosas y sodas.
  • Vegetales: algunas verduras tienen fructanos, que ocasionarán síntomas. Por ejemplo, coles, cebollas, tomates, calabazas, colinabos y berenjenas.
  • Frutas: manzanas, peras, dátiles, chirimoyas, cerezas, kiwis, uvas, ciruelas, bananas y frutas desecadas suelen tener niveles significativos de fructosa.
  • Alimentos procesados y envasados: la mayoría contienen jarabe de maíz de alta fructosa o JMAF. Hay que leer las etiquetas para identificar al ingrediente.
  • Alimentos con sorbitol: algunas personas con intolerancia a la fructosa también son sensibles al sorbitol, un alcohol de azúcar que se encuentra en productos etiquetados como «sin azúcar» o «sin azúcar añadido». La revisión de la etiqueta revelará su presencia.


¿Qué alimentos consumir?

Existen diversos alimentos que pueden ser incluidos en la dieta de una persona con intolerancia a la fructosa. El objetivo es cubrir los requerimientos, reduciendo los síntomas al mínimo.

De todos modos, la tolerancia a productos puntuales puede variar entre personas.

Para el aporte de proteínas, los pacientes con síntomas de intolerancia a la fructosa pueden optar por carne de res, de pollo, de pavo, de pescado y huevos. En cuanto a los lácteos, se recomiendan los deslactosados, ya que muchas personas con trastornos asociados a la fructosa, tampoco toleran la lactosa.

Se pueden ingerir verduras con poco contenido de fructosa, como zanahorias, espinacas, papas, brócolis y apios. El arroz y la quinoa también pueden formar parte de la dieta de manera habitual. Otros complementos admitidos son los aceites vegetales, las nueces y las almendras.

¿Y se pueden ingerir frutas? Es muy difícil incluir una fruta que tenga poco contenido de fructosa, ya que hasta la más mínima cantidad del nutriente desencadena síntomas en algunos pacientes. En todo caso, se puede probar la tolerancia a los albaricoques, las clementinas, el jugo de lima y el melón cantalupo.

Una dieta baja en FODMAP podría ser la clave

De acuerdo con una investigación publicada en Current Gastroenterology Reports, la intolerancia a la fructosa podría reducir sus síntomas cuando se sigue una dieta con poca cantidad de alimentos FODMAP. Estas son las siglas en inglés para fermentable oligosaccharides, disaccharides, monosaccharides and polyols u oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables.

La dieta baja en FODMAP restringe ciertos carbohidratos fermentables, controla la ingesta de sorbitol, limita los fructanos y la lactosa. Es un plan de eliminación temporal, con una posterior reintroducción gradual, bajo la supervisión de un nutricionista.

Si tienes síntomas compatibles con la intolerancia a la fructosa, lo adecuado será realizar una consulta médica. El diagnóstico se concretará con una prueba de eliminación de ciertos ingredientes o con un test de aliento. En bebés se requiere un examen genético.

Aunque preocupante y molesta para la vida cotidiana, la intolerancia a la fructosa se puede tratar. Además de la dieta baja en FODMAP, hay otras alternativas que puedes discutir con un profesional de la salud.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.