Síntomas del síndrome del intestino irritable
Las afecciones digestivas suelen causar gran malestar en la población. Dentro de ellas, los síntomas del síndrome del intestino irritable son frecuentes y de los más intensos.
Esta patología no tiene una causa definida, por lo que se identifica en base a los signos del paciente. Las manifestaciones clínicas varían de una persona a otra, siendo la diarrea y el dolor abdominal la principal forma de presentación.
Síntomas comunes del síndrome del intestino irritable
Por lo general, los síntomas tempranos del intestino irritable suelen aparecer entre la adolescencia y los 20 años de edad. Estudios estiman una prevalencia de 15 % en los países industrializados, siendo 3 veces más frecuente en mujeres que en hombres. Su aparición en pacientes de edad avanzada es poco común.
Las manifestaciones clínicas pueden ser irregulares en el tiempo y variar en intensidad. De igual forma, los episodios se presentan durante el día, sobre todo en condiciones de alto estrés físico y mental. Esto representa un gran malestar para los pacientes en la realización de sus actividades sociales, domésticas, académicas y laborarles.
Los síntomas más frecuentes son el dolor o malestar abdominal, así como las modificaciones en el patrón y las características de la defecación. Por otro lado, es común la sensación de evacuación incompleta, las flatulencias, los eructos, la distensión abdominal, la acidez, las nauseas y los mareos. Todas estas, también suelen ser signos de alarma de un intestino enfermo.
Dolor abdominal
El dolor abdominal a causa del síndrome de intestino irritable es el síntoma de mayor relevancia. Puede producirse en forma de dolor sordo y continuo o como cólicos agudos de alta intensidad. Por lo general, se refiere en la parte baja del abdomen.
Los episodios tienden a ser irregulares, apareciendo de forma paroxística. En la mayoría de los casos, el malestar abdominal se alivia con la evacuación intestinal y aumenta después de ingerir alimentos. Además, la aparición del dolor se asocia a cambios en la forma de las heces y en la frecuencia de las deposiciones.
Diarrea y estreñimiento
Las modificaciones en la defecación suelen aparecer de forma espontanea y sin causa evidente. Los episodios de diarrea se caracterizan por la deposición de heces blandas y acuosas 3 o más veces al día. Investigaciones clasifican a esta afección como síndrome del intestino irritable con predominio de diarrea.
De igual forma, el paciente puede presentar heces duras y secas con dificultad para su evacuación. Los brotes de estreñimiento se identifican ante la evidencia de menos de 3 deposiciones por semana. Este hecho determina que la clasificación de esta enfermedad también puede inclinarse hacia el predominio de estreñimiento o constipación.
En algunos pacientes puede existir alternancia entre los episodios de estreñimiento y diarrea. Estos síntomas se distancias por semanas o meses. Ambos se asocian a múltiples complicaciones.
Urgencia para defecar
El tenesmo es el síntoma que define la necesidad urgente por defecar aún después de la evacuación intestinal. Los pacientes con síndrome de intestino irritable suelen experimentar este síntoma acompañado de una sensación de ocupación rectal constante.
De igual forma, la necesidad continua por defecar puede llevar al paciente a aumentar su frecuencia de visitas al baño, así como la fuerza de pujo. Además, promueve la aparición de complicaciones rectales, como las hemorroides.
Flatulencias y eructos
Los movimientos anormales del tracto digestivo y las modificaciones en el contenido intestinal pueden originar un aumento en la producción de gas. Por tal motivo, las flatulencias y los eructos excesivos suelen ser síntomas secundarios del síndrome de intestino irritable.
En este sentido, la adopción de dietas ricas en fibra mejoran el tránsito intestinal y reducen ambas manifestaciones. El tratamiento para el estreñimiento y el alivio de los cólicos también contribuye a la desaparición de estos síntomas.
Distensión abdominal
La distensión abdominal es la sensación anormal de hinchazón u opresión en el abdomen. Es resultado de la acumulación de líquido o gas en el tracto gastrointestinal, producto de una alteración funcional o estructural del mismo. Estudios estiman que está presente en más del 96 % de los pacientes con síndrome de intestino irritable.
Las personas suelen describir a la distensión abdominal como una sensación de plenitud, pesadez, presión o malestar abdominal que puede ser vaga o intensa. Por lo general, la misma suele reducir el apetito y se presenta acompañada de eructos y flatulencias.
Acidez y reflujo
En algunos pacientes, el síndrome de intestino irritable se acompaña de acidez y reflujo del contenido estomacal. Estos síntomas son originados por un aumento en la producción de ácidos gástricos y alteraciones en la motilidad del tubo digestivo.
El reflujo suele ir seguido de un sabor amargo y desagradable en la boca. Por su parte, la acidez puede referirse como un ardor o quemazón en la parte alta del abdomen o a lo largo del esófago. El tratamiento temprano con antiácidos alivia rápidamente los síntomas.
Síntomas raros del síndrome del intestino irritable
Se han identificado síntomas extraintestinales como parte de la clínica del síndrome del intestino irritable. Los mismos son resultado de las alteraciones funcionales digestivas, así como de la desregulación nerviosa asociada en los pacientes con la afección. Estos deben ser considerados por el especialista al momento de fijar una ruta diagnóstica y terapéutica.
Fatiga e insomnio
La fatiga o sensación de cansancio excesivo suele estar relacionada con la alteración de la digestión. De igual forma, aumenta en las situaciones de estrés y depresión. Su intensidad está en relación directa con el resto de los síntomas.
Por otro lado, los pacientes que padecen esta afección experimentan dificultad para dormir y sensación de sueño no reparador al despertar en la mañana. La mala calidad del descanso y el insomnio también influyen en la sensación de poca energía para realizar las actividades diarias.
Dolor no abdominal
En raras ocasiones, el síndrome de intestino irritable puede manifestarse en compañía de dolor de cabeza y lumbar. Además, podría haber dolores musculares de leve a moderada intensidad en algunos pacientes.
Palpitaciones
Durante los episodios de cólicos agudos, diarrea y estreñimiento, el paciente puede experimentar un aumento en la frecuencia cardíaca y disminución de la presión arterial, como resultado de una respuesta vagal autónoma.
Afección sexual
El dolor durante las relaciones sexuales y la pérdida de la libido son síntomas poco comunes en hombres y mujeres que sufren síndrome de intestino irritable. Hasta el momento, se cree que estas afecciones son producto de una alteración psicológica promovida por el dolor abdominal recurrente y la urgencia defecadora.
Posibles complicaciones
En la mayoría de los pacientes, el síndrome de intestino irritable no tratado se mantiene como una enfermedad benigna que causa gran malestar a lo largo de toda la vida. Por otro lado, los síntomas promovidos por esta afección son capaces de causar varios efectos secundarios:
- Deshidratación.
- Hemorroides.
- Fisuras rectales.
- Pérdida de peso.
- Depresión y ansiedad.
De igual forma, suele originar una mala calidad de vida al privar su esfera social y laboral. De hecho, esta afección es la segunda causa mundial de ausencias laborales después del resfriado.
Ante síntomas abdominales recurrentes, buscar atención médica
Los episodios de diarrea o estreñimiento suelen ser subestimados. Esto es debido a la alta prevalencia de afecciones intestinales esporádicas que afectan a las personas. No obstante, los síntomas del síndrome del intestino irritable suelen ser bastante molestos y condicionan múltiples complicaciones.
Por tal motivo, si se presenta dolor abdominal agudo, diarrea y estreñimiento persistente, o cualquier otro síntoma extraño, no hay que dudar en buscar asistencia médica. Los profesionales de salud están capacitados para atender la afección y ofrecer el mejor abordaje.
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