Mareos por ansiedad: causas y cómo combatirlos
¿Qué son los mareos por ansiedad? ¿Te gustaría conocer sus causas y cómo combatirlos? Es importante recordar que la ansiedad es un trastorno de hiperactivación fisiológica en el que aparecen muchos síntomas somáticos o físicos como náuseas, vómitos, dolor o presión en el pecho, sudoración, etc.
La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes en las personas que acuden a los servicios de atención primaria en todo el mundo. Tiende a aparecer en la adolescencia y adultez temprana y afecta más a las mujeres. Si quieres conocer más sobre los mareos por ansiedad, te invitamos a seguir leyendo este artículo.
Mareos por ansiedad: ¿qué son?
La ansiedad es un estado de hiperactivación del organismo -del sistema nervioso autónomo- que provoca síntomas muy diversos: cognitivos (subjetivos/psicológicos), físicos o somáticos y conductuales. Entre los síntomas físicos encontramos los mareos por ansiedad.
Estos mareos, en muchos casos, pueden llegar a ser muy intensos e incapacitar a la persona a la hora de llevar a cabo su vida con normalidad. Es decir, pueden interferir de forma notable en su funcionamiento diario. Pero, ¿por qué aparecen? ¿Por la propia ansiedad? ¿Podemos concretar aún más?
Causas
Las causas de los mareos por ansiedad son, como se intuye, la propia ansiedad. Pero indaguemos un poco más en ello. ¿Qué causas, derivadas de la propia ansiedad, originan los mareos? Veamos las 4 causas más frecuentes:
1. Miedo y tensión altos
Uno de los síntomas típicos de la ansiedad es el miedo. Cuando una persona sufre una sensación intensa su frecuencia cardíaca y tensión arterial se elevan. Esto sucede en el máximo momento de angustia o ante un estímulo que ha desencadenado ese miedo. Pero, ¿qué ocurre cuando el momento de máximo estrés va decayendo?
Que el cuerpo reduce esa tensión inicial, reequilibra sus niveles, y es entonces cuando aparecen los mareos, por la reducción «drástica» de la tensión arterial. Estos mareos, muchas veces, llevan también asociada una sensación de confusión.
2. Sobrecarga o saturación mental
Cuando una persona sufre ansiedad, está de forma constante en una posición de alerta (a nivel mental y físico). En este sentido puede manifestar un estado de hipervigilancia. Esto genera mucha angustia, además de una fuerte sobrecarga mental, lo que desemboca en un gran desgaste energético.
El desgaste energético, continuado en el tiempo, provoca fatiga mental y una debilidad generalizada. Dicha debilidad se acompaña, muchas veces, de los mareos por ansiedad, además de otros síntomas como la confusión, la apatía, etc.
3. Tensión muscular
La tensión muscular es otro de los síntomas característicos de este trastorno. Si el cuerpo está tenso es porque se activa un sistema de alerta ante un posible peligro real o imaginario.
Esta tensión puede propiciar la aparición de los mareos por ansiedad. Además, también conlleva síntomas a nivel mental (sobrecarga, saturación, preocupaciones excesivas, fatiga, sensación de pérdida de control, etc.).
4. Respiración alterada e hiperventilación
La alteración en la respiración es típica de esta condición. Los afectados tienden a respirar de forma más rápida y/o agitada, haciendo inspiraciones cortas o respirando de forma muy superficial. Esta «mala» respiración puede ser la causa de los mareos por ansiedad.
En otras ocasiones lo que ocurre es que se produce una hiperventilación en el organismo; así, en el cuerpo entra una mayor cantidad de oxígeno de la necesaria, lo que provoca una disminución del dióxido de carbono.
Se produce de esta manera un desequilibrio, y el cuerpo intenta recuperar el equilibrio del pH de la sangre (la sangre se vuelve alcalina), lo que desemboca en los mareos por ansiedad.
“Cada momento, cada respiración y cada experiencia en tu vida se nutre de tu actitud”.
-Anónimo-
Cómo combatirlos
Los mareos por ansiedad generan mucha molestia, y la persona puede sufrir ante ellos. Además, la experimentación de este y otros síntomas somáticos puede hacer que la persona fije más su atención en los síntomas y, como consecuencia, que la ansiedad aumente.
A mayor ansiedad, mayor probabilidad de intensificarse los síntomas (en este caso, los mareos por ansiedad). ¿Qué podemos hacer para evitarlos? Os dejamos algunas ideas clave para ello:
- Dale a los mareos la importancia que se merecen, pero no más: los mareos por ansiedad no son peligrosos; nos los hemos de tomar como un síntoma de «alerta» que nos indica que algo no va bien, pero en realidad no resultan peligrosos.
- Practica ejercicios de respiración: la respiración diafragmática, por ejemplo, rebaja los niveles de activación del organismo y la propia ansiedad. Por ello este tipo de ejercicios forman parte de muchas terapias psicológicas enfocadas a combatir la ansiedad.
- Practica la relajación: la relajación es otra de las técnicas que puede ayudarnos a reducir los niveles de activación del organismo, lo que repercute de forma directa y positiva sobre la ansiedad.
- Deja de focalizarte en los mareos (toma distancia): si sentimos mareos nuestra tendencia natural será focalizar la atención en ellos. Sin embargo, dejar de prestarles atención puede ayudar a que los mismos desaparezcan.
- Trabaja en tus pensamientos negativos: a través de la terapia cognitiva, se trabaja mucho en los pensamientos negativos de las personas que tienen ansiedad. Reducir estos pensamientos y sustituirlos por otros más adaptativos, positivos y/o realistas pueden mejorar los síntomas.
- Haz ejercicio físico: el ejercicio físico conduce a la liberación de endorfinas y a un estado de calma y relajación. Mientras lo practicamos la mente se evade, lo que resulta muy beneficioso para combatir la ansiedad.
Mareos por ansiedad: empieza a trabajar en ellos
La ansiedad es un trastorno que se vive con mucha angustia, porque nos aleja de una sensación de calma y tranquilidad. El organismo se comporta de forma hiperactiva y exagerada, como si viviéramos en un mundo lleno de peligros. Pero son peligros irreales o imaginarios, porque en realidad estamos a salvo.
A raíz de esta hiperactivación (y de otras causas más subyacentes, como la hiperventilación y la sobrecarga mental propias de la ansiedad, ya explicadas) se producen los mareos. Tomar consciencia de los mismos, a la par que les perdemos el miedo, puede beneficiarnos a la hora de abordar este tipo de síntomas.
Si quieres dejar de experimentarlos, ve al problema de raíz: acude a la propia ansiedad. Y, desde aquí, empieza a trabajar en tu cambio. Pide ayuda profesional y empieza a avanzar: ¡te lo mereces!
“Medito, así que sé cómo encontrar un lugar tranquilo para estar en calma y en paz”.
-Roseanne Barr-
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