Gastritis nerviosa: ¿cómo reconocerla y qué debo hacer?

La gastritis emocional es la inflamación de la mucosa gástrica asociada a situaciones de alta tensión emocional, por lo que su curso es modificable.
Gastritis nerviosa: ¿cómo reconocerla y qué debo hacer?
Mariel Alexandra Mendoza Delgado

Escrito y verificado por Mariel Alexandra Mendoza Delgado.

Última actualización: 10 agosto, 2023

La gastritis nerviosa, también conocida como gastritis emocional o gastritis inducida por estrés, es la inflamación de la mucosa gástrica debido a factores emocionales y psicológicos, como el estrés, la ansiedad o la depresión. No es una enfermedad en sí, pero es un factor desencadenante o agravante de la gastritis crónica.

Sus síntomas incluyen dolor abdominal en la parte superior del abdomen, ardor en el estómago acompañado o no de reflujo ácido y náuseas y vómitos. Los síntomas de la gastritis, con independencia de su origen, suelen ser los mismos . Te explicamos cómo reconocerlos.

Gastritis nerviosa o emocional

De acuerdo con un trabajo divulgado en Journal of Gastroenterology and Hepatology, la gastritis nerviosa es aquella que se desencadena o agrava por factores emocionales, psicológicos o estresantes.

El estrés crónico y la ansiedad producen una respuesta en el cuerpo que incluye el aumento de la producción de ácido estomacal y modificaciones en la función gastrointestinal. Esto podría dañar la mucosa del estómago y provocar la aparición o empeoramiento de la gastritis.

Además, cuando hay una alta tensión emocional, las personas suelen recurrir a hábitos poco saludables para lidiar con el estrés, como el consumo excesivo de alimentos azucarados, alcohol, cafeína y tabaco, que contribuyen más a la irritación de la mucosa gástrica. De todo ello advierte la University of Chicago Medicine.

Cuando la inflamación evoluciona, puede provocar otros problemas de salud, como úlceras, dispepsia funcional y el síndrome del intestino irritable.



¿Cuáles son los síntomas de la gastritis nerviosa?

Entre los síntomas de la gastritis nerviosa, además de los clásicos de la inflamación gástrica, suelen destacar los relacionados con el estrés. Tal y como se recoge en un trabajo divulgado en Boletín Informativo CEI, algunos de ellos son los siguientes:

  • síntomas psicológicos o emocionales,
  • estrés y ansiedad,
  • nerviosismo,
  • insomnio,
  • hipertensión arterial.

Por otro lado, los síntomas gastrointestinales incluyen algunos como:

  • dolor abdominal en la parte alta del abdomen,
  • ardor estomacal,
  • reflujo ácido gastroesofágico,
  • náuseas y vómitos,
  • sensación de llenura posprandial,
  • hinchazón abdominal,
  • pérdida del apetito,
  • malestar general.

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¿Qué diferencia la gastritis nerviosa a la causada por otras razones?

Los síntomas de la gastritis nerviosa son similares a la gastritis causada por otras razones, pero se diferencia en que su origen es emocional. El dolor y otras manifestaciones pueden desencadenarse o empeorar en momentos de alta tensión emocional o estrés. Su catalizador es de orden psicológico, allí radica la diferencia.

Tratamiento para la gastritis nerviosa

Cuando no se trata a tiempo, no solo los síntomas de la gastritis nerviosa terminan siendo molestos, sino que pueden llegar a producirse complicaciones de la gastritis como las temidas úlceras estomacales.

El tratamiento de la gastritis nerviosa es similar al de otros tipos de gastritis, pero es importante además abordar las causas emocionales subyacentes.

Aunque no hay un tratamiento específico para curar la gastritis nerviosa, hay algunas opciones que pueden ser útiles para mejorar los síntomas:

  • Medicamentos antiácidos: suelen ser de venta libre y pueden ayudar a neutralizar el ácido estomacal y aliviar el malestar y la acidez asociados con la gastritis.
  • Inhibidores de la bomba de protones: reducen la producción de ácido en el estómago.
  • Antagonistas de los receptores H2: bloquean la acción de la histamina, que estimula la producción de ácido en el estómago.
  • Tratamiento de la ansiedad y el estrés: la terapia cognitivo-conductual, la meditación, el yoga y otras técnicas de manejo del estrés pueden ser beneficiosas para abordar las causas emocionales de la gastritis nerviosa.

No obstante, para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuado, e individualizado, es necesario consultar a un médico gastroenterólogo, y enfocarse además en manejar el estrés y la ansiedad para poder prevenir recurrencias. La terapia combinada es la clave para obtener beneficios a largo plazo en personas con síntomas de gastritis nerviosa.



Consejos para mejorar tu estilo de vida

En la práctica, incorporar ciertos hábitos y cambios en el estilo de vida pueden ayudar con el curso de los síntomas. La Anxiety and Depression Association of America (ADAA) sugiere lo siguiente:

  • Incluye actividad física en tu rutina, ya que te ayuda a liberar endorfinas y disminuir la tensión, lo que favorece la relajación y ayuda a sentirse más alegre.
  • Practica la meditación y ejercicios de respiración.
  • Incorpora actividades de ocio en tu rutina para permitir distraerte.
  • Prioriza tiempos de descanso cortos durante el trabajo.
  • Mantén una dieta balanceada y saludable.
  • Establece límites en las cosas que puedes hacer para evitar sobrecargas emocionales.

Dieta en personas con síntomas de gastritis nerviosa

Lo más recomendable es que la dieta para el dolor de la gastritis nerviosa sea blanda, saludable y rica en alimentos antiinflamatorios:

  • Alimentos de fácil digestión: arroz, avena, puré de patatas, calabaza, zanahorias cocidas.
  • Proteínas magras: pollo, pavo, pescado.
  • Lácteos bajos en grasa: leche desnatada, yogur natural sin azúcar.
  • Frutas bajas en ácido: plátanos, manzanas, peras cocidas.
  • Verduras cocidas o al vapor: espinacas, calabacines, remolachas.
  • Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate.

Hay algunos alimentos que se recomienda evitar en caso de gastritis:

  • Alimentos grasos y fritos: alimentos procesados, comida rápida.
  • Lácteos enteros: leche entera, quesos grasos.
  • Frutas ácidas: naranjas, limones, piñas.
  • Verduras crudas y picantes: cebolla cruda, chiles.
  • Bebidas irritantes: alcohol, café, refrescos con gas.

De forma adicional se recomienda comer en porciones más pequeñas y frecuentes, masticar bien los alimentos y comer despacio, no acostarse justo después de comer y mantenerse siempre hidratado.



La conexión entre el intestino y el cerebro

Con frecuencia se desconoce el impacto que las emociones tienen en los diferentes sistemas del organismo. También, de cómo estos últimos pueden incidir en el estado de ánimo. La relación entre el sistema gastrointestinal y el cerebro es muy compleja, ya que ambos se afectan de manera bidireccional. La gastritis emocional o nerviosa es solo uno de los tantos ejemplos. Frente a estas molestias, no dudes en consultar con un especialista.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.