Las 10 enfermedades más comunes en verano
El verano es una de las épocas más esperadas por la población general. Esta estación se asocia a descubrimientos, nuevas experiencias, desconexión de la rutina y muchas cosas positivas. De todas formas, es necesario tener en cuenta que existen ciertas enfermedades comunes en verano de las que hay que protegerse, sin importar el sitio y el contexto.
Aunque es cierto que las enfermedades víricas son más prevalentes en invierno (por la convivencia en espacios cerrados y el frío), existen otras patologías que se hacen mucho más evidentes cuando las temperaturas suben o el ambiente cambia. Sin ir más lejos, estudios estiman que hasta el 60 % de los turistas que acuden a lugares de bajo ingreso en vacaciones se contagian de infecciones entéricas.
Más allá de las enfermedades gastrointestinales, otras viejas conocidas reaparecen en esta época del año. Si quieres conocer las 10 enfermedades más comunes en el verano y cómo protegerte frente a ellas, te animamos a seguir leyendo.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en el verano?
Se calcula que, cada año, los viajeros internacionales se gastan más de 230 000 millones de dólares en visitar diversas partes del mundo durante las vacaciones. El verano es una época de alegría y descubrimiento, pero también se producen exposiciones a factores potencialmente peligrosos que se deben tener en cuenta.
Por ejemplo, tal y como indica el portal NSC Injury Facts, se producen repuntes de muertes por golpes de calor y ahogamientos en los meses veraniegos. Vamos más allá, pues el peligro de morir ahogado en julio es más alto que en cualquier otra época del año. Normalmente se asocia el invierno a una mayor tasa de mortalidad, pero el cambio climático podría revertir esta tendencia poco a poco.
Golpes de calor, enfermedades transmitidas por vectores biológicos, quemaduras, infecciones intestinales: son muchas las patologías que repuntan en verano. A continuación, te mostramos las 10 más interesantes.
1. Golpe de calor
La enfermedad relacionada con el calor, también conocida como hipertermia, es una condición que tiene lugar cuando el organismo se expone a temperaturas ambientales alarmantemente elevadas. Es un proceso poco frecuente en la población general, pero aún así, la CDC nos avisa de que más de 8000 personas murieron en EE.UU. entre 1999 y 2010 por condiciones asociadas al calor.
Este es un proceso poco frecuente que suele tener lugar 24-48 horas después de la instauración de una ola de calor, pues al cuerpo aún no le ha dado tiempo de adaptarse. Se está en peligro de sufrir esta condición cuando la temperatura ambiental es mayor de 40 ºC y la humedad relativa se mantiene por encima de un 60 %.
Algunos de los síntomas que indican un golpe de calor inminente son los siguientes:
- Temperatura corporal por encima de 39,4 ºC (hipertermia).
- Piel roja, caliente y seca. El paciente no suda (anhidrosis), algo que evidencia el fallo de los mecanismos termorreguladores esenciales.
- Pulso elevado.
- Dolor de cabeza muy intenso.
- Mareos, náuseas, confusión y pérdida de consciencia.
Los golpes de calor son mucho más comunes en las personas envejecidas. Para evitarlos, es necesario consumir mucha agua, limitar las salidas a la calle (o directamente dejar de hacerlo) y beber mucho líquido, sobre todo agua. Durante las horas más calurosas del día, lo mejor es quedarse en casa.
Durante la histórica ola de calor en el año 2021 en Canadá, podrían haber muerto hasta 500 personas por complicaciones asociadas a las altas temperaturas.
2. Intoxicación alimentaria e infecciones intestinales
Según el portal gubernamental Food Safety, solo en Estados Unidos se producen cada año 48 millones de intoxicaciones alimentarias. Esto equivale a 1 de cada 6 habitantes enfermos, 128 000 hospitalizaciones y 3000 muertes anuales. Sin duda, este grupo de enfermedades comunes en el verano no deben ser tomadas a la ligera.
Existen varios eventos que propician las intoxicaciones alimentarias y las infecciones intestinales. Entre ellos, destacamos los siguientes:
- Virus y bacterias: los enterovirus, los rotavirus, los norovirus y los virus de la hepatitis son causantes comunes de intoxicaciones alimentarias. Si hablamos de bacterias, los géneros Salmonella, Escherichia y Campylobacter son los principales sospechosos.
- Hongos: algunos de los que crecen sobre los alimentos son capaces de producir micotoxinas. En este grupo, destacan las aflatoxinas, las altertoxinas y la citrinina.
- Parásitos: helmintos y otros microorganismos más complejos pueden adherirse a las paredes del intestino y provocar enfermedades entéricas tanto agudas como crónicas. Las tenias, los anisakis o las “lombrices” del género Ascaris son parásitos intestinales muy conocidos.
Como hemos dicho en líneas previas, hasta el 60 % de los turistas que visitan un país de bajo ingreso durante el verano terminan padeciendo una intoxicación alimentaria con cuadro diarreico incluido. Además, aunque no viajes fuera de tu casa, el peligro sigue estando ahí: a temperaturas más altas, las bacterias crecen más rápido y el alimento se pone malo antes.
Para evitar la intoxicación alimentaria, la mejor herramienta siempre es lavar bien todo alimento, beber agua embotellada y nunca comprar comida de sitios insalubres en apariencia.
3. Conjuntivitis
El término “conjuntivitis” hace referencia a la infección e inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa que cubre la cara posterior de los párpados y la parte anterior del globo ocular. Este padecimiento es muy común, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de una de las principales manifestaciones de alergia.
Tal y como indican estudios epidemiológicos, la prevalencia de la conjuntivitis alérgica en la población general se sitúa en un 15-20 %, aunque otras fuentes indican cifras mucho más altas, de hasta un 40 %. Las alergias son comunes en las épocas calientes del año (pues en ellas hay más actividad biológica y polen), así que es de esperar que la conjuntivitis aumente en verano.
Más allá de los cuadros alérgicos, en las épocas estivales tendemos a bañarnos en zonas de uso común o poco higienizadas, como la piscina, el mar o los lagos. Por esta razón, también puede aumentar la prevalencia de los cuadros oculares de índole vírica, bacteriana y protozoaria. En resumen, la conjuntivitis es otra de las enfermedades más comunes en verano.
Las infecciones víricas y bacterianas que provocan la conjuntivitis son muy contagiosas. Si sospechas que te has contagiado, evita las piscinas públicas.
4. Gripe
La gripe es una enfermedad infecciosa provocada por el influenzavirus A o influenzavirus B, microorganismos patógenos que pertenecen a la familia Orthomyxoviridae. La incidencia global de este cuadro clínico alcanza el 20 %, es decir, que hasta 1 de cada 5 personas tienen la gripe en cualquier momento y lugar dados. En algunos grupos poblacionales, esta cifra aumente al 40 %.
Si bien es cierto que los picos epidemiológicos de la gripe se producen en invierno, debido a su presencia global también es una de las enfermedades comunes en verano. Además, los cambios drásticos en la temperatura (por ejemplo, de una habitación con aire acondicionado a la calle) facilitan que este grupo de virus ingresen más fácilmente en el cuerpo y evadan al sistema inmunitario.
Para aliviar los síntomas de la gripe, el descanso y el consumo de líquidos son esenciales.
5. Asma
El asma es una enfermedad crónica que provoca inflamación y estrechamiento de los conductos de las vías respiratorias. Los síntomas más comunes de esta condición son la dificultad para respirar, las sibilancias, la opresión torácica y la tos. La prevalencia del asma varía mucho entre regiones y grupos etarios, pero suele situarse entre un 3 y un 7 % de la población mundial.
El portal Asthma.org indica que las manifestaciones sintomáticas de esta enfermedad pueden llegar a empeorar durante el verano. Para explicarlo, se proponen 2 mecanismos:
- Respirar aire caliente podría provocar una disminución del diámetro de las vías respiratorias. Esto empeoraría la tos y el sentimiento de falta de aire.
- Cuando hace calor, normalmente se acumula más polen en el ambiente. Recuerda que en primavera y verano la actividad biológica alcanza su pico anual.
Por este motivo, se hace especialmente importante llevar siempre de vacaciones los inhaladores y las medicaciones pertinentes si eres un paciente asmático. Si la condición empeora mucho durante el verano y tienes que recurrir a la farmacología más de lo normal, es hora de acudir a una revisión médica.
6. Picaduras de insectos y enfermedades derivadas
Un vector es cualquier agente biológico que transmita una enfermedad a un ser vivo. Muchos vectores son famosos por enfermar al ser humano con sus picaduras, pero sin duda, los mosquitos y las garrapatas son los primeros que se nos vienen a la mente en todos los casos.
Los parásitos infectan a los vectores, pero no disminuyen su eficacia biológica. Así, un mosquito puede posarse sobre una persona y, al alimentarse de su sangre, inocula una bacteria o microorganismo patógeno que a su vez provoca un cuadro clínico. Estas son algunas de las enfermedades más famosas transmitidas por vectores invertebrados:
- Malaria: el parásito que provoca esta enfermedad es transportado por los mosquitos del género Anopheles. Solo en 2019 se registraron más de 229 millones de casos nuevos, de los cuales 400 000 terminaron con el deceso del paciente.
- Dengue: el virus que provoca este cuadro clínico es transportado por mosquitos hembra del género Aedes. En el año 2013, se detectaron unos 60 millones de casos nuevos en todo el mundo, pero por suerte, a día de hoy existe una vacuna para combatir el dengue.
- Enfermedad de Lyme: esta patología se transmite por la picadura de una garrapata, artrópodo que se alimenta de la sangre de diversos vertebrados. La bacteria causal es Borrelia burgdorferi.
Debido al aumento exponencial de los vectores con el calor, se puede asumir que muchas de estas enfermedades se hacen más comunes en verano. Además, viajar a zonas “exóticas” fomenta que la gente enferme por picaduras, sobre todo si no se han tomado las medidas profilácticas pertinentes antes de partir al destino.
Si vas al bosque, lleva contigo repelentes de mosquitos y ponte ropa de manga larga. En regiones tropicales en las que las patologías son endémicas, los medicamentos preventivos, las mosquiteras y otras medidas son esenciales.
7. Parotiditis
La parotiditis, conocida por la población general como “paperas”, es una enfermedad contagiosa que se localiza primariamente en las glándulas parótidas, ubicadas detrás de la mandíbula. Es provocada por el microorganismo Mumps ortho rubulavirus, y antes de la vacunación universal, el 90 % de los adultos jóvenes habían pasado la enfermedad.
La infección produce inmunidad vitalicia al patógeno y se puede prevenir con la vacuna triple vírica (SPR). Aquellos niños no vacunados están en riesgo de presentar parotiditis en verano, sobre todo por el estrecho contacto entre infantes que tiene lugar durante campamentos y estancias fuera del hogar. Tal y como indican estudios, los picos epidemiológicos se sitúan entre los 20 y 25 ºC de temperatura.
8. Quemaduras solares
Aunque no se traten de patologías al uso (sino de lesiones), las quemaduras solares merecen una mención de honor entre las 10 enfermedades más comunes del verano, pues 1 de cada 3 habitantes en regiones de alto ingreso reconocen haberse quemado en el último año. Estas cifras no son nada positivas, ya que recordamos que la exposición a la luz UV es un factor de riesgo en el desarrollo del cáncer de piel.
Tal y como indica el portal WebMD, 60 000 personas mueren al año por sobreexposición al sol, ya sea por melanomas malignos u otros tipos de cáncer de piel. Solearse durante un rato en verano no es necesariamente malo, pero siempre recomendaremos acudir a la playa con una crema solar de máxima protección.
9. Otitis
La otitis es una inflamación del oído o de sus tejidos adyacentes, generalmente causada por una infección vírica, fúngica o bacteriana. Según la localización anatómica de las lesiones, una otitis puede ser externa o media y de presentación aguda o crónica. Es una de las enfermedades más comunes en verano, pues en esta época del año solemos poner nuestros oídos en contacto con el agua.
En estos meses es especialmente común el oído de nadador, un tipo de otitis bacteriana que se presenta cuando el agua contaminada entra en los oídos, generalmente tras nadar en piscinas. Los síntomas más comunes son dolor, descargas purulentas óticas, picor y enrojecimiento del área afectada. Por suerte, se trata fácilmente con antibióticos en forma de gotas.
10. Cistitis
El término “cistitis” describe la inflamación de la vejiga. Tal y como indica el portal Urology Health, las infecciones en el aparato urinario son comunes en verano, pues el aumento de las temperaturas y la deshidratación (con la concentración de orina subsecuente) promueven que los microorganismos proliferen en diversas estructuras relacionadas con la micción.
Para evitar este tipo de condiciones en el verano, se pueden seguir los siguientes consejos:
- Orinar después de la actividad sexual: aunque suene extraño, en el caso de la mujer esto puede prevenir el asentamiento de bacterias que hayan podido infiltrarse por la acción del coito.
- Beber mucha agua y bebidas no alcohólicas para mantenerse hidratado.
- Orinar cuando sea necesario: mantener la orina en la vejiga por más tiempo de lo indicado puede fomentar el crecimiento de microorganismos patógenos. Si estás de viaje, no te olvides de miccionar antes de subir al coche o avión.
- Higienizar bien la zona anal y genital: con el calor, los microorganismos proliferan más rápido o en sitios donde normalmente no lo harían. Mantenerse limpio en verano es esencial.
Prevenir las enfermedades comunes del verano es fácil
Aunque aquí te hemos presentado 10 enfermedades que aumentan su incidencia en verano, sin duda las más comunes son las intoxicaciones alimentarias, los golpes de calor y las patologías transmitidas por vectores. Todas ellas son fáciles de evitar: con limpiar bien la comida, beber mucha agua, mantenerse a salvo del sol y usar repelentes es suficiente.
Si vas a ir de viaje a una región inhóspita o poco conocida, toda precaución es poca. Acude al médico, vacúnate si es necesario e infórmate de las terapias farmacológicas que debes seguir antes de embarcarte en tu aventura. De tu capacidad planificadora dependerá tu experiencia veraniega, así que no dejes nada al azar.
- Steffen, R. (2005). Epidemiology of traveler's diarrhea. Clinical Infectious Diseases, 41(Supplement_8), S536-S540.
- Deaths by Month, NSC Injury facts. Recogido a 31 de julio en https://injuryfacts.nsc.org/all-injuries/preventable-death-overview/deaths-by-month/
- Picture of America: Heat related illness. Recogido a 31 de julio en https://www.cdc.gov/pictureofamerica/pdfs/picture_of_america_heat-related_illness.pdf
- Food poisoning, food safety. Recogido a 31 de julio en https://www.foodsafety.gov/food-poisoning#:~:text=While%20the%20American%20food%20supply,128%2C000%20hospitalizations%20and%203%2C000%20deaths.
- Rosario, N., & Bielory, L. (2011). Epidemiology of allergic conjunctivitis. Current opinion in allergy and clinical immunology, 11(5), 471-476.
- Weather, Asthma.uk. Recogido a 31 de julio en https://www.asthma.org.uk/advice/triggers/weather/
- The association between the incidence of mumps and meteorological parameters in Taiwan
- Avoid a UTI as the summer heats up, Urology Health. Recogido a 31 de julio en https://www.urologyhealth.org/healthy-living/care-blog/2017/avoid-a-uti-as-the-summer-heats-up