Duelo perinatal: síntomas, fases y tratamiento
El duelo es un proceso adaptativo que vivimos las personas tras una pérdida significativa. Cuando este se desencadena por una muerte perinatal, es decir, por la muerte de un hijo que se estaba gestando, entonces hablamos de duelo perinatal.
Según un estudio de Pía López (2011), se estima que entre el 15 y el 25 % de los embarazos terminan en aborto. Es decir, casi 1 de cada 4 mujeres pasará por esta situación traumática.
Además, si este proceso no se trata de forma adecuada, este puede derivar en un duelo patológico. En relación a ello, los estudios internacionales, citados en Neira (2017), afirman que la prevalencia del duelo patológico en un duelo perinatal varía entre 20-40 %.
Duelo perinatal: ¿qué es?
El duelo es la reacción emocional ante una pérdida significativa en nuestra vida. Es el proceso, totalmente normal y adaptativo, que emerge tras este pérdida.
Cuando hablamos de pérdidas nos referimos, por ejemplo, a la pérdida de un ser querido por fallecimiento, a una ruptura, la pérdida del trabajo, de una habilidad, de un cambio de ciudad, etc.
En el caso del duelo perinatal, hablamos de un duelo muy concreto, que aflora tras la pérdida ocurrida en cualquier momento de la gestión hasta el primer mes de vida del bebé. Así, es el proceso tras la muerte de un hijo, que se da por diferentes situaciones:
- Abortos espontáneos o inducidos.
- Embarazos ectópicos (cuando un óvulo fecundado se implanta y crece fuera de la cavidad principal del útero).
- Reducción selectiva (aborto inducido de uno o más fetos en una gestante múltiple).
- Muerte de un gemelo en gestación.
- Feto muerto intraútero o durante el parto.
- Muerte de prematuro o de neonato.
- Cesión de un hijo en adopción.
Duelo por el hijo y por las expectativas de una vida
El duelo perinatal es una respuesta natural de padres y familiares ante una pérdida perinatal. Y es que la muerte de un hijo no solo implica el duelo por esa muerte, sino también por la pérdida de otros aspectos relacionados, que hacen de este duelo algo más complejo.
Hablamos del afrontamiento de expectativas de futuro o de un proyecto de vida truncadas, pérdida de hijo proyectado, pérdida de una etapa de la vida y de identidad como madre/padre, duelo por la infertilidad, pérdida de compartir la vivencia con el entorno que sí tiene o espera hijos, etc.
Síntomas
Es cierto que cada persona manifestará una serie de síntomas específicos en su proceso de duelo perinatal. Pero también lo es que existen algunos síntomas que aparecen, con frecuencia, en muchas de las personas (sobre todo en las mujeres).
Hablamos de síntomas como:
- Negación (sobre todo en las fases iniciales).
- Sentimiento de vacío.
- Tristeza profunda.
- Sentimiento de culpa.
- Irritabilidad.
- Anhedonia o pérdida del disfrute.
- Apatía o pérdida del interés.
- Incontinencia emocional.
- Estado de ánimo deprimido.
- Ansiedad.
- Rabia.
Trastornos derivados del duelo perinatal
Un duelo perinatal puede desembocar en trastornos psicológicos importantes, entre los que destacan los siguientes:
Trastornos depresivos
Según estudios de Neugebauer et al. (1997) y Friedman et al. (1989), entre el 10 y el 48 % de las mujeres que pasan por un duelo perinatal, manifestarán trastornos depresivos.
Este tipo de trastornos son más frecuentes en mujeres con antecedentes depresivos o psiquiátricos en general o en aquellas que han tenido abortos previos.
Depresión perinatal
Estudios más recientes afirman que 1 de cada 6 mujeres sufrirá depresión perinatal durante un proceso de duelo perinatal.
En relación a ello, Jésica Rodríguez Czaplicki, psicóloga perinatal y presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal, sostiene que “2 de cada 10 mujeres sufrirá trastornos de salud mental perinatal, y de estas 2, el 50 % sufrirá depresión perinatal”.
Sin embargo, añade que las cifras varían ligeramente en cada país. Es importante diferenciar aquí los síntomas propios de una depresión (un trastorno), de los síntomas propios de un duelo (un proceso adaptativo y normal).
“Llorar es hacer menos profundo el duelo”.
-William Shakespeare-
Trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad (o la ansiedad en general) son otra de las posibles consecuencias del duelo perinatal.
Según un estudio de Prettyman et al. (1993), este tipo de trastornos aumentan tras el aborto para disminuir después de las 12 semanas, pero despuntan ante la posibilidad de un nuevo embarazo.
Así, las mujeres que se quedan embarazadas después de un aborto suelen experimentar miedo y en muchos casos ansiedad (por el temor a que les vuelva a suceder).
Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Según un estudio de Ayers (2003), entre el 2 y el 5 % de las mujeres que pasan por un parto instrumental o una cesárea, desarrollará TEPT.
Por otro lado, según Brier (2004), hasta el 25 % de las mujeres sufrirá este trastorno en el mes posterior a la pérdida, y el 7 % cuatro meses después.
Fases del duelo
Se suele hablar de 5 fases o etapas en el duelo. Fue la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross quien describió estas 5 fases, que se pueden aplicar también al duelo perinatal:
- Fase de negación y aislamiento: la persona niega lo que le ha ocurrido, está en shock y no puede asimilar la situación.
- Ira: aparecen fuertes sentimientos de ira, sumados a una sensación de injusticia por la situación. La persona se pregunta: “¿por qué a mí?”.
- Negociación: se empieza a transitar el dolor por la pérdida del hijo. Su objetivo es procesar la carga emocional que viene tras esta vivencia.
- Tristeza: se desencadenan las primeras emociones de tristeza y mucho dolor.
- Aceptación: se ha procesado la pérdida; aparece cierto alivio y se integra la vivencia como parta de la historia personal.
El duelo perinatal: un proceso cíclico
Las mujeres que transitan por un duelo perinatal suelen pasar por estas 5 fases, aunque no todas tienen por qué pasar por todas las fases, ni tampoco hacerlo en el mismo orden.
Además, el duelo es un proceso cíclico, así que es muy normal ir de una fase a la otra, “retroceder” a la anterior, volver a la inicial, etc. En este proceso cíclico pueden aparecer “bajones” importantes, donde se desborda la tristeza, y esto no significa que no se esté avanzando.
“El duelo es un proceso, no un estado”.
-Anne Grant-
Tratamiento
Más que un tratamiento del duelo perinatal, deberíamos hablar de un abordaje o de un acompañamiento emocional. ¿Por qué? Porque el duelo perinatal no es ninguna patología, ningún trastorno mental.
Es, insistimos, una reacción normal a una vivencia traumática como lo es la pérdida de un hijo. Esto no significa que no deban abordarse los síntomas de duelo, ya que un acompañamiento emocional, por parte de un profesional especializado (psicólogo perinatal), resulta de gran importancia en estos casos.
Por otro lado, sabemos que el duelo puede complicarse, y acabar derivando en otros trastornos. En estos casos será fundamental abordar toda la sintomatología.
La importancia del acompañamiento emocional
Cuando el duelo no se complica, eso es, cuando la mujer (o el padre del hijo que ha fallecido) transita por las etapas normales en este proceso, un profesional podrá acompañar a la persona, a través de:
- La validación emocional: reconocer sus emociones como válidas, y nunca juzgarlas. Normalizar el sentir.
- La escucha activa: escuchar las verbalizaciones de la persona, así como su lenguaje no verbal, ofreciendo feedback y acompañamiento desde la empatía y la comprensión.
- Ofrecer técnicas efectivas para reducir los niveles de ansiedad: técnicas de relajación, respiración…
Es importante que la mujer se sienta escuchada y comprendida, y que pueda transitar por las diferentes fases del duelo perinatal, sin presiones (permitiéndose sentir). Por otro lado, será importante abordar los sentimientos de culpa y de miedo que aparecen muchas veces en este tipo de vivencias.
Un proceso largo y que puede expresarse de varias maneras
El duelo perinatal, aunque es un proceso normal y adaptativo ante una pérdida tan dolorosa como la de un hijo que se está gestando, puede complicarse si no se tratan adecuadamente sus síntomas.
Una de las complicaciones más frecuentes es la depresión perinatal, que, según los expertos, está infradiagnosticada, y que no está relacionada con el número de hijas o hijos que se hayan tenido.
Es importante tomar conciencia como sociedad de este tipo de situaciones que pueden derivar en un duelo: visibilizar y normalizar el duelo perinatal.
También lo es acompañar a las mujeres que sufren esta vivencia (así como a los hombres) desde la empatía y el respeto, y nunca juzgando si lo que están sintiendo está bien o está mal.
- Ayers, S. (2003). Post-traumatic stress following childbirth: a review of the emerging literature and directions for research and practice: commentary. Psychol Health Med, 8: 169-171.
- Brier, N. (2004). Anxiety After Miscarriage: A Review of the Empirical Literature and Implications for Clinical Practice. Birth. 31: 138-42.
- Fernández M, Cruz F, Pérez N, Robles H. Factores psicológicos implicados en el duelo perinatal. Index Enferm., 21(1-2): 48-52.
- Friedman, T. et al. (1989). The psychiatric consequences of spontaneous abortion. Br J Psychiatry, 155: 810-3.
- Kübler-Ross, E. (2006): Sobre el duelo y el dolor. Luciérnaga.
- Neimeyer, R. (2001). Aprender de la pérdida. Una guía para afrontar el duelo. Paidós.
- Neugebauer, R. et al. (1997). Major depressive disorder in the 6 months after miscarriage. JAMA, 277: 383-8.
- Pía López, A. (2011). Duelo perinatal: un secreto dentro de un misterio. Asociación Española Neuropsiquiatría, 31(109): 53-70.
- Prettyman, R.J. et al. (1993). A three-month follow-up of psychological morbidity after early miscarriage. Br J Med Psychol, 66: 363-72.