Duelo anticipado: qué es y cómo afrontarlo
Se describe como duelo al proceso de aceptación emocional que se manifiesta inmediatamente después de cualquier pérdida. Todas las personas atraviesan por duelos en su vida, ya sea por la pérdida física de un ser querido, por la ruptura de una relación o por la muerte de una mascota, entre otras situaciones. A veces la aceptación emocional empieza antes de la pérdida, algo que se ha etiquetado como duelo anticipado.
El duelo anticipado, también conocido como preduelo o duelo anticipatorio, es aquel proceso que comienza antes de que ocurra la pérdida de la persona o el objeto. Se habla muy poco de él en el día a día, aunque los investigadores lo han discutido a nivel teórico y filosófico desde hace décadas. En las líneas siguientes te exponemos todo lo que se sabe de él, algunos ejemplos y por supuesto qué se puede hacer para afrontarlo.
Características del duelo anticipado
El duelo anticipado se caracteriza por la angustia que una persona desarrolla días, meses e incluso años antes de que ocurra la pérdida fáctica de alguien o algo. Millones de personas lo han experimentado en su vida, aunque la mayoría no son conscientes del fenómeno. Comparte signos con el duelo clásico, de manera que quien lo desarrolla puede manifestar las 5 etapas que lo conforman según Elisabeth Kübler-Ross.
La autora suizo-estadounidense catalogó 5 etapas por las cuales atraviesan las personas durante su proceso de duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. El duelo anticipado puede atravesar por estas etapas, aunque lo hace de manera diferente.
La razón es muy obvia: al todavía estar presente la persona o el objeto que ocasiona el duelo se desarrollan sentimientos de culpa, vergüenza, incomodidad o dudas de cualquier tipo.
El duelo anticipatorio no debe considerarse como una manifestación idéntica al duelo previo a la pérdida.
Un artículo publicado en 2021 en The Family Journal propone 4 etapas específicas por las cuales transita este tipo de duelo: momento del diagnóstico, transición al cuidado de hospicio, proximidad a la muerte y momento de la muerte. Son etapas bien diferenciadas, las cuales se ajustan a las características o a la naturaleza del duelo en particular.
A pesar de que cualquiera puede manifestar el duelo anticipatorio, lo cierto es que hay circunstancias en las que se suele desarrollar más que en otras. Te dejamos así con un ejemplo de en qué contextos suele hacer acto de presencia, así como qué dicen los investigadores al respecto.
En cuidadores y pacientes con cáncer
Los expertos han encontrado que este tipo de duelo es muy común tanto en los cuidadores como en los pacientes luego de un diagnóstico de cáncer. Es más frecuente en episodios de cáncer avanzado o terminal, aunque por supuesto también puede presentarse en diagnósticos más prometedores.
No solo se teme a la pérdida física como tal, sino que la evidencia sugiere que también surgen temores en relación con la pérdida de identidad, de funcionar de manera independiente y a cambios en la definición de roles. Afecta a millones de personas en todo el mundo, y puede ser complicado al momento de compaginar con la hoja de ruta que se debe seguir para hacerle frente al diagnóstico.
En cuidadores de pacientes con demencia
Se ha encontrado que los procesos de duelo anticipado son frecuentes en cuidadores de pacientes con demencia. El deterioro progresivo de las capacidades cognitivas y físicas conlleva también a una asimilación progresiva del duelo, una que empieza mucho antes del deterioro total.
Es diferente a la fatiga por compasión y al síndrome del cuidador, un detalle a tener en cuenta en estos contextos.
Quienes cuidan a pacientes con enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson o demencia vascular suelen manifestar este tipo de duelo. Mientras mayor sea la cercanía o la interacción con el paciente, mayores serán los signos asociados a la pérdida anticipatoria.
En familiares y pacientes con otras enfermedades terminales
Los investigadores han encontrado que el duelo anticipado se desarrolla hasta en un 25 % de los casos frente a contextos potencialmente mortales.
Trasplantes de órganos, intervenciones quirúrgicas con un amplio margen de complicaciones, traumatismos severos, pacientes que recurren a diálisis, nacimientos prematuros, amputaciones de una extremidad y otros son algunos ejemplos de este tipo.
También puede desarrollarse un preduelo frente a la advertencia de un despido, la inestabilidad en una relación de la pareja, una mudanza que se avecina o la enfermedad crónica en una mascota. Por supuesto, también frente a personas que están llegando a las horas postreras de su vida. Es un fenómeno tan variado como complejo, de manera que se manifiesta en contextos diferentes.
Cómo afrontar el duelo anticipado
Dado que lo que provoca el duelo aún está presente, es natural que la persona desarrolle sentimientos encontrados. Por un lado siente culpa por tener estos sentimientos, por otro no puede evitar anticiparse al desenlace. La culpa puede hacer que eviten mostrar sus emociones en público, lo que los lleva a aislarse de los demás.
Lo primero que se debe asimilar es que el desarrollo de este tipo de sentimientos es completamente normal. Forma parte de un mecanismo anticipatorio del cerebro para adaptarse previamente a una circunstancia difícil en un futuro cercano. El acompañamiento psicológico es de gran ayuda, ya que este puede mediar en la orientación de los sentimientos de culpa y vergüenza.
Los expertos avalan el uso de estas técnicas, aunque no dejan de advertir que son paliativas. El duelo no desaparecerá por completo, en parte porque se trata de un proceso natural.
El apoyo de fundaciones filantrópicas puede ser un apoyo invaluable de acuerdo con los investigadores, así como el que se recibe por parte de familiares y amigos. Lo importante es evitar el aislamiento o la sustitución de un problema por otro.
Por ejemplo, la evidencia indica que el alcohol y otro tipo de sustancias suelen usarse de forma equivocada para purgar los sentimientos de culpa y aliviar el dolor. Exhortamos a recurrir con un profesional de la psicología en estos contextos, el cual puede ayudar a canalizar los signos de diversas maneras.
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