¿En qué se diferencia la personalidad obsesiva del TOC?
Estas dos entidades clínicas pueden generar confusión en la población. Podríamos pensar que el trastorno de personalidad obsesivo compulsiva (TPOC) es similar al trastorno obsesivo compulsivo (TOC). No obstante, existen diferencias en la sintomatología que ambas presentan. Además, una misma persona puede padecer de manera simultánea tanto el TOC como la personalidad obsesivo compulsiva.
Así, en el TOC se producen pensamientos de carácter obsesivo, y los pacientes responden ante ellos mediante un ritual. Al ritual lo denominamos compulsión. Sin embargo, este patrón típico de funcionamiento del TOC dista de producirse de una manera tan marcada en la personalidad obsesiva. Por este motivo, antes de cuáles son elementos que las diferencian, vamos a proceder a describirlas.
«El trastorno de personalidad obsesivo compulsivo se ha observado en casi la mitad de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo».
-Amparo Belloch-
¿Qué es el trastorno obsesivo compulsivo (TOC)?
Dos son los síntomas que gravitan en torno a esta entidad clínica: los pensamientos obsesivos y la compulsividad. Por ejemplo, «debo rezar 20 ‘ave maría’ cada vez que veo un pájaro. Si no, mi perro morirá» o «cada vez que pienso en el color rosa tengo la necesidad imperiosa de decir ‘idiota’, da igual con quien esté y en qué circunstancia. Es muy embarazoso». Estos son ejemplos de obsesiones y compulsiones. ¿Cómo se definen?
¿Qué es una obsesión?
«A pesar de que la mesa está limpia, me he infectado. Seguro que tengo la gripe», «A pesar de que he comprobado 10 veces que la llave del gas de mi caldera está cortada, necesito volver a comprobarlo o todo el bloque de pisos explotará». Así, una obsesión puede adoptar multitud de formatos.
Pueden ser tanto contenidos pensados, como un impulso o una escena que los pacientes imaginan en su mente. En consecuencia, sienten una angustia extraordinariamente demoledora (APA, 2015). La ansiedad que se deriva de estos contenidos mentales es tan elevada que les lleva a intentar aminorarla a toda costa, aunque tarden horas.
De hecho, este trastorno consume buena parte de los días de las personas que lo padecen. Se han reportado casos de pacientes que dedican más de 9 horas al día a sus contenidos obsesivos.
«Los pensamientos son el modo de obsesión más frecuente, y suelen versar sobre sobre sucesos pasados, rumiaciones de culpa, y los riesgos futuros que pueden acarrear».
-Amparo Belloch-
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¿Qué es una compulsión?
Para disminuir las consecuencias afectivas de las obsesiones, las personas recurren a comportamientos compulsivos. Estas conductas pueden ser tanto físicas como psíquicas. Así, realizan comportamientos ritualísticos como, por ejemplo: «me tengo que lavar 99 veces las manos para que queden limpias» o «para evitar que mi abuela fallezca cada vez que pienso en ella me golpeo contra el marco de una puerta 3 veces».
El patrón que siguen a la hora de realizar estas conductas es tremendamente rígido (APA, 2015). Las normas que regulan los rituales son estrictamente las mismas, en cada ocasión. Cualquier variación en su forma de proceder puede exacerbar todavía más su malestar. Esto lo hacen porque, de alguna manera, el ritual disminuye el desasosiego que sienten tras la obsesión.
Así, ambos elementos caracterizan de manera clara y definida a esta entidad clínica. Además, producen un deterioro muy elevado en su salud, que se manifiesta por el menoscabo y desgaste en las áreas familiar, socioeconómica e interpersonal.
«Las compulsiones más frecuentes en la población general son los rituales de limpieza».
-Amparo Belloch-
¿Qué es el trastorno de la personalidad obsesivo compulsiva (TPOC)?
Esta es una de las entidades clínicas más investigadas y validadas de entre todos los desórdenes de la personalidad (Belloch, 2020). Consiste en una forma característica de comportarse, sentir y pensar que es tremendamente persistente y crónico. El trastorno comienza cuando la persona deja de ser adolescente y comienza la vida adulta.
Las personas con esta entidad clínica se preocupan desmesuradamente por conseguir que las cosas queden ordenadas y sean perfectas. En el ámbito de las relaciones sociales, tienden a querer controlarlo todo. En consecuencia, son inflexibles, ineficientes y poco naturales en sus comportamientos.
«Lo perfecto es enemigo de lo bueno»
-Voltaire-
Para la American Psychiatric Association son necesarios, al menos cuatro síntomas más:
- Atienden y se preocupan mucho por los detalles. Así, tienen un gran sentido de la norma y el orden. Tienden a confeccionar listas y a programar sus días y, como consecuencia, a menudo pierden de vista el objetivo inicial.
- Son intensamente perfeccionistas y esto les genera dificultades para acabar con eficiencia las tareas.
- Se ven con frecuencia absorbidos por sus tareas laborales porque se perciben como poco productivos.
- Son obstinados. La inflexibilidad a la hora de modificar sus planes a menudo les supone una dificultad para disfrutar del tiempo libre.
- Les cuesta encomendar a otras personas las responsabilidades que consideran como suyas, si estas distan de realizarse bajo sus parámetros, a menudo estrictos.
- Son personas que tienden a ser tacañas, tanto para sí mismas como para las personas que les rodean. De hecho, consideran su patrimonio como algo que debe aumentar por si en el futuro sucediera una catástrofe.
Suelen molestarse mucho cuando el control del entorno se les escapa de las manos. Sin embargo, este malestar tienden a interiorizarlo. Asimismo, son hipersensibles al rol que juegan en el equilibrio de dominio y sumisión en las relaciones.
Las personas con trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad son despiadadamente críticas sobre sus propios errores».
-American Psychiatric Association-
Algunas características de la personalidad obsesivo compulsiva
Los pacientes con este desorden de la personalidad tienen grandes problemas para tomar decisiones concretas. A menudo se enfrascan en pensamientos rumiativos, en bucle, sobre qué es y que dista de ser lo mejor. De esta manera, les cuesta asignar una prioridad realista tanto a sus contenidos mentales como a las tareas que realizan. De hecho, es común que al final opten por abandonar la tarea en cuestión.
Como buscan ser perfectos en cada cosa que hacen, también tienden a criticarse a sí mismos de manera excesiva. De hecho, son tremendamente rígidos respecto de las normas que ellos mismos se marcan. Esta rigidez les dificulta innovar y ser creativos en su día a día, lo que erosiona profundamente sus relaciones sociales.
Todo lo que sea incierto, es mal tolerado por estas personas. Necesitan experimentar el control incluso sobre lo que sienten y se muestran poco cómodos ante las personas que muestran una mayor expresividad emocional (APA, 2015). Tienden a utilizar mecanismos de defensa del tipo racionalización. En consecuencia, lidian mejor con lo racional que con lo emocional.
«El trastorno obsesivo compulsivo de personalidad es uno de los trastornos más prevalentes entre la población general».
-American Psychiatric Association-
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¿En qué se diferencia la personalidad obsesivo compulsiva del TOC?
Son dos trastornos que, aunque lleven un nombre similar, son muy distintos. Tanto a nivel clínico como sintomatológico. Así, en la personalidad obsesiva, existe una ausencia de las obsesiones y las compulsiones que constituyen el núcleo del TOC. No obstante, podrían estar relacionadas en rasgos puntuales.
Así, un gran número de investigaciones relacionan al TOC más con un patrón de personalidad de tipo evitativo (30 %) que con uno obsesivo (6 %) (Belloch, 2020). Es decir, en torno al 6% de pacientes con TOC padecería también un desorden obsesivo de la personalidad.
Sin embargo, cuando lo analizamos a la inversa, es decir, cuando partimos desde el TPOC, en vez del TOC, la asociación se invierte. Hasta un 45 % de personas con personalidad obsesiva padecería potencialmente TOC. ¿Por qué?
«Quien busca la perfección solo encuentra la decepción».
-Alfredo de Vanna-
Dimensiones subyacentes en el TOC y la personalidad obsesivo compulsiva
Más que un solapamiento a nivel de síntomas, la asociación podría explicarse por rasgos concretos de personalidad. En concreto, en la personalidad obsesiva se observa la necesidad extrema de armonía, orden y equilibrio.
Lo anterior se combina junto con la necesidad de ser perfectos y de controlarse a sí mismos y a su entorno, sacrificando para ello la flexibilidad en el comportamiento. Estos son elementos que podrían compartir en potencia ambas entidades clínicas (Belloch, 2020).
Además, respecto de la necesidad de ser perfectos, se han encontrado asociaciones entre el TOC, la personalidad obsesiva y los rasgos de personalidad de tipo pasivo-agresivo que podrían vincular a tales afecciones entre sí (Belloch, 2020). En cualquier caso, si en un mismo paciente se dan ambos trastornos, su evolución será peor, el tratamiento será más complejo y se resistirán con más ahínco al cambio.
«Las personas en las que coexisten el TOC y el trastorno obsesivo compulsivo de personalidad representan un grupo específico caracterizado por un mayor deterioro funcional».
-Amparo Belloch-
Dos entidades relacionadas que pueden confundirse
A pesar de las diferencias claras en cuanto a sus características, el trastorno de la personalidad obsesivo compulsiva (TPOC) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) pueden confundirse. Por eso, si se presenta algún síntoma compatible con ellos, es importante contar con la evaluación de un profesional en salud mental y la posterior psicoterapia.
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American Psychiatric Association. (2014). DSM-5. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5: DSM-5®. Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria From DSM-5® (1.a ed.). Editorial Médica Panamericana.
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Belloch, A. (2023). Manual de psicopatología, vol II. Mc-Graw Hill.
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Carrobles, J. A. S. (2014). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos (2a). Ediciones Pirámide.
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Organización Mundial de la Salud (2019). CIE-11. https://icd.who.int/es.
- Trilleros, M., & Sánchez, E. (2021). Caso clínico de un adulto con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva según clasificación del DSM-V. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 17(2), 75-84. https://doi.org/10.15332/22563067.7081.
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Vellosillo, P. S., & Vicario, A. F. C. (2015). Trastorno obsesivo compulsivo. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 11(84), 5008-5014. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0304541215001961.