Alergia a los medicamentos: todo lo que debes saber
Los efectos adversos son relativamente comunes cuando se inicia una terapia con base en medicamentos. Estos por lo general consisten en náuseas, dolores de cabeza o problemas gastrointestinales. Se incluyen en el prospecto de todos los fármacos y en su mayoría no representan ningún inconveniente. Un pequeño porcentaje de estas, sin embargo, se corresponden con una alergia a los medicamentos.
Con este nombre se describen todas las reacciones mediadas por el sistema inmunitario luego del contacto con determinados compuestos activos. Se consideran muy peligrosas, no solo por los síntomas que pueden provocar (como la anafilaxia), sino porque generan retrasos en el tratamiento e incluso la imposibilidad de seguir uno. A continuación te enseñamos todo al respecto.
Características de la alergia a los medicamentos
La alergia a los medicamentos se considera una manifestación de las reacciones adversas al fármaco (ADRs, por sus siglas en inglés). Estas se dividen en predecibles e impredecibles. Las alergias se catalogan como estas últimas y, de acuerdo con la World Allergy Organization representan menos del 10 % de todos los casos de ADRs.
Las reacciones pueden ser inmediatas o desarrollarse un par de horas después. La mayoría de los casos se manifiestan entre 1 y 6 horas luego de la ingesta, todo depende de cuán rápido se metabolice el fármaco. Este tipo de episodios también se conocen como hipersensibilidad a los medicamentos. No se sabe la causa exacta que los desencadenan, pero se han identificado los siguientes factores de riesgo:
- Personas diagnosticadas son síndrome de alergia múltiple.
- Pacientes diagnosticados con asma, VIH o virus de Epstein-Barr.
- Exposiciones prolongadas a un medicamento en específico.
- Predisposición genética a la hipersensibilidad.
- Historial médico de reacciones alérgicas.
- Tratamientos intermitentes o poco controlados de un fármaco (en cuanto a dosis, frecuencia y vía de ingesta).
- Sensibilidad cruzada.
- Ser una persona mayor (debido a que se ha expuesto a los compuestos durante más tiempo).
Medicamentos más relacionados con las alergias
Aunque en teoría cualquier fármaco puede desencadenar una reacción alérgica, UCLA Health advierte que los antibióticos, los analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y los anticonvulsivos son los principales responsables. En parte, esto se debe a la naturaleza de su composición. De esta manera, puedes desarrollar una reacción alérgica frente a los siguientes:
- Amoxicilina.
- Ampicilina.
- Aspirina.
- Ibuprofeno.
- Naproxeno.
- Clobazam.
- Lamotrigina.
- Acetaminofén.
Esta es solo una selección de los principales, ya que la lista supera el centenar de medicamentos. Los cuadros de alergia pueden ser espontáneos o desarrollarse de forma permanente en las personas. Estos últimos casos son los más peligrosos, ya que obligan a buscar una alternativa cuando se presenten afecciones que requieren el uso del compuesto activo.
Síntomas de la alergia a los medicamentos
Los signos de una alergia a los medicamentos son los mismos que cualquier otro tipo de alergia, solo que estos se presentan justo después de ingerir el fármaco. De acuerdo con el American College of Allergy, Asthma & Immunology puedes desarrollar lo siguiente:
- Erupciones cutáneas.
- Urticaria.
- Hinchazón.
- Sibilancias y otros problemas respiratorios.
- Picazón.
En algunos casos se puede presentar una reacción anafiláctica. Esto es muy raro e incluso no se sabe con certeza el porcentaje de episodios que derivan en ella. Tal y como lo señala la American Academy of Allergy, Asthma & Immunology (AAAAI) estos cuadros requieren de atención inmediata ya que pueden ser potencialmente mortales.
Síntomas como las náuseas, los vómitos, el dolor de cabeza, el dolor de espalda y demás no se consideran alergia a los medicamentos, sino como reacciones adversas o efectos secundarios. Es muy poco probable que desarrolles los signos si es la primera vez que tomas un medicamento, ya que a tu organismo le toma tiempo generar los anticuerpos necesarios.
Las manifestaciones no siempre se comparten en un mismo grupo de medicamentos. Por ejemplo, puedes tener una reacción al ibuprofeno pero no al naproxeno. Los signos cutáneos son de lejos las señales más evidentes de que estás atravesando por una reacción alérgica (frecuentes en más del 68 % de los casos, según la evidencia).
Diagnóstico de la alergia a los medicamentos
Aunque en un principio podría parecer fácil, en la práctica el diagnóstico de la alergia a los medicamentos es más difícil de lo que se piensa. El especialista tiene que estar 100 % seguro de que el desencadenante real de los episodios es el compuesto activo de un fármaco, ya que muchos factores pueden coexistir en el momento para generar los mismos síntomas.
De esta manera, los investigadores sugieren hacer las siguientes pruebas para corroborar las reacciones en un ambiente controlado:
- Pruebas como la punción cutánea, intradérmica o del parche farmacológico.
- Prueba de parche farmacológico.
- Medición de niveles de histamina y triptasa.
- Hemograma completo.
- Prueba de activación de basófilos.
Los resultados se analizan en el contexto de la revisión de los síntomas del paciente, el historial clínico, los antecedentes familiares y las posibles condiciones subyacentes. En algunos casos, puede hacerse una prueba de provocación directa, la cual implica administrar el fármaco y valorar la reacción del organismo frente a un equipo de control.
Sin embargo, esto implica una serie de riesgos. Siempre existe la posibilidad de una reacción severa, de manera que se recurrirá a estos métodos solo en momentos concretos. En ocasiones los síntomas y el historial del paciente son suficientes para hacer la conexión del desencadenante.
Opciones de tratamiento
Al igual que lo que sucede con otros tipos de alergias, el tratamiento consiste en evitar el catalizador. Los pacientes que presentan una alergia a los medicamentos deben limitar de forma permanente la ingesta del fármaco y optar por alternativas del mismo grupo de acuerdo con el lineamiento del especialista. Este debe elegir un análogo que no desencadene una reacción cruzada.
Dado que los grupos más comunes que desarrollan las alergias cuentan con varias opciones para la ingesta, esto no debería representar un problema al momento de buscar una alternativa de tratamiento. Sin embargo, algunos pacientes presentan reacciones a grupos cuyas alternativas son menores, de manera que representan un reto al momento de elegir una terapia para contrarrestar una condición.
Algunos investigadores proponen la terapia de desensibilización, la cual consiste en recetar gradualmente dosis menores del compuesto para lograr que este sea tolerado por el organismo. También se sugiere que los pacientes lleven una pulsera o un collar que identifique la condición y comunicar a todos los especialistas para buscar alternativas que no incluyan el compuesto si se está tratando una afección.
Si se evita la ingesta, los diagnosticados no deben temer por una reacción anafiláctica, de manera que no se requerirá que estos tengan una inyección de epinefrina como prevención. En todo caso, debes consultar con el médico para realizar el proceso diagnostico y descartar otros desencadenantes que pueden causar tus alergias.
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