Trastornos por abuso y dependencia de sustancias: generalidades
¿Por qué se dan los trastornos por abuso y dependencia de sustancias? Tradicionalmente, todas las culturas han consumido drogas para conseguir distintos objetivos. Por ejemplo, la búsqueda del placer o alivio de sentimientos desagradables, o incluso como medio de aliviar la tensión en sujetos con personalidad neurótica subyacente.
También, como deseo de conocerse a sí mismo o alterar el estado de conciencia (alucinógenos como el LSD se han usado para crear cambios de conciencia); ante el anhelo de una vida comunitaria y de comunicación, la búsqueda de espiritualidad o contacto con los espíritus o antepasados (por ejemplo, en las tribus primitivas), como forma de protesta (marihuana y contracultura) o, simplemente, para divertirse.
Abuso y dependencia: el fenómeno de las adicciones
El fenómeno de la drogodependencia tiene una gran relevancia en nuestra sociedad. Drogodependencia es el término genérico utilizado para referirnos a todas las drogas o sustancias con poder psicoactivo o psicotropo.
La drogodependencia hay que abordarla como un problema biopsicosocial. Por lo tanto, es necesario desechar algunos conceptos obsoletos como pueden ser: la existencia de drogas legales e ilegales, duras y blandas y que producen dependencia física y/o psíquica.
En función del tipo de dependencia, se ha llegado a dividir las drogas entre las que producen dependencia psicológica (las llamadas ‘drogas blandas’) y las que generan simultáneamente dependencia física y psicológica (las llamadas ‘drogas duras’).
Hay algunas sustancias, como heroína, alcohol o barbitúricos, que generan dependencia física (síntomas de abstinencia). Otras, como marihuana, cannabis, anfetaminas o cocaína, producen más bien una dependencia psicológica. Esta dependencia psicológica se define como la necesidad de nuevas administraciones de la droga para obtener un efecto agradable o evitar el malestar.
La actualidad sobre el abuso y dependencia de sustancias
Actualmente, estas clasificaciones han sido desechadas. La OMS establece que la dependencia a las drogas es globalmente un fenómeno más psicológico que fisiológico. Y esto es algo importante para entender el problema y establecer estrategias de tratamiento.
Aún más, los rasgos clínicos de dependencia están determinados más por la personalidad premórbida del paciente y su ajuste social que por las sustancias particulares a las que es dependiente. Los efectos de las drogas, en general, dependen tanto de sus acciones farmacológicas como de las características personales del individuo que las toma; así como por las expectativas de este y el medio sociocultural en que se usan.
Cuando el grado de dependencia es elevado, la preocupación por la búsqueda y la administración de la droga pueden volverse centrales y repercutir en una grave alteración del comportamiento laboral, social e interpersonal del sujeto.
La interacción entre factores psicosociales y fisiológicos en las adicciones se pone de manifiesto por el hecho de que el primer contacto con algunas drogas, como el tabaco, alcohol u opiáceos, puede ser subjetivamente desagradable, pero aún así el sujeto continúa tomándola, posiblemente debido a influencias psicosociales.
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El papel de la familia en el abuso y dependencia
Algunos autores informan que la familia típica del drogadicto suele estar constituida por una madre protectora y permisiva y un padre ausente o escasamente implicado en la familia o con problemas alcohólicos. El adicto tendría baja autoestima y dependencia, especialmente respecto a la madre, en contraste con su aparente y precoz separación y autonomía en relación al medio familiar.
Un aspecto a tener en cuenta en las drogodependencias es el potencial adictivo de una droga, el cual se basa en su propiedad para generar efectos subjetivos placenteros (refuerzo) sin producir efectos aversivos o desagradables.
Las drogas más adictivas suelen ser las que llegan rápidamente al cerebro: las que tienen un metabolismo más rápido y se administran por vías que evitan frenos a su llegada al SNC (vías intravenosa y respiratoria – fumar o inhalar-).
Abuso y dependencia de sustancias psicoactivas
El término genérico de trastorno por uso de sustancias psicoactivas se aplica a todas aquellas sustancias que, ingeridas por el organismo, afectan o alteran el estado de ánimo y la conducta. Así mismo, acarrean trastornos incapacitantes para el consumidor en la esfera personal, laboral, social, física y familiar, y producen síntomas y estados característicos como intoxicación, tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia.
En la actualidad, en el campo de las toxicomanías, se han establecido dos tipos de diagnóstico general:
- Abuso de sustancias psicoactivas: en el que existe un uso excesivo y desadaptativo de la sustancia, pero no llega a desarrollarse dependencia o síndrome de abstinencia.
- Dependencia de sustancias psicoactivas o drogodependencia: se caracteriza por la presencia de tolerancia y síndrome de abstinencia.
Abuso de sustancias
Son personas que consumen alguna droga reiteradamente, de forma excesiva, pero que nunca llegan a mostrar dependencia o síndrome de abstinencia. El DSM propone tres criterios:
- Patrón desadaptativo en el uso de la sustancia. Se consume la droga a pasar de las consecuencias negativas que conlleva: accidentes, enfermedades, discusiones familiares, problemas laborales o legales, peleas, etc.
- El consumo recurrente de la droga produce un deterioro de la actividad laboral, académica y social o un malestar clínicamente significativo.
- Estos síntomas han de persistir durante un periodo de 12 meses.
Dependencia de sustancias
Son personas que abusan de una droga y han desarrollado dependencia física. Dicho de otro modo, muestran síntomas de abstinencia cuando disminuyen o interrumpen su consumo. Los criterios del DSM para realizar este diagnóstico son semejantes a los anteriores, debiéndose añadir la presencia de una de las condiciones siguientes:
Tolerancia
Necesidad de ir aumentando progresivamente la cantidad de droga para conseguir el mismo efecto o disminución notable del efecto utilizando de forma regular la misma cantidad de droga.
Dependencia o síndrome de abstinencia
Aparición de síntomas de abstinencia al suprimir o reducir la ingesta de la droga. Además de los dos diagnósticos anteriores, también se incluye una categoría independiente, el ‘Trastorno por uso de múltiples sustancias psicoactivas o politoxicomanía’.
Este diagnóstico hace referencia al abuso y dependencia que suelen darse en personas que, teniendo un diagnostico principal de dependencia a una sustancia psicoactiva, al mismo tiempo están consumiendo otras. Se puede realizar cuando exista un uso de sustancias, durante un periodo de 6 meses como mínimo, en el que el sujeto consuma tres o más sustancias psicoactivas, excluyendo la cafeína y la nicotina.
Síndrome de abstinencia
La relación de dependencia se establece a partir del síndrome de abstinencia. En esta situación, el sujeto necesita tomar nuevamente la droga para eliminar este estado aversivo. Por ello, en parte, es una conducta autoperpetuante.
El síndrome de abstinencia general para todas las drogas se refiere al conjunto de síntomas que aparecen tras dejar la sustancia a la que el sujeto es dependiente. Se pueden distinguir tres tipos de síndrome de abstinencia:
Agudo
Es el conjunto de síntomas, físicos y psicológicos, que aparecen inmediatamente después de interrumpir o disminuir el consumo de la sustancia. Sus síntomas particulares son específicos de la sustancia psicoactiva que se esté tomando y su intensidad depende de la magnitud del consumo.
Los más peligrosos son los producidos por el alcohol y los barbitúricos, y, en menor gravedad, por los opiáceos, que son muy espectaculares pero no entrañan peligro para la vida del paciente. Suele durar de 4 a 12 días, dando paso al síndrome de abstinencia tardío.
Tardío
Es el conjunto de disrregulaciones psíquicas y autonómicas que persisten durante un periodo de tiempo largo, meses o incluso años, después de conseguir la abstinencia. Este síndrome contribuye a precipitar recaídas, dificulta el desarrollo de una vida sana y adaptada y puede facilitar la aparición de trastornos físicos y psíquicos.
Condicionado
Consiste en la aparición de los síntomas del síndrome de abstinencia agudo en sujetos que ya no consumen la droga, al ser expuestos a los estímulos ambientales que fueron condicionados a través de procesos de C.C. al consumo de la sustancia. Suele provocar desconcierto, miedo y ansiedad, que pueden propiciar las recaídas en la droga.
Proceso terapéutico de las toxicomanías
En cuanto al proceso terapéutico de las toxicomanías, este consta de tres fases:
Desintoxicación
Su objetivo es conseguir el cese en el consumo y tratar el síndrome de abstinencia agudo. Es la fase más fácil, salvo quizá para el alcohol y los barbitúricos, por la razón mencionada anteriormente.
Deshabituación
Su objetivo es tratar el síndrome de abstinencia tardío y condicionado. El proceso es largo y complejo. Hay dos formas de llevar a cabo esta fase:
- Alejando al sujeto de su medio natural, en granjas o centros de acogida, normalmente alejados o aislados de los centros urbanos. Es lo más fácil, ya que el aislamiento previene la reinstauración del consumo, pero es más difícil que los resultados se generalizaren y mantengan al volver el paciente a su medio habitual
- En el mismo ambiente en el que vive el sujeto. Es más difícil conseguir la abstinencia bajo las distintas presiones sociales, pero una vez lograda, quizás será más fácil de mantener
Reinserción
Su objetivo es la integración del individuo en su medio social, laboral y familiar, en una vida responsable y autónoma. Esta es la fase más complicada, debido a la habitual falta de formación y cualificación laboral de los drogadictos. A los toxicómanos hay que ofrecerles alguna alternativa vital.
Si no hay ninguna alternativa medianamente atractiva, la recaída en el consumo será muy probable. La creencia popular de que es prácticamente imposible dejar la drogodependencia es falsa. Los estudios de seguimiento muestran que hasta un 40 % de los toxicómanos siguen libres de la droga 10 años después de iniciado el tratamiento.
Abuso y dependencia: mecanismos neurobiológicos
La región cerebral responsable de los efectos euforizantes de las drogas es el sistema dopaminérgico meso-cortico-límbico (SDAMCL). Este es el centro cerebral del refuerzo o del placer y es el que media en los efectos placenteros de la comida, sexo, maternidad, etc.
Las drogas de las que abusan los humanos aumenta la liberación de dopamina en este sistema, actuando como sustitutas de los refuerzos naturales. La exposición crónica a las drogas produce una neuroadaptación que se pone de manifiesto por la aparición de tres fenómenos relacionados: la tolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia.
Las teorías clásicas de las adicciones indicaban que la abstinencia producía malestar físico y la adicción, en buena parte, era el resultado de la necesidad de aliviar estos síntomas aversivos. Hoy en día esta teoría está en desuso.
En la actualidad, se sabe que los síntomas físicos del síndrome de abstinencia están mediados por sistemas neuronales distintos a los que controlan el deseo. De esta forma, el síndrome de abstinencia no está controlado por el SDAMCL, sino por el locus coeruleus.
Este fenómeno tiene dos implicaciones fundamentales: el grado de dependencia física no predice la intensidad del deseo y la desintoxicación no previene la recaída. Durante el síndrome de abstinencia, se produce una reducción profunda de la liberación de dopamina en el sistema SDAMCL.
Las recaídas a corto plazo se explican por este estado hipodopaminérgico que provoca el deseo de la droga, además de por los síntomas de abstinencia. Las recaídas a largo plazo se explicarían en base a mecanismos de condicionamiento.
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Abuso y dependencia de sustancias: conclusiones
En conclusión, los trastornos por abuso y dependencia de sustancias son un problema social. Por lo tanto, es importante conocer los mecanismos de acción y mantenimiento de las adicciones.
Finalmente, se recomienda acudir al psicólogo para el adecuado tratamiento de las adicciones. Además, en caso de necesitar de desintoxicación, se debe recurrir al médico también, para el adecuado tratamiento farmacológico.
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