Disfunción eréctil: síntomas, causas y tratamiento
La disfunción eréctil es un tipo común de disfunción sexual masculina multidimensional. Esta implica una alteración en cualquiera de los componentes de la respuesta eréctil, incluidos los relacionales, orgánicos y psicológicos.
Se considera disfunción eréctil cuando un hombre tiene problemas para tener o mantener una erección. Es un problema que se vuelve más común a medida que se envejece, y de hecho afecta principalmente a hombres mayores de 40 años. Aun así, no se considera como parte normal del envejecimiento.
Además de las clásicas causas que pueden llevar a este problema, como la diabetes mellitus o hipertensión arterial, hay otros factores relacionados. Estos son el estilo de vida, la obesidad, la limitación o la ausencia de ejercicio físico y los problemas del tracto urinario.
Las intervenciones para aliviar los síntomas de este trastorno incluyen modificaciones en el estilo de vida, dispositivos de erección por vacío o agentes vasodilatadores inyectados.
La erección masculina y la disfunción eréctil
El pene erecto siempre ha sido un símbolo de la virilidad y la destreza sexual de un hombre. Aunque no es una condición letal, el interés en torno a la disfunción eréctil y sus remedios ha sido constante a lo largo de la historia.
Así, la disfunción eréctil se define como la ‘incapacidad de lograr o mantener una erección que sea suficiente para un desempeño sexual satisfactorio’. Esta afecta a una proporción considerable de hombres, así sea ocasionalmente.
En la disfunción eréctil pueden estar implicados dos aspectos principales: la erección refleja y la erección psicógena. Ambas pueden estar involucradas en la disfunción y están sujetas a intervención terapéutica.
- La erección refleja se logra tocando directamente el eje del pene y está bajo el control de los nervios periféricos y las partes inferiores de la médula espinal.
- La erección psicógena se consigue mediante estímulos eróticos o emocionales. El sistema límbico del cerebro está directamente relacionado con este proceso.
Causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil solía considerarse un trastorno puramente psicógeno. Sin embargo, la evidencia actual sugiere que más del 80 % de los casos tienen una etiología orgánica. Las causas de la disfunción eréctil orgánica pueden dividirse entre endocrinas y no endocrinas.
Causas no endocrinas
Entre las causas orgánicas no endocrinas de la disfunción eréctil podemos encontrar los siguientes:
- Vasculogénicas (que afectan al riego sanguíneo). Se trata de la causa más común y puede involucrar trastornos del flujo arterial y anomalías del flujo venoso.
- Neurogénicas (que afectan a la inervación y la función nerviosa).
- Iatrogénicas (relacionadas con un tratamiento médico o quirúrgico).
Las causas endocrinas que conducen a la disfunción eréctil pueden ser los niveles reducidos de testosterona en suero.
A menudo, la disfunción eréctil orgánica implica un componente psicológico. Sin importar el evento desencadenante, la disfunción eréctil impone efectos negativos en las relaciones interpersonales, el estado de ánimo y la calidad de vida.
Factores de riesgo
Existen ciertos factores de riesgo que pueden potenciar la aparición de la disfunción eréctil:
- Síndrome metabólico.
- Hiperplasia prostática benigna.
- Enfermedad cardiovascular.
- Tabaquismo.
- Afecciones neurológicas centrales.
- Lesión de médula espinal.
- Depresión o estrés.
- Diabetes mellitus.
Síntomas de la disfunción eréctil
Los síntomas de esta patología pueden dividirse en los síntomas psicógenos y los síntomas orgánicos.
Síntomas psicógenos
- Aparición repentina.
- Función intermitente.
- Erección nocturna.
- Lo más probable es que la respuesta a los medicamentos convencionales, como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, resulte eficaz para disminuir los síntomas.
Síntomas orgánicos
- Inicio gradual.
- A menudo progresivo.
- Respuesta constantemente pobre.
- La erección es mejor en posición de pie que acostada (en presencia de fuga venosa).
Diagnóstico de la disfunción eréctil
Los principales objetivos de la evaluación de estos pacientes son establecer si el trastorno es verdaderamente disfunción eréctil y determinar los factores de riesgo y los trastornos comórbidos potencialmente mortales asociados a la disfunción eréctil.
Historia clínica
El pilar en el diagnóstico de la disfunción eréctil es una historia sexual y médica adecuada y completa. Durante la visita inicial, el médico de atención primaria debe intentar obtener una historia psicosocial detallada, centrándose en la evaluación del paciente de su propio desempeño sexual y su actitud general y conocimientos sobre el sexo.
También suele ser aconsejable entrevistar a la pareja. Ocasionalmente, un historial médico puede revelar problemas psicológicos, lo que puede conllevar a la derivación psiquiátrica.
Los pacientes que se quejan de tener erecciones débiles pueden estar sufriendo de eyaculación precoz. En la disfunción eréctil, la pérdida de la erección ocurre antes del orgasmo, mientras que en la eyaculación precoz ocurre después.
Resulta importante determinar si la disfunción es orgánica o psicogénica. Por lo general, la presencia de erecciones rígidas por la mañana o por la noche, o erecciones rígidas ante cualquier pensamiento sexual sugieren una causa principalmente psicógena.
La disfunción eréctil que se inicia de manera repentina, que tiene un curso intermitente o es de corta duración también sugiere factores psicógenos en su etiología. Por el contrario, aquella que se inicia gradualmente, que tiene un curso progresivo o una duración prolongada sugiere una causa predominantemente orgánica.
También resulta importante revisar los antecedentes relevantes de drogas, incluido el consumo de alcohol, tabaco o drogas ilícitas, y la disminución o alteración del deseo sexual.
Cuestionarios estandarizados
Los cuestionarios estandarizados se utilizan con frecuencia para confirmar que el trastorno es realmente disfunción eréctil y para medir su gravedad. Hay varios cuestionarios disponibles para estos casos, pero dos de los más prácticos son el Índice internacional de función eréctil y el Inventario de salud sexual para hombres.
Examen físico
El examen físico en la disfunción eréctil es un buen método para explorar cualquier concepto erróneo que el paciente pueda tener sobre la relación entre este problema y la longitud del pene y la masculinidad. Por lo general se tienen en cuenta en el examen físico dos aspectos, el general y el local:
Examen físico general
- Características sexuales secundarias.
- Pulsos y sensaciones.
- Cicatrices de cirugías o traumas anteriores.
Examen físico local
- El pene: se evalúa tamaño, cicatrices, fibrosis del meato uretral y elasticidad.
- Escroto: tamaño y consistencia testicular.
- Examen rectal: tamaño y consistencia de la próstata y vesículas seminales, evaluación del tono del esfínter anal y el reflejo bulbocavernoso.
Evaluación de laboratorio
En cuanto a los análisis de sangre pertinentes para el diagnóstico, se tienen en cuenta:
- Análisis del azúcar en ayunas.
- Testosterona total.
Las concentraciones bajas de testosterona libre o total requieren una evaluación hormonal adicional, incluidas la hormona luteinizante y la prolactina.
Otras investigaciones más específicas pueden llevarse a cabo para ejecutar el diagnóstico, que incluyen ciertos cuestionarios y tests.
Tratamiento de la disfunción eréctil
Por lo general, el tratamiento más utilizado son los inhibidores PDE5. Otras modalidades del tratamiento incluyen una modificicación del estilo de vida, terapias con inyecciones, terapia con testosterona, dispositivos para el pene y psicoterapia.
Terapia psicosexual y de pareja
La terapia psicosexual está indicada cuando se reconocen problemas psicológicos importantes. Las técnicas más usadas incluyen los siguientes:
- Enfoque sensorial.
- Educación sexual.
- Terapia interpersonal.
Modificación del estilo de vida
En este trastorno es importante tratar factores del estilo de vida como:
- Consumo de alcohol.
- Tabaquismo.
- Obesidad.
- Actividad física limitada.
Inhibidores PDE5 orales
Los inhibidores PDE5 orales se consideran el tratamiento de primera línea. Estos medicamentos facilitan la erección al inhibir la enzima PDE5, que es específicamente responsable de la degradación del monofosfato de guanosina cíclico (cGMP) en los músculos de la región cavernosa lisa.
Esta inhibición da como resultado la actividad prolongada de cGMP, que disminuye aún más las concentraciones de calcio intracelular, mantiene la relajación del músculo liso y, así, da como resultado erecciones rígidas del pene. Actualmente, los inhibidores de la PDE5 disponibles son los siguientes:
- Sildenafil (Viagra).
- Tadalafil (Cialis).
- Vardenafil (Levitra).
- Udenafil (Zydena).
- Mirodenafil (Mvix).
Testosterona
Aunque la testosterona tiene acciones importantes para mantener una función eréctil adecuada, su papel en el tratamiento de este problema es limitado. La terapia de reemplazo de testosterona se recomienda en hombres con disfunción eréctil que han confirmado concentraci0nes bajas de testosterona disponible.
Dispositivos de constricción por vacío
Este tipo de dispositivos funcionan aplicando una presión negativa continua en el eje del pene, lo que ayuda a extraer la sangre dentro de los cuerpos cavernosos. Sin embargo, las erecciones creadas con este método no son naturales, ya que son mecánicas con una sensación de frío en el pene, y casi la mitad de los pacientes no están satisfechos con este método.
Por lo general, este tipo de tratamiento se reserva para pacientes con relaciones estables. Estos suelen tener el antecedente de fracaso con el tratamiento de inhibidores PDE5 y se niegan a otras opciones más invasivas como la inyección intracavernosa o la implantación de prótesis de pene.
Inyección intracavernosa y terapia transuretral
Se trata de un tratamiento considerado de segunda línea para este problema. Su principal ventaja es que la erección conseguida es predecible y se produce rápidamente. La erección suele darse en menos de 10 minutos, independientemente del deseo sexual.
Prótesis de pene
La implantación de una prótesis de pene suele ser el último recurso para el tratamiento de la disfunción eréctil, cuando otras modalidades han fallado o el paciente no las prefiere. Hay dos tipos principales de prótesis de pene:
- Prótesis semirrígida: suele ser más fácil de implantar y dura más. Sin embargo, no puede producir un pene completamente erecto.
- Prótesis inflable: suelen estar hechas de dos o tres partes, lo que le permite crear una erección rígida.
La disfunción eréctil se considera un problema suficiente como para ser predictor de una enfermedad cardiovascular. Sin embargo, todavía se necesita más investigación para determinar un tratamiento más efectivo ante este tipo de problema.
Se trata de un problema interesante, complejo y frecuente, que por supuesto requiere la atención adecuada. En caso de presentar síntomas relacionados con esta condición, es recomendable acudir al médico urólogo lo antes posible para una valoración adecuada.
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