Diagnóstico del cáncer de colon

La identificación de los signos que orientan a la presencia del cáncer de colon se realiza a través de múltiples pruebas. Sin embargo, el diagnóstico definitivo se realiza a través de una biopsia.
Diagnóstico del cáncer de colon
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 06 septiembre, 2021

El cáncer de colon es la tercera afección neoplásica más común en hombres a nivel mundial. Por lo general, esta patología se origina a partir de pólipos que se forman en el interior del intestino grueso. El diagnóstico temprano del cáncer de colon es clave para ofrecer un mejor pronóstico y una mayor calidad de vida a las personas afectadas.

En la actualidad, la Sociedad Americana Contra el Cáncer sugiere la aplicación de pruebas de detección del cáncer de colon a partir de los 45 años en las personas con riesgo promedio. El examen digital rectal, la colonoscopia y el examen de heces son los métodos más utilizados para la identificación de los signos clásicos de esta patología.

Examen clínico

El abordaje clínico integral es vital para el diagnóstico del cáncer de colon en estadios iniciales. En este sentido, el médico tratante iniciará el protocolo de detección a partir del interrogatorio de la sintomatología que aqueja al paciente. Los cambios en la consistencia de las heces, el tenesmo, el sangrado rectal, la fatiga y las molestias abdominales suelen orientar el diagnostico clínico.

De igual forma, la historia médica y los antecedentes familiares son de gran utilidad en el pronóstico del estado de salud, así como en la detección de posibles factores de riesgo para esta afección intestinal. En este sentido, la edad superior a los 50 años, la historia familiar o personal de pólipos, neoplasias colorrectales, colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn aumentan la probabilidad de padecer cáncer de colon.

El médico especialista realizará una adecuada exploración física en busca de cualquier signo o anomalía sugestiva de esta afección. La palpación del abdomen permite identificar masas, áreas dolorosas y agrandamiento de vísceras que permiten establecer un diagnóstico diferencial de cáncer de colon.

Además, el examen digital rectal es una de las pruebas más empleadas para la identificación de alteraciones colorrectales. El mismo consiste en la introducción de un dedo enguantado y lubricado a través del orificio anal en busca de anomalías estructurales, secreciones o proliferaciones en el epitelio rectal.

Pruebas de laboratorio

El diagnóstico del cáncer de colon incluye pruebas básicas
En cualquiera de las etapas de la enfermedad (en especial cuando se manifiestan los primeros síntomas) los estudios de laboratorio generales y específicos son muy importantes para orientar y realizar el diagnóstico.

Los exámenes de laboratorio son indicados por el médico tratante con el objetivo de obtener un panorama más amplio del estado general del paciente. Dentro de las pruebas más utilizadas para la identificación de los signos del cáncer de colon y el diagnóstico definitivo se encuentran las siguientes.

Examen de heces

Los estudios de muestras fecales brindan información acerca de las características macroscópicas y microscópicas del contenido intestinal. Estudios afirman que la detección de sangre oculta en heces resulta de gran utilidad en la pesquisa y el diagnóstico inicial de la afección. La hemorragia suele ser resultado de la ruptura de los vasos sanguíneos cercanos a los pólipos o lesiones tumorales.

La prueba inmunoquímica fecal (FIT) permite detectar con facilidad la sangre oculta al reaccionar con la hemoglobina contenida en el material fecal. De igual forma, la prueba de sangre oculta en heces basada en guayacol (gFOBT) utiliza una reacción química para identificar los glóbulos rojos en las heces.

Por otro lado, la prueba multidirigida de ADN en heces fecales o MT-sDNA permite identificar el ADN anormal proveniente de las células cancerígenas que proliferan a nivel del colon y el recto. La misma es recomendada cada 3 años en pacientes con alto riesgo de padecer cáncer de colon.

En caso de que las muestras sean positivas para sangre oculta en las heces, es necesaria la indicación de una colonoscopia confirmatoria. Dicho signo puede ser positivo no solo en el cáncer de colon y los pólipos, sino también en pacientes con úlceras y hemorroides, por lo que se debe observar el interior del intestino grueso para identificar el origen del sangrado.

Análisis de sangre

El hemograma ofrece información detallada del conteo de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, así como las características de tamaño y concentración de la hemoglobina en los eritrocitos.

En las personas con cáncer de colon es común encontrar anemia microcítica hipocrómica (es decir, eritrocitos de pequeño tamaño y “pálidos”) como resultado de la pérdida de sangre y la destrucción de los glóbulos rojos por el tumor.

Por otro lado, los glóbulos blancos pueden encontrarse elevados, lo que se denomina leucocitosis, en respuesta a la necrosis (muerte de los tejidos) e invasión tumoral. Además, la metástasis hepática y las complicaciones sépticas en las personas afectadas también se asocian con este signo.

Detección de marcadores tumorales

En algunos casos, las células tumorales son capaces de producir y liberar ciertas sustancias o marcadores al torrente sanguíneo que pueden ser identificados mediante pruebas serológicas. Estudios afirman que el antígeno carcinoembrionario (CEA) se expresa en más del 90 % de las neoplasias colorrectales. De hecho, el mismo constituye el biomarcador más utilizado en el diagnóstico del cáncer de colon.

Por lo general, el CEA se mantiene en valores inferiores a 2,5 nanogramos por mililitro en los pacientes no fumadores. El adenocarcinoma de colon es el principal responsable de la elevación de este marcador tumoral. De igual forma, el mismo puede elevarse en otros tipos de neoplasias colorrectales o en cáncer de mama, gastrointestinal, pulmonar, tiroideo y pancreático.

El antígeno carbohidrato 19-9 (CA 19-9) es otra de las sustancias vinculadas al cáncer de colon, cuyos niveles normales se ubican por debajo de 37 unidades por mililitro. Los valores de CA 19-9 se relacionan con los de CEA en el seguimiento de las personas diagnosticadas que están bajo tratamiento. Además, muestran gran sensibilidad en la detección de la metástasis a otros órganos.

Prueba de función hepática

Por lo general, las neoplasias de colon en etapas avanzadas pueden diseminarse hacia el tejido hepático. Por tal motivo, es posible que el especialista solicite un examen de sangre para evaluar el estado del hígado. En este sentido, es común evidenciar una alteración de las proteínas totales y fraccionadas, sobre todo en quienes padecen metástasis o recurrencia hepática localizada.

Biopsia

Esta prueba consiste en la extracción de una muestra del tejido afectado para su posterior estudio microscópico e histopatológico. Investigaciones afirman que la biopsia es la prueba confirmatoria estándar en el diagnóstico del cáncer de colon. La misma se solicita ante la sospecha clínica o ante la evidencia por estudio de imagen de una masa anormal en el intestino grueso.

Por otro lado, la misma es de gran utilidad en la clasificación de las neoplasias de colon con base en las características celulares y el grado de diferenciación del tejido. También permite determinar la gravedad de la enfermedad, deducir el pronóstico del paciente e implementar el tratamiento más efectivo.

Pruebas de imágenes

Los estudios imagenológicos permiten obtener una visión más detallada del estado general de los órganos internos. Los mismos son utilizados en los pacientes con sospecha de cáncer de colon en busca de lesiones o proliferaciones anormales sugestivas de malignidad. Algunas de las pruebas de imagen empeladas son las siguientes:

Colonoscopia

La colonoscopia es uno de los métodos de imagen más utilizados en el diagnóstico temprano del cáncer de colon. La misma consiste en la introducción de un tubo delgado y flexible con una cámara en su extremo a través del orificio anal. De esta forma, es posible explorar el interior del recto y el ano en toda su extensión, verificando si existen tumores o pólipos que puedan evolucionar a cáncer.

Además, este procedimiento permite introducir instrumentos especiales para la toma de la muestra de biopsia. También ofrece la posibilidad de eliminar cualquier lesión pequeña con potencial malignidad en caso de ser necesario.

Colonografía TAC

La colonografía por tomografía computarizada (TAC) permite visualizar la estructura colónica mediante cortes especiales realizados por un equipo de rayos X. Durante esta prueba se inserta un pequeño tubo a través del orificio anal, el cual se insuflará con gas para obtener una imagen más detallada del recto y el colon.

Sigmoidoscopia flexible

La sigmoidoscopia es un método endoscópico que permite explorar el interior del recto y el colon sigmoides. Por lo general, esta prueba requiere menor preparación y en algunas personas no es necesaria la utilización de anestesia. En caso de evidenciarse pólipos o cualquier otra lesión sugestiva de cáncer, se indicará una colonoscopia para evaluar el resto del intestino grueso.

Resonancia magnética

Las imágenes por resonancia magnética (RM) son útiles en la valoración no invasiva de los tejidos blandos y en la detección de procesos tumorales. En algunos casos, se puede administrar un medio de contraste por vía parenteral antes de iniciar el procedimiento. El mismo facilita la detección de diseminación metastásica del cáncer al hígado, el cerebro y la medula espinal.

Por otro lado, la RM endorrectal se emplea en el diagnóstico de extensión del cáncer de colon a órganos o tejidos adyacentes. A diferencia de la resonancia magnética tradicional, esta utiliza una pequeña sonda que permanecerá en el recto durante el estudio. Además, se emplea en la planificación del tratamiento quirúrgico o quimioterápico de las personas afectadas.

Estadificación del cáncer de colon

El diagnóstico del cáncer de colon permite realizar la estadificación
La estadificación de cualquier tipo de cáncer se basa en hallazgos clínicos y paraclínicos. Dentro de estos últimos destacan las pruebas de imágenes, para valorar la extensión del tumor.

El intestino grueso está recubierto por una capa interna o mucosa, la cual es el sitio en el que suelen iniciar la mayoría de las lesiones cancerígenas. De igual forma, el mismo cuenta con una capa submucosa y una capa muscular justo por debajo de la mucosa. Por su parte, las capas subserosa y serosa recubren la cara externa de la mayor parte del colon, con excepción del tejido rectal.

¿Cómo se realiza la estadificación?

En la actualidad, la estadificación de las neoplasias colorrectales se basa en el sistema fijado por la American Joint Committee on Cancer (AJCC). La misma considera la extensión y el tamaño del tumor, la propagación a los ganglios linfáticos y la diseminación a otros órganos contiguos o distantes. En este sentido, los estadios del cáncer de colon son los siguientes:

  • Etapa 0: se conoce como carcinoma in situ y es aquella en la que el cáncer no se ha extendido más allá de la capa mucosa interna del colón.
  • Etapa 1: el proceso tumoral ha penetrado hacia la capa submucosa o a la capa muscular. No obstante, el mismo no se ha propagado a los ganglios linfáticos o los tejidos adyacentes.
  • Etapa 2: el cáncer ha proliferado hacia las capas más externas del colon. En caso de extenderse sin penetrar se denomina estadio IIA, mientras que si perfora la pared colónica es considerado estadio IIB. Por su parte, el estadio IIC es cuando la lesión se fija y crece en los tejidos adyacentes.
  • Etapa 3: se define ante la afección de 1 a 7 ganglios linfáticos contiguos al tejido afectado. En el estadio IIIA existe penetración de la submucosa y la capa muscular. Por otro lado, el estadio IIIB se describe ante la proliferación hacia la capa externa, con o sin penetración del peritoneo, y el estadio IIIC es resultado del crecimiento en los órganos adyacentes.
  • Etapa 4: la lesión neoplásica se ha diseminado a órganos distantes como el hígado y el pulmón.

Diagnóstico diferencial

Las manifestaciones clínicas del cáncer de colon, como el sangrado rectal, el tenesmo y las modificaciones en los hábitos intestinales pueden ser causadas por múltiples enfermedades. Por tal motivo, el médico tratante debe realizar una correcta exploración con apoyo en las pruebas de laboratorio e imagen para descartar otras afecciones. Algunos de los diagnósticos diferenciales del cáncer de colon son los siguientes:

  • Hemorroides.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Apendicitis.
  • Síndrome del intestino irritable.
  • Diverticulitis.
  • Colitis infecciosa.
  • Litiasis renal.

El diagnóstico temprano del cáncer aumenta la tasa de supervivencia

Las neoplasias colorrectales son enfermedades frecuentes en los hombres mayores de 50 años. Sin embargo, el diagnóstico del cáncer de colon en etapas iniciales ofrece expectativas de curación bastante elevadas. En este sentido, se recomienda la realización de pruebas de seguimiento médico anuales en las personas de mayores de 45 años, sobre todo en aquellos con factores de riesgo.

De igual forma, si presentas síntomas intestinales anormales, evacuaciones con sangre y fatiga no dudes en buscar atención médica lo antes posible. Los médicos especialistas están capacitados para atender tu afección y brindarte las mejores opciones de tratamiento.



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