Autismo: características, diagnóstico y tratamiento
El autismo es uno de los trastornos del espectro autista (TEA). Estos trastornos son una categoría de alteraciones neurobiológicas que afectan al desarrollo de la persona, produciendo cambios cognitivos, comportamentales y comunicacionales, es decir, modificando su forma de ser y de relacionarse con su entorno social.
Las características comunes de estas patologías ponen de manifiesto alteraciones en las siguientes áreas:
- Comunicación.
- Interacción social.
- Conductas autoestimulatorias.
Por último, señalar que, cuando hablamos de autismo, no hay dos casos iguales, pues cada persona se encontrará en una posición determinada del espectro. Más adelante veremos las diferencias principales.
Características de las personas con autismo
Como hemos dicho, cada persona autista mantendrá unas características diferenciales en cuanto a sus competencias y grado de afectación del trastorno. Las dificultades que encuentran las personas con autismo se pueden dividir en:
- Interacción.
- Comunicación.
- Comportamiento.
De la misma manera, pueden tener una serie de capacidades extraordinarias. Las veremos detenidamente.
Autismo: dificultades en la interacción con otros
En el autismo, vamos a encontrar una serie de problemas a la hora de interactuar con otras personas. De entre todas ellas destacan:
- Falta de interés por compartir.
- Atención muy disminuida.
- No comprende las sutilezas del lenguaje (ironía, doble sentido o chistes).
- Le cuesta entender las normas sociales.
- No identifica sus emociones ni las de los demás.
- Falta de capacidad para anticiparse a las situaciones.
- Merma en las conductas motivadas y proactivas.
- Le cuesta organizar y comprender la información en su contexto.
Autismo: dificultades en la comunicación
En estos casos, encontraremos varias alteraciones notables en la comunicación, como, por ejemplo, las siguientes:
- Dificultad para comprender a los demás.
- Dificultad para expresarse adecuadamente.
- Falta de intención comunicativa.
- Presencia de repeticiones de frases o palabras sin sentido (ecolalia).
- Existe una dificultad en el uso funcional del lenguaje.
Autismo: dificultades comportamentales
En cuanto al comportamiento de estas personas, observaremos lo siguiente:
- Tiene intereses muy restringidos.
- Comportamientos repetitivos y autoestimulatorios.
- Hay presencia de rituales de comportamiento.
- Podemos apreciar ciertas conductas obsesivas.
- Existe una marcada tendencia a la rutina.
- Se resiste a los cambios.
- Escasa respuesta a los estímulos externos o, por el contrario, hiperreactividad a los estímulos externos, según el caso.
Quizá te interese: Trastornos psicológicos
Capacidades de las personas con autismo
Mucho se habla de las limitaciones de este tipo de pacientes, pero ¿y sus capacidades? Entre ellas destacan:
- Observan y analizan pequeños detalles.
- Se motivan con intereses muy concretos.
- Son competentes para memorizar muchos datos e información diversa.
- Destacan por sus buenas intenciones.
- Son sinceros.
- Leales.
- No juzgan a los demás.
Mitos del autismo
A veces, existen creencias infundadas sobre las personas con TEA. No son ciertas, por lo tanto, merece la pena que eliminemos ciertos mitos del autismo:
- A las personas con autismo sí les gusta estar con los demás.
- Sí son capaces de expresar sus sentimientos.
- Sí tienen la necesidad de establecer relaciones de afecto.
- No viven ‘en su mundo’, sus problemas se limitan a la interacción y comunicación con los demás.
- Pueden comunicarse y relacionarse con los demás.
- No todas las personas con TEA son genios incomprendidos o sabios.
- No son personas violentas.
- El origen del autismo no tiene que ver en carencias de afecto, ni es culpa de los padres.
- El origen de este trastorno no está en las vacunas.
- Este trastorno no tiene cura, pero puede mejorar con intervención psicológica.
- No está circunscrito a la infancia, puede darse en la edad adulta.
Diagnóstico temprano y primeros signos
El autismo no es un trastorno que se desarrolla a lo largo de la vida del sujeto. Por el contrario, se nace con él. De hecho, sus manifestaciones empiezan a ser notorias a partir del primer año de vida.
Por lo tanto, el diagnóstico precoz es fundamental para empezar la terapia psicológica cuanto antes. Gracias a este tipo de terapias cognitivo-conductuales, el paciente podrá mejorar, entre otras cosas:
- Lenguaje.
- Relaciones sociales.
- Flexibilidad cognitiva.
- Comunicación.
- Empatía.
- Imaginación.
- Destrezas.
- Expresión emocional.
A continuación, compartimos los primeros signos que podrían hacernos sospechar que estamos ante la presencia de un TEA:
- Con un año, dificultades para responder a las expresiones faciales o sentimientos ajenos. En muchos casos, existe una ausencia de respuesta social. No hay demasiado contacto ocular.
- Alteraciones del lenguaje: mutismo, retraso en la adquisición del lenguaje. No emite palabras a los 12 meses y no forma frases a los 24 meses.
- A los 12 meses, no responden a su nombre, pero sí a otros estímulos sonoros (sordera paradójica).
- Presentan conductas extrañas y repetitivas y no señalan objetos.
- A los 18 meses, pueden perder destrezas que desarrollaron hasta el año de vida.
- Con dos años, muestras conductas obsesivas y se irritan ante los cambios. Inflexibilidad mental.
Hay que decir que estas señales no suponen un diagnóstico profesional del trastorno, aunque sí pueden suponer pistas que nos den las primeras señales de alarma.
Lee también: Psicología de la salud: definición y características
Tratamiento del autismo
El tratamiento del autismo suele ser largo y complejo, aunque cabe señalar que cada vez existen tratamientos mejores. Sin perjuicio del tratamiento médico que, en algunos casos, podría darse, el tratamiento de referencia es cognitivo-conductual y psicoeducativo.
Intervención psicoeducativa
Es la que se realiza en los contextos naturales del paciente. La escuela será, por tanto, el lugar que más oportunidades ofrezca para el desarrollo, el aprendizaje y la socialización con el grupo de pares. Implica preparar al paciente para el desenvolvimiento en aquél entorno.
Para ello, se desarrollan técnicas específicas que faciliten la respuesta del paciente. Obviamente, requerirá de la colaboración de profesores, orientadores y, a veces, de los propios compañeros.
Intervención cognitivo-conductual
Se trabaja implementando:
- Desarrollo e implementación de la teoría de la mente.
- Expresión y reconocimiento de emociones.
- Patrones de interacción social.
- Empatía.
- Autonomía del paciente.
- Flexibilidad mental y apertura a los cambios.
- Comunicación y fomento de las habilidades comunicativas.
Comentarios finales
Los trastornos del espectro autista son trastornos del neurodesarrollo que suponen una merma importante en las áreas de interacción social, comunicación y comportamiento del individuo, principalmente.
Es imprescindible una detección temprana de los signos indicativos del trastorno. Lo mejor es, sin duda, el diagnóstico profesional por parte de un psicólogo. De esta manera, se podrá empezar la terapia cuanto antes, procurando minimizar los daños e intentando que el niño tenga una vida lo más autónoma posible.
Por otra parte, señalar que, aunque el trastorno no tiene cura, gracias a las terapias actuales el paciente logra mejorar su calidad de vida y su ajuste social con bastante éxito. Obviamente, existen grados que nos marcan la gravedad del trastorno, por eso se llama espectro.
- Domínguez, L. G. (2017). Palomo, R.(2017). Autismo. Teorías explicativas actuales. Madrid: Alianza Editorial. ISBN: 978-84-9104-581-6, 397 pp. Siglo Cero. Revista Española sobre Discapacidad Intelectual, 48(1), 95-96.
- Seldas, R. P. (2017). Autismo. Alianza Editorial.
- Villanueva-Bonilla, C., Bonilla-Santos, J., Ríos-Gallardo, Á. M., & Solovieva, Y. (2018). Desarrollando habilidades emocionales, neurocognitivas y sociales en niños con autismo. Evaluación e intervención en juego de roles sociales. Revista Mexicana de Neurociencia, 19(3), 43-59.