¿Qué es el asma?
Según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), en 2019 el asma afectó a 262 millones de personas y ocasionó 461 000 muertes en todo el mundo. Puedes consultar sus síntomas, causas, diagnóstico y opciones de tratamiento en diferentes artículos que hemos preparado al respecto.
Ahora nos enfocamos en responder todas las dudas respecto a la enfermedad. Presta atención a cada pregunta y sus respuestas.
1. ¿El asma se puede curar?
No, el asma es una enfermedad para la que no se ha encontrado una cura definitiva. Sin embargo, existen múltiples alternativas para tratarla. De manera general, el abordaje consiste en adherirse a medicamentos y evitar los desencadenantes de los episodios.
Si el asma no se puede curar, ¿entonces por qué algunos pacientes parecen haber superado la enfermedad? La respuesta a esto la encontramos en la remisión.
No son pocos los estudios e investigaciones que han intentado comprender los episodios de remisión. Estos se suelen catalogar en dos tipos:
- Remisión clínica: hace referencia a la ausencia de síntomas, pero con cierto grado de deterioro de la función pulmonar.
- Remisión completa: en este caso hay ausencia tanto de los síntomas como del deterioro de la función respiratoria. Los pacientes con remisión completa tienen pocas probabilidades de recaer en el futuro.
Los especialistas no están seguros de qué mecanismos operan durante la remisión. Se sabe, sin embargo, que es más frecuente cuando la enfermedad se presenta durante los primeros años de vida. Por el contrario, la aparición tardía, el eccema infantil, la rinitis alérgica y la exposición al humo de tabaco se asocian con menores posibilidades de remisión.
2. ¿Por qué la gente contrae asma?
No se han encontrado las causas exactas del asma, pero nuestra comprensión de la enfermedad nos ha llevado a determinar varios factores de riesgo. Existe la creencia de que es más común hoy que en el pasado, pero en realidad se debe a la mejora de los procesos de diagnóstico.
Con base en información de Asthma Canada, te resumimos algunos de sus factores de riesgo:
- Predisposición genética.
- Alergias.
- Nacimiento prematuro.
- Exposiciones ocupacionales a sustancias que se alojan en el pulmón.
- Calidad del aire ambiental.
- Obesidad.
No es infrecuente que la enfermedad se presente ante la combinación de varios de estos factores. El asma suele empeorar ante lo que se conoce como desencadenantes. Estos se dividen en alérgicos y no alérgicos. Los primeros provocan reacciones alérgicas. Pueden ser ácaros, polvo o caspa de las mascotas, entre otros.
Los segundos se relacionan con sustancias irritantes. Un ejemplo es la contaminación ambiental, el humo del tabaco o el frío. Algunos cambios emocionales puede empeorar los síntomas, como ha señalado la evidencia.
3. ¿Qué sucede en mis vías respiratorias cuando tengo asma?
Los pacientes con asma tienen vías respiratorias sensibles. Ante la presencia de algún desencadenante, estas reaccionan de forma exagerada y limitan el aire que ingresa a los pulmones.
Asthma UK nos indica los tres procesos que pueden ocurrir en este contexto:
- Los músculos de las paredes de las vías respiratoria se contraen. Esto ocasiona que el canal sea más estrecho y, por tanto, se limite el flujo de aire.
- El revestimiento de las vías respiratorias se inflama.
- Se acumula moco o flema en los canales aéreos, estrechando el paso del aire.
Cualquiera de las tres cosas suceden durante un episodio de asma, aunque también pueden convivir varios a la vez. Todo esto ocasiona los síntomas típicos de la enfermedad: sibilancias, dificultad para respirar y dolor en el pecho.
4. ¿Qué es un ataque de asma?
Se conocen como ataques de asma a la manifestación de los signos generados por alguno de los tres procesos anteriores. La enfermedad no se desarrolla de manera permanente las 24 horas del día, sino que se presenta a través de episodios intermitentes (también conocidos como exacerbaciones).
Los ataques pueden ser leves, moderados o graves. De acuerdo con la intensidad tendrán una duración de minutos o de un par de días. Los episodios graves pueden poner el riesgo la vida del paciente.
Para tratarlos se utilizan medicamentos de alivio rápido, como broncodilatadores en forma de inhaladores. Los ataques son menos frecuentes cuando se mantiene una adherencia a los fármacos recetados por el especialista.
5. ¿Los medicamentos para tratar la enfermedad tienen efectos adversos?
Sí los tienen, aunque son proporcionalmente menores a los que te expones si abandonas la terapia. En general, las reacciones varían de acuerdo con el medicamento, la edad, las dosis y la frecuencia con la que se mantiene la ingesta.
Siguiendo a la evidencia al respecto, estos son algunos de los efectos colaterales más frecuentes:
- Vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Sequedad en la boca.
- Aftas en la cavidad bucal.
- Dispepsia.
- Urticaria.
No quiere decir que se desarrollarán todos estos signos si mantienes la ingesta. Es solo que existe una posibilidad de que experimentes uno o varios en el trascurso del tratamiento. De ser así, puedes hablar con tu especialista.
6. ¿Por qué mi condición empeora por la noche?
Hay muchos factores que pueden incidir para que los síntomas sean peores por la noche. La presencia de varios desencadenantes se hace evidente durante las horas nocturnas:
- Descenso de la temperatura.
- Presencia de ácaros, polvo y otros alérgenos en las almohadas, las cobijas o el colchón.
- Presión adicional en las vías respiratorias de acuerdo con la posición que elijas al dormir.
7. ¿Puedo hacer ejercicio si soy asmático?
Aunque en algunos casos las exacerbaciones se pueden generar por la actividad física, los expertos recomiendan hacer ejercicio a los pacientes asmáticos. El ejercicio, en especial la variante aeróbica, puede reportar mejoras en la función pulmonar y en la reducción de los síntomas.
Si experimentas episodios leves o moderados de asma durante el entrenamiento es señal de que la condición no está controlada. Consulta con el especialista para determinar la posible influencia de un desencadenante o considerar ajustar la dosis o el tipo de medicamentos.
8. ¿Las terapias alternativas son efectivas para controlar la enfermedad?
Al margen del tratamiento principal, existen decenas de terapias alternativas para el asma. No existe evidencia de que la medicina alternativa reporte mayores beneficios que el tratamiento estándar para la enfermedad. Algunas leves mejorías se han vinculado con el efecto placebo, de manera que los pacientes no deberían adherirse a ellas como primera opción.
Esto último puede ser peligroso, ya que si abandonas tus medicamentos te expones a que los episodios sean más frecuentes y con mayor intensidad. Si deseas explorar algunas de las terapias, repórtaselo al especialista para que la misma no entre en conflicto con algún principio activo.
Te aconsejamos desconfiar de aquellos abordajes que prometen curar el asma. Con frecuencia se asocia el término natural con saludable, pero esto no es un regla.
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