Uña encarnada: qué es y cómo se trata
La uña encarnada, también conocida como onicocriptosis o unguius incarnatus, se suele considerar un problema médico menor. Sin embargo, algunos casos pueden requerir cirugía y el descuido de los episodios más leves pueden derivar en cuadros de infección. Puede ocurrir a todas las edades, pero se estima que es más común entre los 14 y 25 años de edad.
A pesar de que resulta complicado determinar su epidemiología, algunos expertos estiman que hasta el 5 % de la población mundial padece de ella. El número real puede ser mucho más alto, esto debido a que no todas las personas buscan asistencia médica cuando manifiestan dicha complicaciones. Analizamos sus causas, síntomas y cómo tratarlas.
Causas de la uña encarnada
Tal y como señala Harvard Health Publishing, una uña se encarna cuando una esquina de la uña del pie se curva hacia abajo y se hunde en la piel. Es la complicación relacionada con las uñas más común en la práctica general y dermatológica. Bajo una terminología médica sucede cuando la uña crece dentro de la piel periungueal y causa inflamación e infección.
La principal causa de la uña encarnada es el recorte inadecuado de la uñas. Cuando no se recorta como es debido la esquina de esta puede presionar o pinchar el tejido adyacente. Dicho tejido es más blando que otras zonas, de manera que la uña penetra fácilmente y crece dentro de él. Otros episodios que pueden generar esta complicación son las siguientes:
- Uso de zapatos muy apretados.
- Traumatismos en las uñas o en zonas adyacentes.
- Ingesta de algunos medicamentos (como por ejemplo gefitinib y cetuximab).
- Hiperhidrosis en el pie (sudoración excesiva).
- Mala higiene de los pies.
- Tener pie plano.
- Tener las uñas de los pies muy curvadas.
Al margen de esto, recortar las uñas bajo una forma redondeada o recortarlas en exceso a menudo es el desencadenante de una uña encarnada. Hacer actividades de alto impacto (como trotar, escalar y demás) también suele encontrase entre sus causas. Estos criterios no son excluyentes, de manera que a veces la combinación de ellos explica su aparición.
Por ejemplo, un pie muy sudoroso (hiperhidrosis) puede ocasionar que el tejido periférico de las uñas se ablande aún más; lo que facilita que una uña mal recortada penetre en ella al hacer una actividad con cierta exigencia o movimiento.
Las anomalías óseas también pueden incentivar su manifestación; en especial aquellas que aumentan la presión en los tobillos, el pie o el dedo del pie.
Esta condición es más frecuente en las mujeres. No se debe a que exista alguna predisposición biológica, sino que estas tienden a recortar con mayor frecuencia las uñas de sus pies. Por tanto, existen mayor probabilidades de hacerlo de manera errónea.
De igual manera, y debido a la presión ejercida en el área, tanto mujeres como hombres obesos suelen desarrollar uña encarnada.
Síntomas de la uña encarnada
Las uñas encarnadas son muy fáciles de detectar. No requieren la mediación de un profesional de la medicina, de manera que la mayoría de los pacientes pueden saber que la uña se ha encarnado observando el área afectada. Te dejamos con un cuadro clínico típico de esta situación:
- Piel inflamada en uno o ambos bordes de un dedo del pie.
- Coloración rojiza o morada en el área afectada.
- Acumulación de líquido entre la uña y el tejido de la piel (pus).
- Dolor al presionar la uña o la piel.
- Piel que sobresale o engulle parte de la uña.
Si desarrollas una infección es probable que manifiestes síntomas típicos de esta. Es decir, dolor de cabeza, fiebre y malestar general. En sus etapas iniciales la piel suele sentirse más dura que la de otras zonas, aunque luego de un par de días se vuelve más sensible. Puede que no sientas dolor mientras se inflama y abarca parte de la uña, y no siempre los síntomas son intensos.
Como bien nos recuerda la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS), la uña se encarna con mayor frecuencia en el dedo gordo del pie (hallux). La hinchazón y el dolor puede comprometer el uso de zapatos, hacer actividad física e incluso caminar.
Todo depende de la gravedad de los síntomas, ya que a veces puede manifestarse y desaparecer sin incomodar en absoluto al paciente.
Diagnóstico de la uña encarnada
El diagnóstico de la uña encarnada no requiere pruebas por imágenes o evaluaciones adicionales, ya que se puede hacer con base en la observación clínica. Las personas pueden hacer esto siguiendo los síntomas descritos, aunque en ocasiones la mediación de un profesional resulta pertinente. Esto principalmente para descartar algunos de los siguientes diagnósticos diferenciales:
- Presencias de cuerpos extraños en la piel.
- Onicomicosis.
- Onicomatricoma.
- Poroma ecrino.
- Juanetes.
- Lesiones en el lecho ungueal.
- Paroniquia.
Al margen de ello, no siempre es necesario consultar con un especialista al detectar una uña encarnada. Esto por supuesto cuando la manifestación sea leve o moderada. Si durante la observación se detectan anomalías en la piel o la uña que indican una evolución grave, o se desarrollan síntomas de infección agudos, se recomienda buscar asistencia médica.
¿Qué hacer para tratarla?
Las uñas encarnadas deben tratarse tan pronto como se detecten. Si no se hace esto la uña seguirá creciendo con el pasar de los días, de manera que se incrustará más y más sobre la piel.
Los síntomas empeorarán en estos contextos, y las infecciones pueden evolucionar a episodios graves. Los pacientes pueden tratar ellos mismos la uña encarnada desde casa, aunque lo recomendable es que apelen por la experiencia de una pedicurista.
En efecto, para solucionar el episodio es necesario retirar la uña incrustada en la piel, lo que a menudo requiere solo recortarla. Una profesional en el cuidado y embellecimiento de los pies puede hacer esto con facilidad, mientras que si decides proceder por tu cuenta puedes empeorar aún más el encarne. Luego de recurrir a uno de estos ten en cuenta lo siguiente:
- Remoja el pie en agua tibia 2-3 veces al día.
- Mantén el pie seco durante el resto del día (la humedad puede ablandar la piel y favorecer la incrustación de la uña).
- Usa zapatos cómodos (de ser posible opta solo por los abiertos).
- Toma medicamentos de venta libre para hacer frente a los síntomas.
Los casos graves se tratan por medio de una intervención quirúrgica. El cirujano puede optar por retirar total o parcialmente la uña, también por el lecho ungueal subyacente.
La intervención no es complicada, pero si se actúa a tiempo se puede evitar que se lleguen a estos límites. Consulta con un especialista si detectas que los síntomas y el aspecto visual de la uña encarnada no augura nada bueno.
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