Drenaje linfático, una técnica que favorece la circulación

El drenaje linfático no solo favorece la circulación de la linfa, sino también de la circulación sanguínea. ¡Sus beneficios son múltiples!

Escrito y verificado por Mariel Alexandra Mendoza Delgado.

Última actualización: 13 octubre, 2023

El drenaje linfático es una técnica que se utiliza para mejorar la circulación de la linfa, una sustancia que viaja a través del sistema linfático del cuerpo. Esta es fundamental para la eliminación de toxinas, la absorción de grasas y la respuesta inmunitaria. El drenaje se hace mediante movimientos suaves y rítmicos para estimular el flujo natural de los vasos linfáticos.

Esta técnica puede influir de forma positiva en la salud, reduciendo la hinchazón y retención de líquido, aliviando la tensión muscular, mejorando la apariencia de la piel y fortaleciendo el sistema inmunitario. Todo lo que en conjunto promueve el bienestar general. No obstante, deben igual considerarse sus contraindicaciones y buscar la orientación de un médico antes de realizar esta terapia.

¿Qué es el drenaje linfático?

Para hablar del drenaje linfático primero debemos conocer el sistema linfático: es el encargado de diversas funciones relacionadas con el transporte de desechos y la respuesta inmunitaria. Este sistema está compuesto por una red de vasos, ganglios linfáticos y órganos linfoides, como el bazo y las amígdalas. 

Los vasos linfáticos discurren paralelos a los vasos sanguíneos, recogiendo los desechos de los tejidos en la linfa. Luego viajan hasta los ganglios linfáticos u órganos linfoides, donde se filtra la misma y se eliminan patógenos y células dañadas. La linfa además contiene células inmunes (por lo que participa en la respuesta inmunitaria) y diferentes nutrientes (transporta las grasas).

El papel del drenaje linfático

A diferencia del sistema circulatorio, el sistema linfático no tiene una bomba central que impulse la linfa. Por lo que depende de la respiración y de la circulación muscular para moverse. Si el sistema linfático no funciona de forma correcta, puede dar lugar a la acumulación de líquido y toxinas, causando hinchazón, malestar y aumento de riesgo de infecciones.

El drenaje linfático es una técnica que se diseñó para estimular y mejorar la circulación de la linfa. Mediante movimientos suaves y rítmicos, que sigan la circulación natural de los vasos linfáticos, se facilita el flujo de la linfa hacia el nódulo linfoide y de allí hacia el sistema circulatorio sanguíneo.

De esta manera cumple con su objetivo de eliminar el exceso de líquido, toxinas y desechos del cuerpo. Además de favorecer al sistema inmunitario.

Beneficios del drenaje linfático

Esta técnica terapéutica ofrece una amplia gama de beneficios para la salud y el bienestar. A continuación, te compartimos algunos de los impactos positivos de esta práctica.

• Mejora la salud de la piel: al eliminar toxinas, reducir la hinchazón y mejorar la circulación, el drenaje linfático puede ayudar a tener una mejor apariencia de la piel, y reducir problemas como acné y celulitis.
• Alivia la tensión muscular: los movimientos suaves y rítmicos del drenaje linfático ayudan a relajar los músculos y liberar tensión.
• Reduce la retención de líquidos: el drenaje linfático, al estimular la circulación de la linfa, es capaz de reducir la retención de líquidos e hinchazón. Siendo especialmente beneficioso para personas que padecen de edema por retención de linfa (linfedema) y también en casos de lipedema, edemas venosos o congestivos.
• Promueve la función inmunológica: ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, pues al promover la circulación de la linfa a los ganglios linfáticos, facilita la eliminación de patógenos y desechos.
• Acelera el proceso de cicatrización de heridas: al mejorar la circulación linfática, ayuda a acelerar la cicatrización de heridas y mejorar la apariencia de cicatrices.
• Aporta de forma indirecta al sistema circulatorio: al mejorar la circulación puede ser beneficioso para personas con varices, además de favorecer el retorno venoso y mejora la función renal.

Todo lo mencionado con anterioridad aporta al bienestar general, ayudando a que el paciente se sienta más relajado y saludable luego de una sesión de drenaje linfático.

Contraindicaciones del drenaje linfático

Si bien el drenaje linfático ofrece muchos beneficios, no es adecuado para todo el mundo. Algunas contraindicaciones de esta terapia son las siguientes:

• Insuficiencia renal: el drenaje linfático podría sobrecargar aún más la función renal, por lo que no se recomienda en casos de insuficiencia renal.
• Infecciones agudas: no se debe hacer en presencia de infecciones agudas o en áreas infectadas para evitar la propagación de la infección.
• Trombosis venosa profunda: puesto que el drenaje linfático eleva el retorno venoso, podría exacerbar esta situación al incrementar la carga en el sistema circulatorio.
• Insuficiencia cardíaca congestiva: dado que el drenaje linfático aumenta el retorno venoso, lo que puede empeorar esta condición al aumentar la carga en el sistema circulatorio.

De manera que, cualquier persona interesada en el drenaje linfático deberá consultar a un profesional de la salud antes de someterse a la terapia.

Las técnicas del drenaje linfático

El drenaje linfático puede efectuarse de dos maneras: de forma manual por una persona especializada, o mediante equipos especializados. A continuación, te detallamos las implicaciones de cada técnica.

Método manual

El drenaje linfático manual implica una persona altamente capacitada que realiza masajes o movimientos manuales suaves y rítmicos en áreas específicas del cuerpo y con una presión específica.

Esta técnica suele ser más personalizada, debido a que se adapta a las necesidades individuales del paciente. También permite que el profesional evalúe de forma continua (a través del tacto) la respuesta del cuerpo a la terapia.

Método con equipos especializados

Este método, también conocido como presoterapia, hace uso de dispositivos que aplican presión de forma secuencial en áreas específicas del cuerpo. Suele emplearse de manera programada, controlando la intensidad y duración del tratamiento. Se ha establecido que puede ser eficaz, pero no permite la adaptación personalizada, ni la evaluación de la respuesta del paciente de manera constante.

En general, ambos enfoques pueden ser efectivos para mejorar la circulación linfática. La elección dependerá de las necesidades individuales y preferencias de la persona, así como la disponibilidad de personal capacitado.

Consideraciones cruciales en el drenaje linfático

El drenaje linfático favorece la circulación, promoviendo la salud general con sus múltiples beneficios. No obstante, es importante tener en consideración sus contraindicaciones y consultar a un médico antes de recibir la terapia.

Tanto el manual como el realizado con equipos de presión gradual pueden ser eficaces, y la elección entre uno y otro dependerá de tus necesidades individuales. No olvides que el drenaje linfático es una técnica accesible y valiosa para contribuir de forma positiva en tu bienestar general.