Trastorno dismórfico corporal: ¿en qué consiste?

Las personas con trastorno dismórfico corporal tienden a tener grandes interferencias en áreas clave de la vida, como el trabajo, los estudios o las relaciones interpersonales. ¿Cuáles son las características de este trastorno?
Trastorno dismórfico corporal: ¿en qué consiste?
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 08 julio, 2023

Todos nosotros tenemos algún aspecto de nuestro físico que nos gustaría que fuera de otra manera. El acné, el tamaño del pecho, una cicatriz, la altura, el tamaño de la nariz o la forma de las orejas suelen constituir elementos que nos gustaría haber cambiado en algún punto de nuestras vidas. En este sentido, las personas que padecen un trastorno dismórfico corporal llevan su preocupación a un nivel completamente desadaptativo y puede llegar a generarles serios problemas en su día a día.

A pesar de que el defecto puede ser imperceptible para otras personas, quienes padecen un trastorno dismórfico corporal tienden a magnificarlo. Incluso, sus preocupaciones pueden alcanzar un nivel que podría calificarse de delirante. Pueden llegar a estar hasta 8 horas diarias focalizándose en el contenido de sus preocupaciones relacionadas con el aspecto físico en concreto.

La preocupación dismórfica se caracteriza por ser insidiosa, repetitiva y muy difícil de resistir y de controlar.

– Amparo Belloch –

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?

Para la American Psychiatric Association (APA), en su quinta versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), el trastorno dismórfico corporal (TDC) se caracteriza por «la preocupación sobre uno o más defectos percibidos en un aspecto de la apariencia física que no es observado o parece leve a otros».

Además, las personas con TDC deben manifestar conductas repetitivas (rituales) en respuesta a sus preocupaciones. Por este motivo, esta entidad clínica se recoge en el capítulo de «Trastorno Obsesivo – Compulsivo (TOC) y relacionados».

A pesar de compartir características, se diferencia del TOC en que en el TDC las obsesiones y las compulsiones están circunscritas a un defecto físico real o imaginado, mientras que en el TOC son más generales y menos limitadas.

Se ha encontrado que es un trastorno más prevalente en mujeres, con la excepción de los entornos relacionados con la cosmética, donde paradójicamente son los hombres quienes presentan mayores tasas.

– Amparo Belloch –

Características en común del TDC y el TOC

Ambas entidades clínicas se asemejan en cuanto a la presencia de obsesiones y compulsiones.

¿Qué es una obsesión?

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las obsesiones concurren bajo la forma de pensamientos reiterados, recurrentes, persistentes. También pueden adoptar la forma de imágenes e incluso de impulsos y urgencias. Son molestos, indeseados y producen ansiedad.

¿Qué es una compulsión?

Ante la aparición de las obsesiones, las personas con TDC y TOC intentan afrontarlas de distintas formas. Pueden tratar de ignorarlas, de evitarlas, de hacerlas callar o de neutralizarlas. Estas formas de combatir las obsesiones adoptan el nombre de compulsión.

Por lo tanto, las compulsiones consisten en conductas que también son reiteradas (pueden llegar a consumir hasta 8 horas diarias) que los pacientes realizan en respuesta a sus obsesiones. Por lo general son muy rígidas, es decir, deben seguir un patrón concreto: un ritual.

En consecuencia, las personas con TDC pueden llegar a padecer una timidez extraordinaria en respuestas a ideas de referencia. Las ideas de referencia podemos definirlas como la certeza que poseen estas personas de que están siendo observadas por los demás, quienes están emitiendo juicios sobre el defecto físico que les preocupa: «están hablando de mi nariz», «se ha dado cuenta de que tengo poco pecho», «me ha mirado mal porque tengo tantos granos que doy asco».

Entre los actos mentales excesivos y repetitivos que se realizan en respuesta a la preocupación dismórfica se encuentran las comprobaciones, las comparaciones, la excesiva preparación y el rascado de la piel.

– Amparo Belloch –



¿Qué conductas llevan a cabo las personas con trastorno dismórfico corporal?

Para la catedrática en psicopatología Amparo Belloch, los comportamientos dismórficos podrían adoptar hasta 7 formas distintas. A través de ellos, las personas con TDC intentan alterar su defecto con el objetivo de situarlo en niveles que ellas consideran aceptables. También tratan de evitar que el defecto se vea o de alterar el hecho de que otros puedan depositar su atención en el mismo.

Las personas con TDC suelen realizar un gran número de comportamientos tanto manifiestos como encubiertos, que consumen mucho tiempo y esfuerzo.

– Amparo Belloch –

La comparación

Todos sabemos que las comparaciones con otras personas pueden llegar a ser fuentes de sufrimiento importantes. Sin embargo, en las personas que padecen TDC, este hecho alcanza cotas superiores. De hecho, cerca del 90 % de los pacientes comparan la parte o el área que ocupa el defecto que perciben como defectuoso con la misma parte o área de otras personas. En este sentido, suelen elegir individuos que coincidan tanto en género como en edad.

El exceso de ejercicio

Esta es una estrategia que se pone de manifiesto con más intensidad en los casos de dismorfia corporal. La dismorfia corporal es un tipo de TDC más característica de los varones en los que la preocupación gravita en torno a la percepción de que el cuerpo es demasiado pequeño o poco musculoso.

Así, para alcanzar el grado de musculación que el paciente puede considerar como normal, se somete a extenuantes rutinas de ejercicio, que pueden ser fácilmente calificadas como «excesivas» por parte de los demás.

Espejito, espejito

Los espejos, los cristales, las superficies brillantes y los escaparates son fuentes de información para las personas con TDC. El hecho de mirarse de forma continua en superficies reflectantes buscando saber cómo está el defecto, si es visible o si se ve demasiado, es un factor que puede mantener e incluso agravar el problema.

Los comportamientos de buscar superficies reflectantes en las que poder verse son muy comunes. Aproximadamente un 90 % de pacientes los realiza de forma cotidiana, ya sea de manera breve o prolongada. Entre los motivos que les guían para realizar estos comportamientos, también se encuentra la esperanza.

Tienen fe en que su defecto físico se refleje en los espejos de manera diferente a como lo tienen visualizado en sus mentes. Además, tras largos periodos evaluándose en superficies reflectantes, pueden ocurrir otros fenómenos clínicos, como son los episodios disociativos.

La cirugía contra la imperfección

El profesional médico que más buscan estas personas son los dermatólogos. Del total de pacientes con TDC, hasta un 70 % se ha sometido a diversas intervenciones de medicina estética, entre las que cabe destacar las operaciones estéticas, los tratamientos cosmetológicos y las intervenciones dermatológicas.

Además, si un profesional médico les niega la intervención por razones de deontología médica o carecen de los medios económicos para pagarse un tratamiento, recurren a autopracticarse la intervención en casa.

El objetivo que persiguen es claro: la modificación de su apariencia corporal. Además, si el daño que se autoinfligen es excesivo, tienen la certeza de que los profesionales médicos aceptarán su caso por motivos urgentes de salud.

La realización de estos procedimientos no suele aliviar los síntomas sino aumentar la insatisfacción.

– Amparo Belloch –

La ocultación del defecto

Si carecen de los medios para alterar el elemento corporal que perciben como excesivamente imperfecto, las personas con trastorno dismórfico corporal intentan ocultarlo. Para ello, cualquier método es bueno siempre y cuando cumpla con su objetivo. Entre los medios más utilizados se encuentran los gorros, el maquillaje, las posturas o la ropa.

El rascado de la piel

Este es un comportamiento de los pacientes con TDC que también ocurre en el TOC. Pareciera como si el acto de rascarse la piel, o incluso pellizcarla, pudiera borrar el defecto como si nunca hubiera estado presente. De hecho, se ha descrito esta conducta en una de cada tres personas con TDC.



El acto de evitar

Cuando las estrategias anteriores han dado poco resultado y el malestar sigue acuciando, los pacientes con TDC pueden optar por aislarse. En este sentido, la evitación de situaciones que implican interacción social o exposición pública se realiza como estrategia que trata de mitigar emociones de valencia negativa como el malestar o la ansiedad que pueden surgir cuando se sienten observadas.

La evitación puede llevar al confinamiento del paciente en su propia casa durante largos periodos de tiempo.

– Amparo Belloch –

¿Existen variantes del trastorno dismórfico corporal?

La mayoría de las variantes tienen que ver con el hecho de cómo es descrita esta entidad clínica en las diferentes culturas humanas. En este sentido podemos mencionar algunas:

  • Dismorfia muscular. Como hemos comentado, es una variante que se produce en su mayor parte en el género masculino y que tiene que ver con la percepción de un cuerpo pequeño y con pocos músculos.
  • Trastorno dismórfico corporal por poderes. Esta variante se refiere a la preocupación excesiva por la imperfección de un defecto físico en otras personas (en vez de en nosotros). A pesar de que nuestra pareja, nuestro familiar, o nuestro amigo tengan una apariencia y aspecto normal, las personas con TDC por poderes se preocupan sobre sus defectos físicos en exceso.
  • Síndrome de referencia olfativo (SRO). Esta variante se refiere a la creencia y la percepción del propio olor corporal como repulsivo, repugnante e indigno. Además, a pesar de intentar camuflarlo, las personas con SRO tienden a albergar la creencia de que los demás pueden llegar a captar su desagradable olor.
  • Taijin Kyofusho. Esta es la versión china del TDC. A pesar de conceptualizarse aquí, guarda una mayor relación con la fobia social porque el Taijin Kyofusho se relaciona más con el miedo a las relaciones interpersonales. El aspecto clave por el que se considera una variante del TDC es que la ansiedad a las relaciones sociales se produce en el contexto del aspecto físico. Las personas con Taijin Kyofusho tienen miedo a que su apariencia física pueda ofender a otros.
  • Jikoshu-Kyofu. Es la versión japonesa del síndrome de referencia olfativo que hemos descrito con anterioridad.
  • Koro. Esta es una variante curiosa de la cultura malayo-indonesia. En China se llama Suoyang y hace referencia al temor ante la retractación de los propios genitales, es decir, al encogimiento del pene, de los labios vaginales, de los senos o de los pezones. Como resultado de esta retractación, las personas con esta variante de TDC creen que sus genitales pueden llegar a desaparecer.

Entre las posibles causas de esta curiosa entidad clínica se ha subrayado el rol que pueden estar ejerciendo los medios de comunicación y las redes sociales. En este sentido, los mensajes que transmiten a favor de un ideal de belleza difícil de alcanzar pueden estar desempeñando un papel relevante.

La percepción del «yo como objeto estético» es también clave y hace referencia a la experimentación de una extremada autoconsciencia y autofocalización en la imagen distorsionada.

– Amparo Belloch –



  • Belloch, A. (2023). Manual De Psicopatologia. Vol. II (2.a ed.). McGraw-Hill Education.
  • First, M. B. (2015). DSM-5. Manual de Diagnóstico Diferencial. Editorial Médica Panamericana.
  • Pedrero, F. E. (2021a). Manual de tratamientos psicológicos: Adultos (Psicología) (1.a ed.). Ediciones Pirámide.
  • Organización Mundial de la Salud (2022). CIE-11. https://icd.who.int/es
  • Behar, R., Arancibia, M., Heitzer, C., & Meza, N. (2016). Trastorno dismórfico corporal: aspectos clínicos, dimensiones nosológicas y controversias con la anorexia nerviosa. Revista médica de Chile, 144(5), 626-633. https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-98872016000500011&script=sci_arttext&tlng=en
  • García, D., Ojeda, M., & Ferrer, E. J. (2014). Trastorno dismórfico corporal. Medicentro Electrónica, 18(3), 140-142. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=50435

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.