Los 7 tipos de duelo
El duelo es una experiencia que se genera ante la pérdida de alguien o algo. Engloba una serie de reacciones, sentimentales o emocionales, que son tanto universales como personales. Los investigadores reconocen que no todas sus manifestaciones son iguales, de manera que podemos catalogar varios tipos de duelo.
Los tipos de duelo se clasifican de acuerdo con una variedad de características: síntomas, duración, reacción del entorno o procesamiento que hace el propio doliente, entre muchas otras. Se trata de un proceso muy complejo, de manera que no siempre es fácil distinguir uno de otro. En las líneas siguientes te enseñamos los principales tipos de duelo de acuerdo con los especialistas.
Principales tipos de duelo
Antes de enseñarte los principales tipos de duelo debes saber que cualquiera de estas experiencia se considera normal. La manifestación de una u otra está medida por condicionantes culturales, religiosos, personales y dependen en gran medida del contexto. Ciertamente, los síntomas, la duración y las características de cada duelo no se pueden predecir e incluso controlar del todo.
Con esto mente procedemos a describirte 7 tipos de duelo. Existen muchas otras manifestaciones de este proceso, pero las siguientes están bien delimitadas por los investigadores. Presta atención a cada una y a las particularidades que permiten identificarlas.
1. Duelo anticipatorio
Aunque la etiqueta de duelo anticipatorio no convence a todos los especialistas, se trata de un fenómeno que sí se desarrolla en la práctica. Por ejemplo, lo encontramos a menudo en pacientes y familiares luego de un diagnóstico de cáncer; también en cuidadores de pacientes con demencia. Es más frecuente de lo que se cree, y surge como una respuesta anticipatoria a un posible o conocido desenlace.
Los expertos advierten que este duelo, al igual que los demás, puede confundirse con relativa facilidad con depresión o ansiedad. Genera en quien lo desarrolla una gran confusión, e incluso sentimientos de culpa. Esto se debe a que se experimentan sensaciones de pérdida cuando la persona o el objeto del duelo aún se encuentra presente.
2. Duelo normal
Tal y como advierten los especialistas, el término duelo normal debe usarse con cuidado. Sin embargo, permite catalogar las manifestaciones de este proceso. Se trata de aquella reacción que empieza en el momento de la pérdida, se extiende por unas fases determinadas, y que finaliza con la aceptación de la misma.
No existe un tiempo estimado de su duración, ya que se considera normal un duelo de un par de semanas a unos cuantos meses. Sus síntomas oscilan entre leves, moderados y graves, y puede atravesar por etapas como la negación, la negociación y la depresión. Se suele expresar públicamente y el círculo íntimo acompaña al doliente en buena parte de su duración.
3. Duelo complicado
El duelo complicado, como bien hace referencia el término, se caracteriza por una agitación en la duración, los síntomas y la reacción general del doliente. Aunque los expertos advierten que es un proceso que se distingue de la depresión crónica, en la práctica pueden compartir muchas características. A menudo se diagnostica depresión cuando esta no es más que un síntoma del duelo complicado.
De acuerdo con los investigadores, está presente hasta en el 7 % de las personas que atraviesan el proceso de duelo, y puede mostrar resistencia a su desaparición. Tanto así que con frecuencia se cataloga como trastorno de duelo complejo persistente, y en ocasiones requiere la mediación farmacológica para aliviar las reacciones en el doliente.
4. Duelo patológico
El duelo patológico se describe por los especialistas como aquel proceso de duelo que se prolonga por más de 12 meses continuos. Lo hace con síntomas de naturaleza crónica, y estos son idénticos en cuanto a intensidad aunque haya transcurrido un año de la pérdida. Estos episodios pueden confundirse fácilmente con la depresión mayor.
Los investigadores distinguen varios tipos de duelo patológico: crónico, inhibido, retardado y atípico. Está condicionado por variables de la personalidad (como la predisposición al apego) y por la naturaleza de la pérdida. No existen datos estadísticos fidedignos que den cuenta de la frecuencia de estos casos, aunque se sabe que son menores que los de duelo complicado.
5. Duelo retrasado
El duelo retrasado o duelo tardío son todas aquellas reacciones que se manifiestan tiempo después de la experiencia de la pérdida. A menudo es una consecuencia de reprimir voluntariamente las emociones y los sentimientos, de manera que estos afloran por un catalizador y de forma involuntaria tiempo después. En definitiva, surge como una secuela de suprimir el duelo.
También es probable que el doliente no haya tenido un espacio o tiempo para expresar sus emociones. En este caso se trata de una supresión involuntaria, una que en cuanto acaba da espacio a que los signos aparezcan. No hay tiempo límite para que estos hagan acto de presencia, de manera que pueden hacerlo meses e incluso años después.
6. Duelo privado de derechos
Los expertos usan la etiqueta de duelo privado de derechos para aludir a aquellos episodios en los que no existe un reconocimiento de la pérdida y del dolor de esta por parte de la sociedad. La pérdida no es validada socialmente y las reacciones de por medio no se lamentan de manera pública. Como consecuencia, la persona debe enfrentar el proceso en solitario u opta por suprimirlo.
Quienes lo rodean no muestran apoyo, empatía o no ayudan durante la transición de las fases del duelo. En general sucede porque el catalizador del proceso no se considera tan importante, o que en todo caso la reacción es exagerada. El doliente se siente aislado, apartado y siente dudas sobre si compartir o no sus inquietudes con respecto a lo que siente.
7. Duelo inhibido
Los especialistas se refieren al duelo inhibido como aquel proceso en el que no se muestra ningún tipo de reacción externa ante la pérdida. Lo hace de forma voluntaria, bien porque no desea que los demás lo vean expresar emociones, por circunstancias culturales, por ser fiel a sus creencias religiosas u otras variables. Como ya expusimos no es infrecuente que el duelo termine manifestándose en el futuro.
Existen otros tipos de duelo, como por ejemplo el duelo colectivo, el duelo corto, el duelo acumulativo o el duelo traumático. A pesar de ello los señalados son los más frecuentes, así como los más delimitados por la ciencia. El apoyo del círculo es de gran ayuda, aunque a veces la mediación de un profesional puede contribuir a la comprensión y asimilación de las reacciones.
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