Paramnesias y parapraxias ¿en qué consisten?
Cada uno de nosotros somos los recuerdos que albergamos. Los nexos que vinculan los retazos de nuestra historia biográfica son los que nos proporcionan una identidad y nos permiten asomarnos, desde el momento actual, a un futuro próspero en posibilidades. El fascinante mundo de la memoria nos sorprende una vez más, pues existen distorsiones o errores de la memoria que nos invitan a equivocarnos y a recrearnos en fantasías.
Quien tiene memoria tiene vida entre los dedos. Porque los recuerdos y cómo se conectan unos con otros son el telar de nuestro pasado. Somos biografías llenas de escenas, emociones y percepciones. Además, seremos recuerdo para quienes nos rodean. O, al menos, aspiramos a serlo.
«Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos»
-Jorge Luis Borges-
Los errores de la memoria
La memoria es un gran baúl. Además de los recuerdos contiene sentimientos, percepciones, sensaciones, olores, música, tactos, caricias y un sin fin de experiencias humanas. Pero, como todo lo humano, es imperfecto. O, dicho de otra manera, es hermosamente imperfecto, puesto que nos brinda la posibilidad de equivocarnos.
La memoria dista de ser un elemento inflexible, inmóvil y estático. Es extraordinariamente moldeable y, por lo tanto, susceptible de tener errores. Además, estas distorsiones se producen tanto en la población sana como en la población con trastornos mentales. En este sentido, existen dos tipos de errores en la memoria: los patológicos y los no patológicos. Queremos hablar sobre ellos en este artículo.
«Esto he hecho, dice mi memoria. Esto no pude hacerlo, dice mi orgullo. Finalmente cede mi memoria»
-Friederich Nietzsche-
¿Qué son las paramnesias?
Las paramnesias son las distorsiones patológicas de nuestra capacidad mnésica. El autor que introdujo este término fue el reputado médico y psiquiatra alemán Emil Kraepelin. Decimos que las paramnesias son patológicas porque las personas incluyen en sus recuerdos escenas, fragmentos u otros elementos con carácter irreal, por ejemplo «hoy he comido judías verdes» (a pesar de que la persona haya comido lentejas).
También engloban recuerdos cuya ubicación temporal es errónea. Por ejemplo, Andrés, de 103 años menciona: «recuerdo que ayer terminó la Segunda Guerra Mundial, me siento aliviado». Sin embargo, Andrés afirma esto en pleno siglo XXI.
Como el lector podrá observar, a veces puede resultar difícil establecer, delimitar o remarcar una especie de «frontera» entre lo que consideramos normal y lo que puede ser patológico, sobre todo cuando nos referimos a la forma en que el ser humano procesa la información (Belloch, 2021)
«Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo»
-Ramón Gómez de la Serna-
Paramnesias del recuerdo
En primer lugar, existen paramnesias que gravitan en torno a los capítulos de nuestra historia, es decir, nuestros recuerdos. Se producen en el momento en que la persona intenta, voluntariamente, acceder a uno de esos capítulos de su biografía. A un recuerdo circunscrito y acotado en tiempo y lugar. Son, esencialmente, tres (Belloch, 2021).
1. La «confabulación»
Las personas que confabulan son aquellas que rellenan huecos de su memoria. Ya sean fragmentos o recuerdos enteros, crean historias nuevas para rellenar los agujeros de sus memorias biográficas. Son muy habituales aquellos con síndrome amnésico. Además, la persona dista de querer mentir.
Este error surge porque, gracias a él, la memoria de la persona se mantiene «relativamente estable». Su función es la de proveer un andamio que, aunque falso, sostiene la biografía de la persona en algunos de sus puntos más delicados. También es habitual que ocurra en el síndrome de Korsakoff.
2. La «pseudología fantástica» o la mentira patológica
Al igual que el término anterior, la pseudología fantástica se refiere a la elaboración y confección de recuerdos a posteriori, falsos, inexactos o adulterados. La diferencia fundamental radica en que, en este caso, el sujeto lo hace de manera voluntaria y consciente.
Esto sucede a menudo en los trastornos de simulación, que son las entidades clínicas en las cuales el paciente «se inventa» los síntomas con el fin de obtener un cuidado más intenso por parte de las personas que rodean al paciente.
Estas invenciones son asumidas como «absolutamente verdaderas» por parte de los sujetos que las fabrican. Aunque estas personas pueden llegar a la conclusión de que aquello que dicen recordar es falso, es probable que, llegados a este punto, fabriquen nuevos recuerdos. Esto sucede por la angustia que puede generar llegar a esta conclusión.
«La pseudología fantástica alude a hechos o narraciones completamente inventadas o fantaseadas».
-Amparo Belloch-
3. Los recuerdos delirantes
Hay recuerdos que se sostienen con voluntad férrea, a pesar de la evidencia en contra. Esto puede deformar profundamente las redes de memoria de las personas.
Este error o distorsión consiste en la desfiguración de la memoria por la inclusión de elementos falsos que se codifican en el momento en que se registra el evento. Es decir, consiste en la confusión entre «lo que la persona ha vivido» y «lo que la persona imaginó».
4. La verificación compulsiva
Es muy habitual en personas con rasgos obsesivos o incluso en entidades clínicas como el TOC. «¿He olvidado dejar la llave del gas cerrada?», «¿He apagado la vitrocerámica?» «Debo comprobarlo».
Así durante muchas veces ante una misma duda circunscrita a un momento temporal. Este fenómeno podría entenderse como un error de memoria puesto que la persona que lo realiza parece ser incapaz de recordar si ha hecho aquello que tiene que volver a verificar una y otra vez.
Paramnesias del reconocimiento
En segundo lugar, existen paramnesias que se vinculan con «cómo reconocemos un estímulo». En este proceso, es importante que la persona haga una comparación en su sistema cognitivo: «¿cómo de parecido es este estímulo a otro que almacené en mi memoria a largo plazo?» o, dicho de otra manera, «¿cómo de parecido es una manzana a un melocotón?». Es decir, los procesos de reconocimiento implican procesos de comparación.
1. Las agnosias
Este término significa ‘ser incapaz de reconocer un estímulo’. Existen de diversos tipos, en función de la modalidad sensorial alterada.
Por ejemplo «soy incapaz de reconocer tu cara. Te la veo, pero no consigo reconocerla» sería un ejemplo de prosopagnosia o agnosia visual. Mientras que «soy incapaz de percibir las melodías de las canciones» sería un ejemplo de agnosia auditiva.
2. La «paramnesia reduplicativa»
El médico Arnold Pick introdujo este término en relación con una enfermedad: el alzhéimer. Esta alteración caracteriza a los pacientes que reconocen adecuadamente un lugar pero, a pesar de que tanto el emplazamiento, como los enseres que hay en él, así como las personas, son las mismas, el paciente es incapaz de atribuirles un significado de familiaridad (Belloch, 2021). Por ejemplo, se comportan como si estuvieran en una clínica dental «gemela a otra que han conocido» pero que dista de ser la misma.
3. El síndrome de Capgras
El síndrome de Capgras es un reconocimiento patológico. El paciente piensa que alguien significativo de su vida, como por ejemplo su madre, ha sido intercambiada por un farsante con su misma apariencia física.
El objetivo del farsante es, casi siempre, el de dañar al paciente. Por ejemplo, Andrés es un dice creer que «mi madre ya no es mi madre. Aunque tenga el mismo físico que ella, en realidad es Albert Einstein quien está a los mandos de su cuerpo. Y quiere enviarme al futuro a través de un agujero de gusano para que muera».
4. El síndrome de Fregoli
Este síndrome es la antítesis del anterior. El paciente tiene la certeza de que existen sujetos a los que nunca antes había visto, que son en realidad personas muy allegadas y que conocen bien al paciente. Por ejemplo, Andrés puede pensar que, «aunque se disfracen de otras personas, nunca me van a engañar, sé que es mi perversa familia, que quiere ver cómo me pudro en el hospital». Ambos síndromes son, a todas luces, delirantes.
Descubre más: Trastornos de la memoria: características principales
¿Qué son las parapraxias?
Por último, el prestigioso psicoanalista aleman Sigmund Freud denominó a estas alteraciones «psicopatologías de la vida cotidiana» (Belloch, 2021). Consisten en confusiones, equivocaciones e incluso disparates relacionados con la memoria. Con estas características, podemos plantear dos preguntas al lector: ¿te has olvidado de hacer, en alguna ocasión, una llamada? y ¿alguna vez has tenido la sensación de conocer a una persona a la que has visto por primera vez?
Estos errores carecen de importancia clínica puesto que… «¡ay! tengo el término en la punta de la lengua, pero se resiste a aparecer en mi mente» Sí, ahora recuerdo: son inofensivas y, a veces, extraordinariamente frecuentes. A continuación vamos a proceder a hablar de ellas.
«La memoria es como una red: uno la encuentra llena de peces al sacarla del arroyo, pero a través de ella pasaron cientos de kilómetros de agua sin dejar rastro».
-Oliver Wendell Holmes-
Parapraxias del recuerdo
Como en los casos anteriores, afectan al recuerdo. Es decir, a cómo la persona accede a un dato o evento concreto almacenado en su memoria y lo extraen para rememorarlo conscientemente.
1. El fenómeno de «conozco su cara, aunque no el nombre»
«Me acuerdo de ella. De hecho, la veo todas las semanas y solemos hablar. Aunque me ha dicho muchas veces cómo se llama, soy incapaz de acordarme». Aunque el reconocimiento de la persona es correcto, la persona es incapaz de recordar cómo se llama. Es decir, aunque existe un recuerdo del mismo, está tan debilitado que no se puede acceder a su contenido.
2. El fenómeno de «su cara me suena»
«No sé de qué, pero te conozco de algo» ¿A quién no le ha ocurrido esto en alguna ocasión? La persona sabe que conoce a otra «de algo», pero es incapaz de identificar este recuerdo en su totalidad.
Sucede cuando los contextos son distintos, es decir, cuando conocemos a un sujeto en un entorno dado (como por ejemplo, un hospital), y volvemos a encontrarnos con el mismo sujeto en un contexto totalmente diferente (por ejemplo, un restaurante).
3. «Tengo la sensación de conocer…»
Por otro lado, se puede tener la certeza de conocer algo (un nombre, un objeto, un sabor), pero ser incapaz de demostrar por qué. Ocurre fundamentalmente en torno a los «conceptos semánticos», es decir, aquellos que tienen un significado especial para nosotros, como por ejemplo, una fecha (Belloch, 2021).
4. «¡Lo tengo en la punta de la lengua!
«¡Sé cómo se llama! Pero no me sale». Podemos estar seguros de saber a la perfección el nombre de una cosa o un lugar. Sin embargo, somos incapaces de acceder a la palabra, evocarla y pronunciarla.
Normalmente se produce cuando las conexiones entre los nodos léxicos y fonológicos se debilitan por un uso infrecuente de las palabras.
-Amparo Belloch-
Parapraxias del reconocimiento
Por último, este tipo de parapraxias suceden cuando a la persona le cuesta o es incapaz de acceder a la comparación entre el estímulo nuevo con el estímulo ya almacenado en la memoria o antiguo. El resultado de estas comparaciones suele ser una categorización. En el ejemplo que poníamos anteriormente sobre la manzana y el melocotón, la persona puede llegar a la conclusión de «son frutas, son comestibles».
1. La «criptoamnesia»
«No recordaba que tú lo habías hecho. Jo, pensaba que era una sorpresa». En este caso, la persona cree que ha hecho algo totalmente nuevo y original, cuando en realidad dicha innovación ya se había realizado.
Por ejemplo, esta distorsión aparece con frecuencia en el mundo del arte, pero también en el científico, puesto que es habitual enunciar una teoría como propia, cuando la realidad es que dicha teoría ya se había postulado.
2. El dèjá vu o ‘ya lo había vivido’
«Ya había visitado este lugar antes», «Había soñado esta comida. Esta misma, con esta conversación y estos mismos platillos». Ocurren bajo la certeza de que «es la primera vez que lo estoy experimentando» (Belloch, 2020).
Son pseudorecuerdos que suceden conectados a situaciones actuales. Ocurren en casos de lesiones en el lóbulo temporal y también en población sana, pero bajo condiciones de cansancio físico y mental.
3. El jamais vu o ‘no lo había visto nunca antes’
Por el polo contrario, esta distorsión se caracteriza porque el paciente recuerda algo, pero dista de reconocerlo. «Sé que he hecho hoy la comida, pero no me es familiar. ¿De verdad la he hecho?». Aunque el recuerdo existe y la persona puede acceder a él, este dista de ser familiar (Belloch, 2021).
Los trastornos de la memoria son amplios e interesantes
Existe un gran número de errores de la memoria. Algunas son patológicas y otras son tan cotidianas que muchos de nosotros las hemos experimentado (y experimentaremos) alguna vez. ¿Y tú, con qué distorsiones te identificas?
«Al contraro que el dèjá vu, en el jamais vu el individuo, aunque conoce (y recuerda) una determinada situación, no experimenta ninguna sensación de familiaridad»
-Amparo Belloch-
- Belloch, S. A. (2023). Manual De Psicopatologia, Vol I. Mc-Graw Hill.
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Strobbe-Barbat, M., Macedo-Orrego, L., & Cruzado, L. (2019). Síndrome de Capgras: una revisión breve. Revista de Neuro-Psiquiatría, 82(1), 37-55. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S0034-85972019000100006&script=sci_arttext.
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Wild, E. (2005). Deja vu in neurology. Journal of neurology, 252, 1-7. https://link.springer.com/article/10.1007/s00415-005-0677-3.