Lorazepam

El lorazepam, perteneciente a la familia de las benzodiacepinas, se utiliza para tratar la ansiedad patológica.

El lorazepam también es conocido por su nombre comercial como Orfidal. Es un fármaco considerado como psicotrópico por tener acción sobre el Sistema Nervioso Central (SNC). Su actuación puede repercutir en el estado de ánimo y en la conducta del consumidor. En la actualidad forma parte de los fármacos más consumidos en España.

¿Para qué se utiliza el lorazepam?

El lorazepam es un medicamento empleado fundamentalmente para reducir la ansiedad patológica. También puede ser utilizado en algunos casos para trastornos del sueño, como el insomnio y para trastornos nerviosos y emocionales.

La ansiedad es un mecanismo de defensa vital del organismo, que se desencadena frente a una amenaza, y que nos permite enfrentarnos a ella. Pero si dicha ansiedad no es proporcionada, en duración o intensidad, a la amenaza desencadenante, nos encontramos frente a una ansiedad patológica.

En la mayoría de los casos dicha ansiedad requiere ayuda farmacológica. Algunos de los síntomas que se presentan en la ansiedad patológica y que el lorazepam consigue mitigar son:

• Palpitaciones, dolor torácico y falta de aire.
• Dolor abdominal y diarrea.
• Cefalea y mareo.
• Inquietud, inseguridad y temor al futuro.
• Insomnio.

¿A qué familia pertenece?

El lorazepam es un fármaco perteneciente a la familia de las benzodiacepinas. Este grupo de medicamentos comparte una misma acción farmacológica y puede producir diferentes acciones:

• Ansiolítica.
• Antiepiléptica.
• Hipnótica.
• Miorrelajante, proporcionando relajación muscular.

El consumo de este grupo de medicamentos se ha incrementado notablemente en los últimos años en nuestro país, encontrándose España entre los países líderes europeos. Además el fármaco más consumido como ansiolítico sería el lorazepam,  según revela la AEMPS en su informe de utilización de ansiolíticos e hipnóticos entre 2000-2012.

¿Cómo actúa?

Este ansiolítico actúa incrementando la actividad del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor encargado de reducir la actividad neuronal, especialmente en el sistema córtico límbico.

El incremento de la actividad del GABA se produce al unirse el lorazepam al receptor GABAérgico, provocando dicha unión, un aumento a su vez de la afinidad entre el propio neurotransmisor y su receptor. Esta última asociación entre ambos, produce un aumento de la concentración de cloruro en la neurona, impidiendo así su excitabilidad.

¿Cuáles son sus propiedades farmacocinéticas?

El lorazepam, al administrarse por vía oral, es absorbido en el tracto digestivo rápidamente, observándose en los primeros 45 minutos los primero efectos. Generalmente, al cabo de dos horas de su administración oral se alcanza la máxima concentración en sangre.

Este fármaco, al presentar gran liposolubilidad, puede unirse a las proteínas que circulan por la sangre y atravesar la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de sustancias tóxicas.

También es capaz de superar la barrera placentaria, pudiendo causar efectos teratogénicos durante el primer trimestre u otros problemas en el neonato en los posteriores trimestres. Asimismo está contraindicado durante la lactancia al excretarse el lorazepam por leche materna.

Además durante su metabolismo hepático no requiere llevar a cabo el proceso de oxidación, lo que le convierte en un fármaco aconsejado en pacientes de edad avanzada o con problemas hepáticos.

Su vida media de eliminación, el tiempo necesario para eliminar la mitad del fármaco, es de 10 a 20 horas. Dicho valor nos aproxima a la duración de los efectos del lorazepam en el organismo.

¿Cual es la posología del lorazepam?

En el caso de la ansiedad patológica se comienza con 0,5 miligramos repartidos en dos o tres tomas al día. Si es necesario el médico pautará posteriormente un aumento, pero se debe iniciar el tratamiento con la dosis más baja. En el caso del insomnio el tratamiento es de un miligramo antes de acostarse, pautando posteriormente un aumento si es necesario.

Durante el tratamiento pueden presentarse problemas de tolerancia, en los cuales el fármaco pierde eficacia, junto con problemas de dependencia farmacológica, donde tras la retirada brusca del fármaco pueden aparecer síntomas de abstinencia. Para prevenir ambos problemas es importante no prolongar el uso del lorazepam en el tiempo sin indicación médica.

¿Cuáles son sus principales reacciones adversas?

Uno de cada diez pacientes puede llegar a experimentar somnolencia, sensación de ahogo y sedación. Esta última suele resolverse en la mayoría de los casos en las primeras semanas, gracias a la tolerancia adquirida al fármaco.

Como medida de seguridad, frente a dichas reacciones adversas, debe procurarse no conducir vehículos, al menos hasta verificar que el medicamento no afecta a la conducción. Asimismo se debe evitar el consumo de alcohol y de otros fármacos depresores del SNC.