Tumores de la glándula pituitaria: causas, síntomas y tratamiento

Detrás de un conjunto de manifestaciones clínicas de larga data y aparentemente no relacionadas, puede existir un origen que puede ser difícil de sospechar: un tumor en la hipófisis. Te lo explicamos.
Tumores de la glándula pituitaria: causas, síntomas y tratamiento
Laura Herrera

Escrito y verificado por la médica Laura Herrera.

Última actualización: 23 julio, 2023

La glándula pituitaria, también conocida como hipófisis, se encuentra en la base del cráneo, específicamente en una cavidad ósea llamada silla turca. Esta pequeña glándula desempeña un papel crucial en nuestro organismo, actuando como un director o jefe mayor en una empresa.

Imagina que el cuerpo es una gran empresa con distintos departamentos, cada uno encargado de producir y regular hormonas específicas. La glándula pituitaria actúa como el ‘jefe’ que coordina y controla las actividades de estos departamentos hormonales, asegurándose de que exista un equilibrio adecuado en la producción y liberación de hormonas clave para el funcionamiento del cuerpo.

La glándula pituitaria tiene la capacidad de producir hormona del crecimiento, hormona estimulante de la tiroides, hormona adrenocorticotropa, hormona estimulante de los folículos, hormona luteinizante y prolactina. La presencia de tumores puede alterar en gran medida la liberación de estas hormonas y, como consecuencia, generar diversas afecciones de salud.

¿Qué son los tumores de la glándula pituitaria?

Un tumor es un crecimiento anormal de células en el cuerpo. Cuando se desarrolla en la glándula pituitaria, también conocida como hipófisis, se le denomina tumor pituitario o hipofisario. Estos tumores pueden clasificarse en dos categorías principales: funcionantes y no funcionantes.

Tumores pituitarios funcionantes

Son aquellos que secretan hormonas en exceso, lo que puede provocar trastornos hormonales específicos. Dependiendo del tipo de hormona producida, los síntomas pueden variar.

Por ejemplo, un tumor pituitario funcionante puede producir un exceso de prolactina, lo que puede causar en los hombres disfunción eréctil y en las mujeres alteraciones del ciclo menstrual e incluso producción de leche, lo cual es conocido como galactorrea .

Otros tumores pituitarios funcionantes pueden producir hormonas del crecimiento en exceso, lo que puede resultar en acromegalia o gigantismo.

Tumores pituitarios no funcionantes

Son tumores que no secretan hormonas en cantidades significativas. Sin embargo, su crecimiento puede causar síntomas debido a la compresión de estructuras vecinas en el cerebro.

Según el tamaño, los tumores de la hipófisis se pueden clasificar como microadenomas o macroadenomas. Los microadenomas son pequeños tumores con un diámetro menor a 10 milímetros (mm), mientras que los macroadenomas son tumores más grandes, con un diámetro igual o mayor a 10 mm.



¿Cuáles son las causas de un tumor pituitario?

La causa de los tumores pituitarios sigue siendo desconocida, como lo afirman a través del portal de la Biblioteca Nacional De Medicina de Estados Unidos. Aunque se han realizado avances significativos en la investigación, aún hay mucho por descubrir sobre los mecanismos exactos que llevan a su formación.

Por el momento, sabemos que los tumores de la glándula pituitaria pueden ser el resultado de diferentes factores. Si bien en muchos casos no se puede determinar una causa específica, se han identificado algunos elementos que pueden contribuir a su formación. 

Dentro de los factores de riesgo asociados se encuentran los siguientes:

  • Antecedentes familiares de tumores pituitarios u otros trastornos endocrinos: ya que se ha evidenciado que algunos tumores pituitarios pueden tener un componente genético, lo que significa que pueden presentarse en familias o tener una predisposición hereditaria. Dentro de los genes afectados se han descrito los genes MEN1, CDKN1B y PRKAR1A.
  • Antecedente de radioterapia de la cabeza o el cuello: en especial durante la infancia.
  • Sexo: algunos tipos de tumores pituitarios pueden ser más comunes en hombres o mujeres.
  • Exposición a ciertos productos químicos: se ha estudiado la influencia de estos factores ambientales. Sin embargo, se requiere más investigación para comprender por completo el papel de estos factores en el desarrollo de la enfermedad.

Es importante tener en cuenta que la presencia de estos factores de riesgo no garantiza el desarrollo de un tumor pituitario, pero pueden aumentar la probabilidad. La evaluación individualizada de cada paciente por parte de un experto es fundamental para comprender los factores de riesgo específicos y tomar decisiones informadas sobre el manejo de los pacientes.

¿Cuáles son los síntomas de un tumor hipofisario?

Es importante destacar que cada tipo de tumor pituitario puede presentar diferentes síntomas y requerir un enfoque de tratamiento específico. El diagnóstico preciso y la evaluación médica son fundamentales para determinar el tipo de tumor y diseñar un plan de tratamiento adecuado.

Algunos de los síntomas que son comunes a diferentes tipos de tumores son los siguientes:

  • dolores de cabeza persistentes o recurrentes,
  • problemas de visión, como visión borrosa, pérdida parcial de la visión o visión doble,
  • alteraciones hormonales, como cambios en los ciclos menstruales, disfunción eréctil, infertilidad, crecimiento excesivo de manos y pies,
  • fatiga crónica y debilidad generalizada.
  • cambios en el peso corporal, ya sea aumento o pérdida de peso inexplicables,
  • problemas en la glándula tiroides, como hipotiroidismo o hipertiroidismo,
  • secreción anormal de leche materna (galactorrea) en mujeres que no están embarazadas o en período de lactancia,
  • alteraciones en el ciclo menstrual. 

En cuanto a síntomas específicos según el tipo de tumor tenemos que en los tumores funcionales, los síntomas varían según la hormona involucrada, así: 

  • Prolactinomas o tumores pituitarios secretores de prolactina: los pacientes pueden cursar con galactorrea, ciclos menstruales irregulares, infertilidad y disfunción sexual.
  • Tumores productores de hormona del crecimiento: se puede presentar acromegalia o gigantismo, con agrandamiento de las manos, los pies, la mandíbula y los rasgos faciales.
  • Tumores productores de hormona adrenocorticotrópica: se puede evidenciar la presencia de la enfermedad de Cushing, cuyos principales síntomas son aumento de peso, redistribución de la grasa corporal, debilidad muscular y piel delgada y frágil.
  • Tumores productores de hormona estimulante del tiroides: pueden causar hipertiroidismo, con síntomas como pérdida de peso, nerviosismo, temblores y sudoración excesiva.

En los adenomas pituitarios no funcionales, los síntomas que se pueden presentar son generados por la presión que puede ejercer la masa sobre estructuras cercanas en el cerebro. Puede presentar alteraciones de la visión por su estrecha relación con una estructura denominada quiasma óptico, la cual hace parte de la vía visual.

También, dado que el cráneo es una estructura cerrada y rígida, si el tamaño del tumor es muy grande puede generar aumento de la presión intracraneal, lo cual puede llevar desde presencia de vómitos hasta cambios en el estado mental.



¿Cómo se diagnóstica un tumor hipofisario?

Muchos pueden ser los síntomas de esta patología, por lo cual fácilmente puede confundirse con otras afecciones, lo que puede retrasar el diagnóstico. El diagnóstico temprano de los tumores de la glándula pituitaria es crucial para brindar un tratamiento adecuado y oportuno.

Dentro de las ayudas diagnósticas utilizadas, se encuentran las siguientes:

  • Paraclínicos en sangre: por lo general, se realizan estudios para medir los niveles hormonales de prolactina, hormona del crecimiento, hormona estimulante de la tiroides, hormona adrenocorticotrópica, entre otras; y medición de otros parámetros como glucosa en ayunas e ionograma completo. Estas pueden orientar al médico al diagnóstico de tumores funcionales u otros diagnósticos diferenciales.
  • Imágenes cerebrales: dentro de las imágenes utilizadas para visualizar la glándula pituitaria y otras estructuras en el cráneo se puede utilizar la resonancia magnética y la tomografía computarizada, en las cuales se podrá visualizar la morfología, y por ende detectar la presencia de tumores, su tamaño y su ubicación.
  • Estudios patológicos: cuando hablamos de estudios patológicos nos referimos a tomar una biopsia, es decir, obtener una muestra del tumor y analizarla bajo diferentes técnicas de laboratorio muy especializadas, este estudio puede determinar de manera exacta el tumor. Sin embargo, se reserva para casos muy específicos por los riesgos que conlleva.

Entonces, ¿cuál es el tratamiento?

La elección del tratamiento adecuado dependerá de varios factores, tal y como lo afirman los estudios , incluyendo el tipo y tamaño del tumor, los síntomas presentes, el estado de salud general del paciente y las preferencias individuales.

Dentro de los enfoques más utilizados encontramos los siguientes:

  1. Observación y monitoreo regular: algunos tumores pituitarios pequeños y no funcionales pueden no requerir tratamiento inmediato. En estos casos, el médico puede optar por una estrategia de observación y valoración regular para evaluar el crecimiento del tumor y los posibles cambios en los síntomas.
  2. Medicamentos: para los tumores pituitarios funcionantes, se pueden utilizar medicamentos para regular la producción hormonal o reducir el tamaño del tumor. Por ejemplo, se pueden prescribir medicamentos que disminuyan la producción de hormonas específicas o inhiban el crecimiento del tumor.
  3. Manejo quirúrgico: la cirugía es una opción de tratamiento común para los tumores pituitarios. Los procedimientos quirúrgicos pueden realizarse a través de diferentes enfoques, como la cirugía transesfenoidal (a través de la nariz) o la craneotomía (a través de una abertura en el cráneo). El objetivo de la cirugía es eliminar o reducir el tamaño del tumor y aliviar la presión sobre las estructuras cercanas en el cerebro.
  4. Radioterapia: es un tratamiento que utiliza rayos de alta energía para combatir y destruir células anormales o cancerosas en el cuerpo, en este contexto se utiliza para controlar el crecimiento de los tumores pituitarios o eliminar las células tumorales restantes después de la cirugía.

En algunos casos, se puede emplear una combinación de diferentes enfoques de tratamiento, como la cirugía seguida de radioterapia o medicamentos. Los enfoques multidisciplinarios pueden adaptarse a las necesidades individuales del paciente y brindar un tratamiento integral y personalizado.

Un diagnóstico desafiante

Los tumores de la glándula pituitaria son una condición compleja que puede tener diversos síntomas, manifestaciones clínicas y efectos en la salud. Esto hace que su diagnóstico y tratamiento sean un desafío complejo que requiere un enfoque personalizado y multidisciplinario (con neurocirujanos, endocrinólogos, oncólogos, etc.). Esto con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes, controlar los síntomas y lograr resultados exitosos.

Recuerda que cada paciente es único y su tratamiento debe adaptarse al tipo de tumor, sus manifestaciones clínicas y necesidades individuales.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.