Síndrome del shock tóxico: síntomas y causas
Las infecciones bacterianas son un problema de salud alrededor del mundo. Los microorganismos involucrados son capaces de provocar múltiples enfermedades, muchas de ellas mortales. El síndrome del shock tóxico es una patología rara, pero muy peligrosa, producida por un grupo de bacterias gram positivas.
La enfermedad fue descubierta en el año 1978 y, en ese momento, se asoció al uso prolongado de tampones. No obstante, gracias a cambios en el proceso de fabricación de los mismos, su relación con esta patología ha disminuido mucho. También se han descubierto otras condiciones médicas en las que puede aparecer este síndrome.
El síndrome del shock tóxico en una enfermedad que causa un fallo multiorgánico, por lo que posee elevada mortalidad. En este sentido, es importante conocer cuáles son las causas de esta complicación y saber identificar los síntomas de forma temprana.
Causas del síndrome del shock tóxico
Hoy en día se ha logrado establecer que la mayoría de los casos de la enfermedad son producidos por un grupo de bacterias capaces de producir una exotoxina específica. Los agentes causales más frecuentes son los estafilococos, en especial Staphylococcus aureus.
Por otro lado, estudios demuestran que bacterias como Streptococcus pyogenes son capaces de producir la toxina, causando así la enfermedad. La sustancia en cuestión se conoce por el nombre de TSST-1 (del inglés toxic shock syndrome toxin 1) y forma parte de los mecanismos de virulencia de las bacterias.
Es importante destacar que muchas de las bacterias mencionadas forman parte de la microbiota natural de la piel, las mucosas, la vagina y el recto. No obstante, las mismas se consideran agentes oportunistas, por lo que pueden causar infección si encuentran una puerta de entrada.
La colonización vaginal de Staphylococcus aureus hizo pensar en sus inicios que el síndrome del shock tóxico solo estaba asociado al uso de tampones. Sin embargo, en la actualidad se sabe que esta patología puede aparecer bajo múltiples situaciones, entre las cuales destacan las siguientes:
- Complicación de infecciones vaginales y urinarias.
- Otras infecciones como abscesos, neumonía, adenitis, sinusitis y sobreinfección de heridas cutáneas.
- Presencia de cuerpos extraños como tampones o esponjas en el organismo.
- Infección de una herida posterior a una cirugía.
- Complicación de una fascitis necrotizante.
- Infecciones luego del parto.
- Si bien las infecciones vaginales suelen ser leves, en algunos casos pudiesen provocar el síndrome del shock tóxico.
Efecto inmunitario de la toxina
Como se dijo antes, el síndrome del shock tóxico es producido por la acción de la toxina TSST-1, sintetizada por algunas bacterias. La sustancia en cuestión tiene múltiples efectos en el sistema inmunitario de los individuos, lo que causará la aparición de la sintomatología característica y la afección multiorgánica.
En términos generales, la TSST-1 desencadenará un proceso inflamatorio generalizado que afectará diversas áreas del cuerpo. El organismo humano es capaz de sintetizar unas proteínas llamadas citocinas, las cuales participan en los procesos inflamatorios e inmunitarios.
La toxina causará la activación de los linfocitos T presentes en el torrente sanguíneo, los cuales sintetizarán citocinas proinflamatorias. Todas estas sustancias actuarán en los diversos tejidos del organismo, donde estimularán el proceso inflamatorio y dañarán los tejidos.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síndrome del shock tóxico es una afección multisistémica, por lo que la sintomatología presentada puede variar en gran medida. La mayoría de los pacientes refieren síntomas generales al inicio de la enfermedad, siendo uno de ellos la fiebre alta, entre 39 y 40,5 °C, que puede estar acompañada de escalofríos.
Otros de los síntomas generales presentados por la mayoría de los pacientes son la hipotensión y la eritrodermia, siendo esta última un sarpullido similar a las quemaduras solares. Además, también puede causar sintomatología relacionada a ciertos sistemas como los siguientes:
- Diarrea.
- Vómitos.
- Dolores musculares.
- Trastornos en la coagulación.
- Confusión y alteración de la conciencia.
Cuando la enfermedad es producida por Streptococcus pyogenes, existe gran probabilidad de desarrollar un síndrome de distrés respiratorio agudo. Por otro lado, la infección causa un daño renal severo en la mayoría de los casos, por lo que se debe estar atento ante la aparición de síntomas de esta índole.
- La elevación de la temperatura corporal puede hacer al médico sospechar de un síndrome del shock tóxico.
Diagnóstico
La enfermedad en cuestión puede confundirse con otras patologías infecciosas que cursen con una sintomatología similar como la meningococcemia. Además, el síndrome del shock tóxico es muy similar a la enfermedad de Kawasaki en los niños, no obstante, esta última no causa shock o disminución en el número de plaquetas.
El médico deberá valerse de la clínica presentada por el paciente y de múltiples cultivos para realizar un diagnóstico preciso. También se debe sospechar de la existencia de esta complicación en los casos de una infección preexistente como neumonía.
Las muestras para los cultivos se pueden tomar en diversos lugares entre los que se incluyen la nariz, la vagina, la garganta, la sangre o cualquier herida cutánea. El aislamiento de un microorganismo productor de la toxina TSST-1 será suficiente para realizar el diagnóstico.
Tratamiento del síndrome del shock tóxico
La presencia de esta complicación debe considerarse como una emergencia médica, por lo que los pacientes deben ser hospitalizados de forma inmediata. La terapéutica a seguir consiste en la administración de antibióticos de amplio espectro mientras se esperan los resultados del cultivo.
La inspección de todas las heridas cutáneas es necesaria, incluso si las mismas no parecen infectadas. Muchas zonas de la piel pueden necrosarse y morir, empeorando el cuadro clínico presentado. En este sentido, es necesaria la eliminación de todos estos tejidos y un tratamiento con antibióticos locales.
Los pacientes también deben recibir una reposición de líquidos y electrolitos adecuada para tratar la hipotensión. Una vez se tengan los resultados del cultivo, se iniciará la administración de antibióticos enfocados en eliminar a la bacteria que esté causando la infección.
Es importante tener vigilancia constante de órganos como los riñones, el corazón, el hígado, los pulmones y la médula ósea, ya que los mismos suelen ser los más afectados.
¿Se puede prevenir este síndrome?
En la actualidad no existe una manera infalible para prevenir la aparición de esta complicación. Sin embargo, la aplicación de medidas como un lavado constante de manos y el uso de copas menstruales en lugar de tampones pueden disminuir la probabilidad de padecerla.
Por otro lado, en el caso de presentar heridas quirúrgicas o de otra índole, se debe realizar una limpieza adecuada de las mismas. Además, es importante comunicarse de forma inmediata con el médico si la lesión tiene mal aspecto, libera líquido purulento o empieza a aparecer fiebre.
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