Signos y síntomas de la anemia

En sus primeras etapas, la anemia podría no causar síntoma alguno. No obstante, a medida que pasa el tiempo puede desencadenar varios signos que varían en intensidad.

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Maite Córdova Vena

Última actualización: 31 mayo, 2021

Los signos y síntomas de la anemia varían según sean las causas que la provoquen. No obstante, es cierto que en primera instancia solemos tener dos pensamientos: el primero, que la anemia es consecuencia de la falta de hierro, y el segundo, que produce una gran sensación de cansancio.

Ambos aspectos pueden tamizarse. No siempre la anemia es por una carencia de hierro ni tampoco todos los cuadros clínicos se manifiestan con fatiga. Sobre todo, esto es más cierto en aquellas condiciones leves.

Más allá del posible cansancio, este problema de salud puede manifestarse de otras maneras. A continuación veremos cada signo con más detalle.

Síntomas frecuentes de la anemia

Cuando no existe un recuento suficiente de glóbulos rojos sanos se habla de anemia. Las causas de dicha cantidad insuficiente pueden ser muy variadas. Del mismo modo, la concentración de hemoglobina es otro determinante de la patología. Esto quiere decir que, aún teniendo hematíes en número adecuado, su contenido de hemoglobina puede ser escaso para cumplir con las funciones fisiológicas.

Algunas anemias son por deficiencias de hierro o de vitaminas. Otras son secundarias a diversas enfermedades.

Aunque en muchos casos leves la anemia puede presentarse de manera asintomática, en otros sí se manifiesta a través de distintos síntomas que pueden variar en intensidad. También sucede que, en medio de ciertas etapas vitales, como el embarazo, el cuadro clínico puede solaparse con los signos propios de la situación.

Los síntomas de la anemia más frecuentes son los siguientes:

• Fatiga y debilidad: por el menor aporte de oxígeno al cerebro y a los músculos.
• Manos y pies fríos: por la restricción en la circulación.
• Piel pálida: menos glóbulos rojos en las áreas periféricas conllevan palidez generalizada.

Por lo general, a medida que la anemia empeora, las molestias se hacen más intensas. Además de las anteriores podrían presentarse las siguientes:

• Mareos.
• Arritmias: latidos irregulares o con ritmos acelerados o enlentecidos del corazón.
• Dolor de cabeza.
• Dolor en el pecho.
• Dificultad para respirar o respiración acelerada: esto lo hace el organismo con el fin de aumentar la entrada de oxígeno que se detecta carente en los tejidos.

Si bien la fatiga es uno de los síntomas más asociados a la anemia, esta puede presentarse como consecuencia de muchas otras cuestiones, incluyendo una mala rutina de sueño. Por ende, hay que evitar hacer suposiciones antes de tener un diagnóstico preciso.

Hay que tener en cuenta que los síntomas de la anemia pueden ser similares a los de otras enfermedades. Por ello, lo más adecuado es acudir al médico y hacerse un chequeo para averiguar qué puede ser lo que está sucediendo.

Síntomas característicos de determinados tipos de anemia

La anemia ferropénica cursa con unos síntomas muy característicos, además de la fatiga. Este es el cuadro clínico motivado por la carencia de hierro en cantidad suficiente, ya sea por una ingesta deficiente, una mala absorción intestinal (en los pacientes celíacos, por ejemplo) o una pérdida aumentada por hemorragias.

Algunos de los síntomas más característicos de la anemia ferropénica son los siguientes:

• Escalofríos.
• Uñas quebradizas.
• Manos y pies fríos.
• Agrandamiento del bazo.
• Orina de aspecto marrón o rojizo.
• Pica: deseo de comer hielo, papel, arcilla o tierra.

Otro síndrome particular es el de la anemia perniciosa. La misma aparece cuando hay una carencia de vitamina B12, ya sea por un ingreso insuficiente del nutriente o un problema en su aprovechamiento. Es un cuadro que debe prevenirse en las personas veganas, por su falta de ingesta de productos cárnicos.

La anemia perniciosa suele cursar con estos signos:

• Náuseas.
• Pérdida del apetito.
• Debilidad muscular.
• Ataxia: falta de coordinación.
• Parestesias: sensaciones de hormigueo en los miembros.
• Hepatomegalia: aumento del tamaño del hígado.
• Deterioro cognitivo: en casos graves, la anemia perniciosa también puede provocar problemas de memoria, depresión, confusión y demencia.

Síntomas raros e infrecuentes de la anemia

Una de las formas más raras de anemia, la aplásica, cursa con sus propios síntomas característicos, que también son poco comunes. Estos pueden variar en intensidad:

• Fiebre.
• Náuseas.
• Sangre en las heces.
• Infecciones frecuentes por problemas en el sistema inmunitario.
• Aparición de hematomas ante traumas mínimos.
• Petequias: manchas rojas en la piel de forma circular.
• Hemorragias nasales.
• Menorragia: sangrado abundante durante la menstruación.

¿Cuándo consultar al médico?

Si experimentas fatiga de manera constante, junto con algunos de los otros síntomas anteriormente mencionados, lo ideal es que te pongas en contacto con tu médico y te hagas un chequeo. No ignores las molestias ni postergues demasiado la consulta, pues a medida que pasa el tiempo, los síntomas podrían empeorar.

No obstante, aún si la fatiga se presenta sola, sin una razón aparente y sin otras molestias significativas, es recomendable que consultes. El cansancio extremo podría tener diversas causas y es importante determinar cuál es la que te está afectando.

Por otra parte, si ya has sido diagnosticado con anemia y notas que tus síntomas se agravan, no dudes en comentárselo al especialista. A veces hay que volver a medir los parámetros bioquímicos o ajustar el abordaje planificado.