Así afecta la salud dental a las enfermedades sistémicas
La salud dental tiene una gran influencia en las enfermedades sistémicas. Una mala higiene de la boca o el padecimiento de trastornos propios de los dientes o las encías repercuten en otros órganos y tejidos del cuerpo.
La relación es conocida desde hace tiempo y cada vez más investigaciones revelan los mecanismos que hay subyacentes a este vínculo. Por eso los odontólogos insisten en la necesidad de cumplimentar con los controles periódicos y mejorar las técnicas de cepillado.
El cuidado de la salud dental cobra una importancia mayor en las personas que ya tienen enfermedades sistémicas en tratamiento. Pacientes que viven con diabetes, con un cuadro clínico cardíaco o con procesos neurodegenerativos, deberían considerar que sus bocas son un espacio más para prevenir complicaciones.
Diabetes complicada por problemas bucales
Los datos son bastante contundentes. Según relevamientos estadísticos, las personas que viven con diabetes y son diagnosticadas con enfermedad periodontal tienen un peor control de sus glucemias. Es decir, tienen menos probabilidades de lograr, con tratamiento adecuado, que el azúcar en su sangre se acerque a los niveles recomendados.
Del mismo modo, los datos también revelan que estos pacientes sufren más complicaciones por la diabetes. Por lo tanto, se sospecha que la periodontitis sea una causa directa de mayor desarrollo de neuropatía y vasculopatía en las personas con la enfermedad sistémica.
La cuestión es más compleja cuando se analizan pacientes que, con el paso de los años, evolucionan a diabetes tipo 2. Los mismos investigadores encontraron que las personas con prediabetes, si poseen enfermedad periodontal, tienen más riesgo de no revertir el proceso y acabar con glucemias elevadas persistentes.
La buena noticia es que el tratamiento de la periodontitis mejora el control de las glucemias. Los pacientes que son atendidos de manera correcta por un odontólogo alcanzan valores óptimos de hemoglobina glicosilada.
¿Por qué? Se sospecha de la inflamación. Las enfermedades de la boca aumentan el estado inflamatorio de todo el cuerpo. En parte, porque el organismo fabrica muchas sustancias proinflamatorias que se distribuyen por la sangre. Por otro lado, cambia el microecosistema de bacterias bucales, lo que repercute en el resto del tubo digestivo y, como un círculo vicioso, también incrementa las sustancias de la inflamación.
Descubre más: ¿Qué es la prediabetes?
¿Y las caries?
Los pacientes con diabetes tienen más riesgo de caries que el resto de la población. A la inversa, también parece que la presencia de caries complica el control de las glucemias.
Esto no sucedería de una manera directa. Lo que pasa es que las caries modifican la alimentación. El dolor y la incomodidad del trastorno obligan a una dieta que no es la ideal.
Es así que los pacientes que viven con diabetes encuentran dificultad para seguir las recomendaciones nutricionales cuando padecen caries. Por lo tanto, es más probable que no se alimenten como es debido, ni en tiempo ni en forma. Más allá de la medicación, encuentran obstáculos para sostener glucemias cercanas a las normales.
El correcto arreglo y la solución de las caries contribuye al confort y a la mejora de la calidad de vida de los pacientes que viven con diabetes. Poder alimentarse sin dolor bucal es clave para el tratamiento de la enfermedad sistémica.
Enfermedades cardiovasculares afectadas por la salud dental
La periodontitis es una patología inflamatoria. Hay una inflamación de los tejidos que sirven de sostén a los dientes. En este proceso, el cuerpo fabrica diversas sustancias:
- Proteína C reactiva.
- Interleucina 6 o IL-6.
- Factor de necrosis tumoral alfa (FNT-α)
Cuando estos compuestos pasan de la boca al torrente sanguíneo, son capaces de afectar las placas de ateroma que existan. Eso significa que aumenta el riesgo cardiovascular.
La aterosclerosis es la acumulación de placas de ateroma en la parte interna de las arterias. Estos cúmulos están formados por células muertas y grasa. Reducen el flujo de sangre en el sitio donde se hallan y, si se rompen, desprenden coágulos que originan infartos de miocardio, tromboembolismos pulmonares y enfermedades cerebrovasculares.
La rotura de una placa de ateroma sucede por diferentes motivos. Uno de ellos es padecer periodontitis.
¿Qué significa esto en lo concreto? Que las personas que son diagnosticadas con aterosclerosis deben cuidar al máximo su salud bucal. La buena higiene y la resolución rápida de problemas en los dientes reducirá el riesgo de una rotura de las placas.
La buena noticia, de nuevo, es que tratar la enfermedad periodontal disminuye la posibilidad de tener un evento cardiovascular. Las personas que han atravesado ya un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular, con mayor razón deberían prestar atención a esto y cumplir con los controles odontológicos periódicos.
Bacterias de la boca como origen del alzhéimer
Un artículo de la revista Science Advances vinculó a la bacteria Porphyromonas gingivalis, de la cavidad bucal, con la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores hallaron al microorganismo como causal de periodontitis y presente en los cerebros de pacientes fallecidos que tenían la demencia.
Así, sumaron un elemento más a la hipótesis que ya existía sobre un posible origen infeccioso de esta patología. Aunque solo se trata de teorías y no hay elementos suficientes todavía, cobra fuerza la asociación entre la salud dental y las enfermedades sistémicas del sistema nervioso.
Un resumen de evidencia del British Dental Journal analizó en profundidad la posibilidad. Los autores sugieren que tener una higiene oral subóptima favorecería el riesgo de deterioro cognitivo. Nuevamente, el proceso se atribuye a la inflamación y a las sustancias proinflamatorias que se producen en la boca. Desde allí, las mismas migrarían hasta el cerebro, afectando las neuronas.
La pérdida de elementos dentarios tampoco es ajena a esta realidad. Un estudio de largo plazo, con seguimiento por más de 30 años, encontró que varones con menos de 9 dientes en la boca tienen el doble de riesgo de demencia que aquellos con dentaduras casi completas.
De todos modos, se plantea que las relaciones entre enfermedades sistémicas cerebrales y salud dental son bidireccionales. Es decir, los pacientes con demencia tienden a una peor higiene bucal. Por lo tanto, es difícil corroborar si la periodontitis conlleva a la demencia o viceversa.
Descubre más: Salud bucodental y demencias: ¿cómo se relacionan?
Complicaciones de la EPOC por enfermedades de la boca
Los pacientes que viven con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) también se hallan en mayor riesgo de evolución tórpida si tienen periodontitis. La misma bacteria que ya hemos mencionado, Porphyromonas gingivalis, parece ser la culpable.
Se postula que habría una microaspiración de microorganismos desde la cavidad bucal hacia las vías respiratorias de manera persistente. Por lo tanto, la EPOC se podría agravar cuando estas bacterias alcanzan una cantidad importante en los bronquios y se vuelven suficientes para convertirse en una infección.
Uno de los mayores problemas en estos casos es que se comparten factores de riesgo entre los padecimientos bucales y los pulmonares. Por ejemplo, las personas fumadoras tienen más posibilidades tanto de periodontitis como de EPOC.
Es así que se necesita un abordaje multidisciplinario para reducir al mínimo las complicaciones y mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, además del odontólogo y el neumólogo, la participación de especialistas para abandonar el tabaco se impone.
La salud dental no es ajena a las enfermedades sistémicas
Creer que la salud dental es algo aislado y que nada tiene que ver con nuestras enfermedades sistémicas es un error. De hecho, podría ser un error grave que complique el tratamiento de los trastornos de base.
La intención del control regular y periódico con un odontólogo en el contexto de la diabetes o la EPOC, por ejemplo, no es más que una ayuda para lograr una calidad de vida superior. El abordaje a tiempo y correcto prolonga los años de confort y optimiza los tratamientos.
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