¿Cómo saber si mi hijo tiene alergia?
La alergia en los niños es una afección muy común durante los primeros años de vida. Algunos investigadores estiman que afecta hasta al 35 % de los pacientes menores, con una prevalencia que no ha dejado de crecer los últimos años. Sus síntomas se pueden confundir con los del resfriado, la gripe y otras afecciones, de modo que saber si tu hijo tiene alergia puede ser una tarea complicada.
Como referencia, recomendamos consultar con un pediatra especialista en alergología. Pero a continuación te mostramos los elementos que deben llamar tu atención y los tipos más frecuentes de alergia infantil.
Características de la alergia en niños
Lo primero que debes saber es que la alergia se produce cuando el sistema inmunitario del paciente reacciona de manera exagerada ante la presencia de un desencadenante. En los niños, estas reacciones son más frecuentes y agudas debido a que su sistema aún se encuentra en desarrollo.
Con frecuencia, si tu hijo tiene alergia se podrán sospechar dos orígenes: interiores y exteriores. Aunque sus síntomas son idénticos, los desencadenantes difieren.
A pesar de que todos los pequeños son propensos a sufrir alergias, los estudios indican que en los siguientes casos las probabilidades son mayores:
- Lactancia materna deficiente.
- Obesidad infantil.
- Exposición al humo de tabaco pasivo o activo durante el embarazo.
- Predisposición genética.
- Nacimiento prematuro.
- Crecer en zonas con un alto porcentaje de contaminación.
Se cree que el desarrollo de la alergia pediátrica es multifactorial, de modo que es poco probable que una sola causa de la lista sea la responsable de las reacciones. Existe evidencia sólida de que la alergia alimentaria mediada por inmunoglobulina E se puede desencadenar por hábitos nutricionales e ingesta de antibióticos durante las primeras etapas de crecimiento.
Al margen de esto, lo importante es que aprendas a identificar los patrones distintivos de la alergia en tu hijo. Así sabrás cuándo se trata de un resfriado, una gripe o cualquier otro tipo de condición respiratoria o cutánea.
Tipos de alergia en niños
Existen muchos tipos de alergia en niños. Los padres deben estar atentos a los más frecuentes. A continuación te enseñamos cuatro variantes.
1. Dermatitis atópica
También se conoce como eccema pediátrico. Se desarrolla a través de una erupción cutánea con picazón.
Es la manifestación alérgica más común durante la infancia, con mayor frecuencia durante los primeros meses. A propósito de ello, Children´s National apunta que aparece entre los 3 y 6 meses luego de nacer.
Puedes distinguir a la dermatitis atópica por la aparición de manchas, escamas o erupciones color rojo que aparecen y desaparecen de forma intermitente. Por lo general, empeoran por la noche y están acompañadas de picazón. Se suele concentrar en el rostro (mejillas y frente) y cuero cabelludo, para luego extenderse a los codos, el torso y las rodillas.
Al igual que sucede con todos los tipos de alergia, esta afección no es contagiosa. Los estudios sugieren que afecta entre el 10 % y el 20 % de la población pediátrica. Las erupciones empeoran tras el rascado intenso.
2. Alergia alimentaria
Las alergias alimentarias en niños y jóvenes se producen luego de la introducción de comida sólida en la dieta, aunque algunas veces se presentan casos por la asimilación de la leche materna. Los investigadores señalan que el 90 % de los episodios se deben a los siguientes desencadenantes:
- Leche de vaca.
- Huevos.
- Cacahuate.
- Frutos secos.
- Trigo.
- Soja.
- Pescados.
- Mariscos.
- Crustáceos.
- Cefalópodos.
Debido a la reacción alérgica cruzada, los síntomas también se pueden desarrollar tras la ingesta de maní, nueces de árbol, legumbres, leche de oveja y cabra. Johns Hopkins Medicine recuerda a los padres que la alergia alimentaria es diferente a la intolerancia.
Es muy importante la mediación de un especialista para determinar la presencia de una u otra condición, ya que la alergia en tu hijo es potencialmente mortal. Lleva un registro de las comidas que desencadenan reacciones cutáneas y alérgicas, así puedes establecer una asociación de qué alimento las está provocando.
3. Rinitis
También conocida como fiebre de heno, algunos estudios indican que puede tener hasta un 40 % de prevalencia entre la población pediátrica. Sin embargo, solo un puñado de casos se diagnostica, en vistas de que se confunde con un resfriado.
Es más frecuente en niños de edad escolar, ya que es la etapa en la que pasan más tiempo fuera de casa. La rinitis alérgica se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de manera desmedida al polen, los ácaros, el moho, la caspa de animales y otros desencadenantes.
Se distingue de un resfriado porque no genera fiebre y su duración es inconsistente. Se puede presentar sin previo aviso, durar solo un par de horas o extenderse por semanas. Es más frecuente durante el periodo estacional, con mayor prevalencia en la primavera.
4. Asma
El asma puede tener muchos desencadenantes, pero durante la infancia, la mayoría de los casos se deben a reacciones alérgicas. Yale Medicine estima que afecta a poco más del 8 % de la población.
Se puede desencadenar por la interacción con el moho, las mascotas, el polen o los ácaros. Suele empeorar por la noche y se distingue por sibilancias, tos y dificultad para respirar.
Esta condición respiratoria también se puede generar por el ejercicio o infecciones, de manera que los padres deben aprender a distinguir patrones. Algunos estudios sugieren que hasta el 48 % de los pacientes con asma pediátrica alcanzan la remisión a los 12 años.
Para esto, sin embargo, es importante detectar la presencia de la condición e iniciar su tratamiento. Al igual que con las otras manifestaciones, parte de la terapia consiste en detectar y aislar los desencadenantes.
¿Cuándo buscar asistencia médica si mi hijo tiene alergia?
La detección temprana de las alergias en los niños es muy importante para mejorar el pronóstico de la condición. Si los patrones reseñados te llevan a pensar que los síntomas van más allá de un simple resfriado o infección, consulta con un alergólogo para iniciar el proceso de diagnóstico.
Cuanto más pronto lo hagas, mejor se detectará el desencadenante y el tipo de alergia, al tiempo que se inicia un tratamiento destinado a revertir los síntomas. Recuerda que algunos de estos los pueden ocasionar otras afecciones, como la enfermedad de Crohn, en el caso de las alergias alimentarias.
Por todo esto, evita postergar la visita y ten en cuenta los factores de riesgo reseñados para aumentar aún más tus sospechas. Existen muchas opciones de tratamiento, incluyendo la inmunoterapia, lo que da esperanzas de que la sensibilidad disminuya con el paso de los años.
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