Pérdida de peso y diabetes: ¿cómo se relacionan?
En algunas ocasiones puede experimentarse una pérdida de peso que no cuenta con una explicación aparente. Esto suele ser reflejo de la existencia de alguna patología subyacente, como es el caso de la diabetes. Es importante controlarla para evitar alteraciones negativas en lo que a composición corporal se refiere.
Hay que tener en cuenta que perder peso puede ser considerado como saludable siempre y cuando se elimine tejido adiposo. Sin embargo, cuando la reducción de la masa corporal se produce a partir de la destrucción del músculo, el resultado es contraproducente. Es algo que se debe evitar.
La diabetes puede causar pérdida de peso
Lo primero que hay que aclarar es que existen 3 tipos de diabetes distintos. La de tipo 1 se debe a un problema autoinmunitario que cursa con la incapacidad de producir insulina. La de tipo 2 se desarrolla con el paso de los años a partir de hábitos de vida inadecuados, generándose una respuesta poco eficiente a la insulina.
Por último, la diabetes gestacional suele ser un problema transitorio que ocurre durante el embarazo.
Sea cual fuere su origen, lo cierto es que la diabetes cursa siempre de una forma parecida. La insulina no se produce o no se utiliza de forma correcta, por lo que se incrementa la concentración del azúcar en sangre, lo que se considera contraproducente para la salud.
Hay que tener en cuenta que cuando la glucosa no entra de forma adecuada en las células desde el torrente sanguíneo, el cuerpo envía señales al cerebro conforme el estado energético es bajo. En esta situación se produce una oxidación de las grasas para la producción de calorías, lo que condiciona la pérdida de peso.
La degradación del tejido muscular: el verdadero problema
El problema es que, además de consumirse tejido adiposo, también se produce un catabolismo a nivel muscular. Mediante las proteínas que conforman el tejido magro se puede obtener energía, por medio de una serie de reacciones a nivel hepático.
Aunque el organismo tiende al ahorro proteico, en esta situación de emergencia obtiene calorías a través de los aminoácidos y de los ácidos grasos.
Por otra parte, conviene destacar que el exceso de azúcar en sangre tiene que ser filtrado a nivel renal, por lo que este incremento en la carga de trabajo podría desgastar la función de dichos órganos. A partir de aquí es más probable que se desarrollen patologías crónicas en los mismos, según un estudio publicado en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology.
¿A partir de qué valor de pérdida de peso hay que preocuparse?
Lo cierto es que existen unos estándares acerca de la pérdida de peso no intencionada que marcan el nivel de preocupación. Si se reduce el peso corporal en más de un 5 % en un periodo de entre 6 y 12 meses, habrá que realizar pruebas para descartar patologías crónicas subyacentes que condicionen la salud.
No obstante, hay que destacar que en el caso de las personas mayores de 65 años el signo de alarma puede aparecer antes. Una pérdida del 3 % del peso total de forma desintencionada en un intervalo inferior a 6 meses ya requeriría de una actuación médica.
Los niños con diabetes también pueden perder peso
Lo más frecuente es que la pérdida de peso asociada a la diabetes se manifieste en los niños que cuentan con el problema de carácter autoinmune, es decir, con diabetes de tipo 1. Esta se manifiesta durante la infancia o la adolescencia, por lo que una reducción de la masa corporal puede ser uno de los principales signos de alarma.
De todas maneras, en los casos de diabetes de tipo 2, antes de la pérdida de peso inexplicable suele manifestarse una ganancia significativa de masa grasa. Es una patología que se relaciona muy de cerca con el sobrepeso, tal y como indica una investigación publicada en la revista Biochimica et Biophysica Acta.
La inflamación progresiva genera una resistencia a la insulina, derivada de un consumo excesivo de carbohidratos. A partir de aquí se pierde flexibilidad metabólica y el organismo se vuelve menos eficaz a la hora de elegir el sustrato energético adecuado para cada situación.
¿Cómo manejar la pérdida de peso cuando se sufre diabetes?
Para evitar la pérdida de peso involuntaria en los pacientes con diabetes es condición indispensable manejar correctamente las glucemias. Existe farmacología que ayuda, aunque los hábitos de vida serán esenciales. En los diabéticos tipo 1, por ejemplo, puede ser necesaria la administración de dosis de insulina tras las comidas para conseguir un control efectivo.
No obstante, en los últimos años se ha desarrollado una serie de estrategias nutricionales con el objetivo de facilitar el control de la diabetes. Una de ellas es el ayuno intermitente, según un estudio publicado en la revista Nutrients. De todos modos es importante que exista supervisión profesional.
Otra de los protocolos dietéticos que ha demostrado beneficios al respecto es la alimentación cetogénica. Reducir el aporte de carbohidratos en la dieta genera un incremento de la sensibilidad a la insulina, lo que mejora el manejo de las glucemias. Funciona correctamente en diabéticos tipo 1 y 2, pero también requiere su implementación bajo el control de un experto.
Una vez que se recupera la estabilidad en las glucemias y se reduce el impacto de la patología, resulta más sencillo recuperar el peso perdido y alcanzar un buen estado de composición corporal. Hay que tener en cuenta que lo preocupante suele ser la destrucción del tejido muscular.
Sea como fuere, lo que hay que evitar es mantener una situación de sobrepeso, ya que esto podría complicar la enfermedad incrementado su progresión. Los estados inflamatorios inducidos por la acumulación de tejido adiposo subcutáneo provocan que la resistencia a la insulina se incremente.
Medicación para controlar la diabetes y evitar la pérdida peso
Desde el punto de vista de la farmacología existen dos tipos de intervención para controlar la diabetes y evitar así la pérdida involuntaria de peso. El primero consiste en la administración de insulina de forma subcutánea, con el objetivo de suplir la falta de la hormona causada por una incompetencia a nivel pancreático.
El segundo tratamiento tiene que ver con el consumo de metformina, un fármaco que puede incrementar la sensibilidad a la insulina, ayudando a ejercer un control efectivo sobre las glucemias.
Sin embargo, vale acotar que a pesar de que este último ayuda a controlar la enfermedad, es común que contribuya a la pérdida de peso en personas con resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
La diabetes puede generar pérdida de peso involuntaria
Ciertamente es posible experimentar una pérdida de peso involuntaria cuando se sufre diabetes. Esta procede del catabolismo del tejido adiposo, pero también del muscular. Se considera contraproducente a medio plazo y podría incrementar el riesgo de sufrir complicaciones, lo que pone el peligro la salud.
Cabe destacar que la mejor prevención de la diabetes tiene que ver con la promoción de los hábitos de vida saludables, salvo en los casos del tipo 1. Realizar ejercicio físico de forma habitual y cuidar la alimentación serán dos factores clave para optimizar el manejo de la enfermedad.
Asimismo, existen fármacos para amortiguar los efectos de la diabetes. No obstante, es preciso que estén pautados por un médico. Lo óptimo es acudir a este cuando se sospecha que la patología se ha desarrollado o cuando se experimenta una pérdida de peso significativa.
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