Neumonía en niños
La neumonía es niños es una de las causas principales de morbilidad infantil en todo el mundo. De acuerdo con UNICEF cada 39 segundos muere un menor por neumonía. Si extrapolamos los datos, y siguiendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se reportan más de 800 000 muertes asociadas con la enfermedad.
La mayoría de estos decesos se pueden prevenir, pero el desconocimiento en torno a cómo se produce, diagnostica o trata la infección sigue representando una barrera difícil de franquear. Dada su importancia, hoy te enseñamos todo acerca de la neumonía en niños, incluyendo algunos consejos que debes tener en cuenta cuando estos han sido diagnosticados.
¿Qué es la neumonía pediátrica?
La neumonía pediátrica es una enfermedad que afecta a los alvéolos de los pulmones. Se produce cuando estos se inflaman y generan complicaciones en el sistema respiratorio. A grandes rasgos, la neumonía infantil no difiere mucho de su manifestación en los adultos. Sin embargo, su tasa de prevalencia es mayor en razón de las particularidades de su sistema inmunitario.
Esta afección tiende a desarrollarse con mayor facilidad cuando existen alteraciones de este sistema. Es por esta razón que es más común en niños, debido a que su cuerpo aún no ha desarrollado todos los mecanismos de protección.
Generalmente los episodios se manifiestan con una intensidad baja o media, aunque en algunos contextos pueden presentarse casos graves que requieren la hospitalización de los menores. Un diagnóstico temprano es de gran ayuda para evitar llegar a estos extremos.
Cusas de la neumonía en los niños
De acuerdo con la British Lung Foundation las dos principales causas de la neumonía pediátrica son las infecciones bacterianas y los virus. Aunque el cuadro clínico de ambas es similar, la evidencia nos indica que son manifestaciones diferente cuya evolución y tratamiento difiere entre sí. Presta atención a lo siguiente para saber más de ellas:
- Neumonía bacteriana: tal y como señala su nombre, esta variante surge debido a la influencia de una bacteria. La principal responsable es la Streptococcus pneumoniae, aunque la infección por Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Haemophillus influenzae y Moraxella catarrhalis también puede provocarla. No es frecuente en recién nacidos, pero sí en niños de edad escolar.
- Neumonía viral: es la causa más frecuente en niños menores de 4 años, en parte por la facilidad de trasmisión. Los virus más comunes que la generan son el sincitial respiratorio e influenza tipo A o B. Los adenovirus, parainfluenza y rinovirus también pueden ocasionarla.
Aunque por supuesto hay excepciones, la mayoría de los casos de neumonía viral en los niños se desarrollan de manera progresiva y con síntomas leves. Los episodios de neumonía bacteriana, en cambio, progresan con mayor rapidez y manifiestan signos moderados o graves.
En niños mayores se pueden desarrollar cuadros de neumonía por micoplasma, también conocida como neumonía atípica. Se produce ante la bacteria Mycoplasma pneumoniae y genera síntomas diferentes a las variantes anteriores. Estos casos son raros, de modo que la mayoría de los cuadros se pueden explicar a partir de las manifestaciones bacterianas y virales típicas.
Síntomas de la neumonía en niños
Los síntomas de la neumonía infantil son muy variados y no se desarrollan igual en cada grupo de edad. Los grupos más jóvenes tienden a empeorar con mayor facilidad, aun cuando no manifiesten signos respiratorios evidentes. Estos son más comunes a medida que crecen. De manera general, y de acuerdo con los investigadores, los síntomas más frecuentes son los siguientes:
- Fiebre (hasta en un 96 % de los casos).
- Tos (76 %).
- Congestión nasal (48 %).
- Disnea (37 %).
- Malestar o letargo (31 %).
La duración media de los síntomas es de 7 días, aunque estos pueden extenderse durante más tiempo de acuerdo con la evolución particular de la enfermedad. En compañía de ellos también pueden desarrollar dificultad para respirar, irritabilidad, pérdida de apetito, dolores de estómago y dolores en el pecho.
Como ves, son complicaciones generales que impiden la asociación con la neumonía en niños. Cuando te percates de su presencia debes recurrir a un pediatra para iniciar el proceso diagnóstico y su posterior tratamiento.
Diagnóstico y tratamiento de la neumonía pediátrica
El diagnóstico de la enfermedad empieza por hacer un examen general de la condición del infante. El especialista revisará sus síntomas y valorará su estado de salud, descartando otras posibles causas con base en su historial. El reto consistirá en determinar si se trata de un cuadro de neumonía bacteriana o viral. Para ello se puede usar lo siguiente:
- Radiografía de tórax.
- Ecografía (cada vez más usada por los expertos).
- Análisis de sangre (para determinar si existe una infección).
- Oximetría de pulso (para medir el nivel de oxígeno).
- Prueba de esputo (en la cual se analiza una muestra de la mucosidad de los pulmones).
Con ayuda de estos cuatro exámenes el especialista podrá reunir la información necesaria para el diagnóstico. Una vez se confirme iniciará el tratamiento, el cual se hará desde casa o en el hospital de acuerdo con la gravedad de los síntomas.
Los investigadores apuntan a que la terapia se hace en función del agente que ha causado la neumonía. Si es una bacteria se usarán antibióticos, si es un virus se preferirán antivirales. La elección del fármaco depende de muchos criterios: edad, condiciones crónicas subyacentes y evolución de la infección.
El pronóstico por lo general es muy bueno, aunque se debe hacer un seguimiento de la mano del especialista hasta que se haya logrado la recuperación total.
Preguntas frecuentes de la neumonía en los niños
En las líneas anteriores hemos dado un vistazo general a la neumonía en los niños. A continuación respondemos con brevedad algunas de las dudas más frecuentes en torno a ella:
¿Mi hijo puede contraer neumonía?
Cualquier niño o adulto puede contraer neumonía, aunque se han identificado varios grupos propensos a padecerla. En el contexto pediátrico, y siguiendo a Children´s Hospital Colorado, los grupos de riesgos son los siguientes:
- Niños que nacieron de forma prematura.
- Niños con enfermedad crónica diagnosticada.
- Niños que padecen asma.
- Pacientes son sistema inmunitario comprometido, como sucede frente al VIH.
¿Puedo usar medicamentos para tratar los síntomas?
Sí, es frecuente que se utilicen fármacos específicos para tratar la fiebre, la tos, la diarrea y otros signos generados de por medio. Su uso debe estar mediado estrictamente por un especialista, en especial si es un menor de 6 años. Pregunta a tu médico sobre la posibilidad de usarlos.
¿La neumonía en los niños se puede prevenir?
Sí, a través de vacunas que lo protejan frente a las bacterias o los virus que la causan. La OMS recomienda las vacunas de este tipo en su cobertura durante los primeros meses de vida, también se sugiere la vacunación anual frente a los virus de la influenza.
¿Qué puedo hacer mientras se completa el tratamiento?
El tratamiento recetado por el especialista es insustituible y se debe acompañar de un seguimiento de los síntomas para buscar asistencia médica en caso de que empeoren. El Montreal Children´s Hospital recomienda además lo siguiente:
- Eleva con almohadas su cabeza para facilitar la respiración cuando esté acostado.
- Evita que se fume dentro de la casa.
- Usa un dispositivo de succión en su nariz para mantenerla libre de mucosidad.
- Asegúrate que descanse lo suficiente. Procura de esta manera el exceso de juego o actividad.
- Dale de beber abundante líquido durante el día. Acompaña esto con una dieta saludable.
- Reduce el contacto con otros niños mientras este se recupera.
- No utilices medicamentos de venta libre sin la supervisión del especialista.
En definitiva, la neumonía en niños es una enfermedad común. No por ello se debe dejar de acudir al pediatra, ya que en muchas ocasiones es necesario el uso de medicamentos específicos para aportar bienestar y disminuir la probabilidad de desarrollar complicaciones. En caso de presentar síntomas compatibles, acude al médico con tu hijo lo antes posible.
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