Medicamentos para la enfermedad de tiroides
La tiroides es una glándula con forma de mariposa localizada en el cuello. Se trata de un conglomerado tisular de tipo endocrino, pues se encarga de secretar hormonas esenciales para el funcionamiento del organismo. Si esta estructura falla, pueden ser necesarios medicamentos para la enfermedad de la tiroides.
A continuación te presentamos una lista de medicamentos que alivian los signos clínicos de las distintas enfermedades de la tiroides. Cada trastorno tiene un abordaje especial.
Bocio
El bocio es un agrandamiento anómalo de la glándula tiroides. Aunque se trata de una condición indolora, puede provocar tos y dificultar la deglución. Tal y como indica la Clínica Mayo , la causa más común en todo el mundo es la falta de yodo en la dieta.
Levotiroxina sódica
La levotiroxina es una forma sintética de la tiroxina (hormona tiroidea) que se utiliza como reemplazo hormonal en pacientes con problemas de la tiroides. Cada comprimido contiene 50 microgramos de principio activo y se consume por la mañana en ayunas —30 a 60 minutos antes de comer—.
Tal y como indica el portal Elsevier , este fármaco puede reducir el tamaño de los bocios en un 25 %, siempre y cuando se administre durante los primeros meses de evolución del cuadro. Además, solo se concibe su utilización cuando el bocio es producto del hipotiroidismo, pues su efecto principal es inhibir a la tirotropina o TSH.
La levotiroxina se encuentra bajo los nombres comerciales Levoxyl ®, Synthroid ® y Tirosint ®, entre otros.
Corticosteroides
Cuando el bocio es grave y el paciente no puede deglutir o llevar a cabo sus funciones vitales normales, se recetan corticosteroides, cuya función es reducir la inflamación mediante la depresión del sistema inmunitario. La dosis habitual de corticoides es de 80 a 100 miligramos por día de prednisona.
Yodo radioactivo
Tal y como indica el portal Medigraphic, la terapia con yodo radiactivo 131 es útil para los pacientes con hipertiroidismo autoinmune y producto de un bocio multinodular o adenoma tóxico. Ahondaremos más en las particularidades de este abordaje en líneas próximas.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es una enfermedad de la tiroides que tiene lugar cuando la glándula produce más hormonas de las que el cuerpo necesita. LAs causas son la enfermedad de Graves, los nódulos tiroideos, las tiroiditis, un exceso de yodo en la dieta o una medicación excesiva para una tiroides hipoactiva. La prevalencia oscila el 0,3 y el 1 % de la población general.
Medicamentos antitiroideos
La función de los fármacos antitiroideos es disminuir las 2 hormonas producidas por la tiroides: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Se pueden utilizar tanto a corto como a largo plazo, si bien reportan ciertos efectos secundarios que se deben tener en cuenta.
Dentro de este grupo, los 2 medicamentos más comunes son los siguientes:
- Metimazol (MMI): este fármaco se vende en forma de comprimidos con 5 y 10 miligramos de principio activo por unidad. Inhibe la acción de la enzima tiroperoxidasa y evita la producción de tiroxina. Durante el tratamiento, los niveles de T3 y T4 en sangre deben ser monitorizados y las dosis se ajustarán con base en ellos.
- Propiltiouracilo (PTU): se indica cuando el paciente no es capaz de tomar MMI —por hipersensibilidad u otra condición—, ya que este último es más eficaz y reporta menos efectos secundarios. Se toma siempre con alimentos 2 o 3 veces al día y los comprimidos son de 50 miligramos.
Betabloqueantes
Cuando existe una sobreproducción de T3 y T4 en el organismo, el paciente es propenso a desarrollar hipertensión arterial y taquicardia. Tal y como indica el portal Radiology Info, los betabloqueantes no tratan el hipertiroidismo, pero sí ayudan a disminuir síntomas.
Dicho de otro modo, los betabloqueantes ayudan a la persona a sentirse mejor mientras los medicamentos antitiroideos recuperan el equilibrio hormonal. Aunque suelen ser bien tolerados, también provocan diarreas, mareos y dolores de cabeza.
Yodo radioactivo
El yodo radioactivo (I-131), un isótopo del yodo que emite radiación, se utiliza para tratar el hipertiroidismo y el bocio derivado. Este compuesto aborda la afección matando a las células hiperreactivas o disminuyendo el tamaño de la glándula agrandada, lo que detiene el exceso y sobreproducción de la hormona tiroidea.
Los profesionales que llevan a cabo el tratamiento tratan de alcanzar un equilibrio, sin embargo, el uso del fármaco puede derivar en un hipotiroidismo. Por irónico que suene, a veces el abordaje con yodo radiactivo requiere de terapias de remplazo hormonal.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo se caracteriza por una glándula tiroides hipoactiva que no produce suficientes hormonas para satisfacer las necesidades del organismo. Diversas patologías pueden provocar hipotiroidismo, desde la enfermedad de Hashimoto a condiciones congénitas.
Levotiroxina
La levotiroxina sódica se vende en forma de comprimidos de ingesta oral de 50 a 150 microgramos por unidad. Forma parte de la terapia hormonal de reemplazo, pues se trata de una forma sintética de la tiroxina.
Tras comenzar a tomar el medicamento, se requieren análisis sanguíneos con el fin de verificar el nivel de hormona tiroidea en sangre. Después de sucesivas mediciones, el tratamiento con levotiroxina suele ser vitalicio.
Pastillas de T3 y T4
Tal y como indica el portal Hormone.org, existen otras alternativas a la levotiroxina, pero suelen reportar más desventajas y no son tan efectivas. Por ejemplo, las pastillas de T3 y T4 fomentan la ansiedad y no se ha demostrado que su acción combinada sea mejor que consumir T4 de forma aislada.
Enfermedad maligna de la tiroides: cáncer de la glándula
El cáncer de tiroides ocurre cuando las células de la glándula mutan a nivel genético. Debido a los cambios, estas líneas celulares no siguen los mecanismos de división y senescencia normales, así que se multiplican sin control. Las células mutadas también pueden invadir tejidos anexos o entrar en el torrente sanguíneo, en un proceso conocido como metástasis.
El cáncer de tiroides se puede dividir en subtipos según su localización (papilar, folicular, anaplásico, medular y otros). Representa el 1 % de todos los tipos de cáncer, pero su incidencia aumenta en un 4 % cada año.
No todos los cánceres tiroideos deben ser tratados, pues algunos permanecen localizados y no crecen. Así lo confirma la Clínica Mayo.
Radioterapia externa
En este abordaje, una máquina dirige haces de alta energía a puntos precisos del cuerpo. En dosis altas, la terapia mata a las células cancerígenas o hace lento su crecimiento, pero también provoca daños localizados en tejidos inocuos. Este abordaje se valora cuando el tumor sigue creciendo, a pesar del tratamiento con yodo radioactivo.
Quimioterapia
En general, la quimioterapia no se concibe en el cáncer tiroideo, pero puede usarse junto con la radioterapia si el tumor es de tipo anaplásico. Esta neoplasia de la tiroides crece de forma muy rápida y no se puede solucionar con cirugía. El pronóstico general del tumor anaplásico es muy desalentador. Los pacientes no suelen vivir más de 6 meses tras el diagnóstico.
Terapia dirigida con fármacos
Si la cirugía y el yodo radioactivo no han dado resultados, se puede acudir a la terapia dirigida con fármacos para abordar esta enfermedad de la tiroides. La American Cancer Society lista los siguientes medicamentos:
- Inhibidores de multicinasas: el lenvatinib (Lenvima ®) y el sorafenib (Nexavar ®) son los fármacos concebidos en esta categoría. Inhiben la formación de vasos sanguíneos que los tumores necesitan para crecer y atacan a ciertas proteínas de la célula cancerígena.
- Inhibidores de RET: el selpercatinib (Retevmo ®) y el pralsetinib (Gavreto ®) entran dentro de esta categoría. Son compuestos químicos que atacan a las proteínas RET, las que ayudan a la célula cancerígena a crecer. Se utilizan para tratar tumores en estadios avanzados.
- Inhibidores de la NTRK: el larotrectinib (Vitrakvi ®) y el entrectinib (Rozlytrek ®). Desactivan proteínas anómalas que ayudan a las células cancerígenas a crecer.
Los medicamentos para la enfermedad de la tiroides son muchos y diversos
Existen diversas condiciones que pueden desembocar en enfermedades tiroideas, pero muchas de ellas comparten fármacos. Por ejemplo, el yodo radioactivo se repite en el tratamiento para el cáncer tiroideo, el hipertiroidismo y el bocio.
Algo similar ocurre con la levotiroxina, una forma sintética de la tiroxina que tiene diversos usos. Este fármaco es de utilidad tras la extirpación de la tiroides, para abordar un hipotiroidismo y para tratar el bocio derivado de esta última condición.
Sea como fuere, existen fármacos que pueden ser útiles más allá del yodo y de la levotiroxina, sobre todo a la hora de paliar la sintomatología derivada de la hiper o hiporreactividad de la tiroides. Si presentas cualquiera de estas condiciones, no dudes en ponerte en manos de un profesional médico.
- Bocio, Mayoclinic. Recogido a 27 de junio en https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/goiter/symptoms-causes/syc-20351829
- Lucas Martín, A. M., & Sanmartí Sala, A. (2001). Un paciente con bocio. Med. integral (Ed. impr), 94-103.
- Tratamiento del hipertiroidismo con yodo radiactivo, Medigraphic. Recogido a 27 de junio en https://www.medigraphic.com/pdfs/endoc/er-2011/er112e.pdf
- Enfermedad de la glándula tiroides, Radiology Info. Recogido a 27 de junio en https://www.radiologyinfo.org/es/info/thyroid-disease
- Medicamentos para el hipotiroidismo, Hormone Health Network. Recogido a 27 de junio en https://www.hormone.org/pacientes-y-cuidadores/medicines-for-hypothyroidism
- Cáncer tiroideo, Mayoclinic. Recogido a 27 de junio en https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/thyroid-cancer/diagnosis-treatment/drc-20354167
- Medicamentos de terapia dirigida para el cáncer de tiroides papilar o folicular, Cancer.gov. Recogido a 27 de junio en https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-tiroides/tratamiento/terapia-dirigida.html