Las 4 enfermedades de las encías más frecuentes
Las enfermedades de las encías más frecuentes pueden poner en riesgo la permanencia de los dientes en la boca. Otras afecciones comprometen la estética de la sonrisa y provocan incomodidad y dolor.
El tejido gingival tiene la función de proteger y dar sostén a las piezas dentarias. Conocer las patologías que afectan las encías te permitirá prevenirlas y cuidar esta zona de la boca.
Varios procesos patológicos pueden desarrollarse sobre el tejido gingival. Hoy te contamos sobre las 4 enfermedades de las encías más frecuentes y cómo evitarlas.
¿Qué son las encías y cómo ocurren sus enfermedades más frecuentes?
Las encías son las mucosas orales que rodean a cada uno de los dientes de la boca, recubriendo el hueso que los sostiene. Funcionan como una barrera protectora que evita que ingresen bacterias o sustancias extrañas a la zona radicular.
El tejido gingival ayuda a que las piezas dentarias se mantengan firmes y fijas en los maxilares. Además, actúa como un amortiguador de las fuerzas que se generan en la boca, evitando su repercusión en el hueso subyacente.
Las encías están compuestas por un tejido epitelial de color rosa pálido que rodea el cuello de los dientes. Su textura es similar a la cáscara de la naranja y tienen bordes nítidos y precisos.
Cuando las encías cambian de color, se hinchan, sangran o duelen, nos indican de que algo no está bien. El principal enemigo del tejido gingival es la placa bacteriana que provoca su irritación e inflamación.
De todos modos, existen otras situaciones que también afectan la salud de las mucosas gingivales. Veamos en detalle las 4 enfermedades de las encías más frecuentes.
1. Gingivitis
La gingivitis es la patología del tejido gingival más común y frecuente. De hecho, también se la conoce como enfermedad de las encías, como si se tratara del único trastorno que las afectara.
La causa más habitual de la gingivitis es el acúmulo de placa bacteriana sobre las superficies de los dientes y las encías. Esta película pegajosa, invisible al principio y blanquecina después, está formada principalmente por bacterias y restos de alimentos.
Cuando no se elimina correctamente a través de la higiene oral, la placa se acumula. Incluso puede calcificarse con los minerales de la boca, dando origen al sarro o cálculo dental.
El cálculo y las toxinas que producen las bacterias de la placa irritan y dañan las encías. Esto desencadena un proceso inflamatorio, responsable de los síntomas de la enfermedad. Además de lo antedicho, existen otros factores que también pueden ocasionar la inflamación de las encías:
- Predisposición genética.
- Cambios hormonales como la pubertad y el embarazo.
- Uso de ortodoncia y prótesis.
- Tabaco.
- Carencias nutricionales.
- Algunas afecciones médicas.
- Consumo de determinados medicamentos.
Síntomas de la gingivitis y su tratamiento
Es fácil identificar los síntomas de la gingivitis:
- Hinchazón del tejido gingival.
- Encías de color rojo oscuro.
- Sensibilidad o dolor.
- Sangrado al más mínimo contacto, sobre todo durante el cepillado dental.
- Mal aliento.
Estar atentos al aspecto de las encías es lo que permite a las personas notar que algo no va bien en su boca. Al identificar alguna de las manifestaciones que aquí mencionamos, es importante buscar una solución al problema para evitar que avance.
Tanto para prevenir como para tratar esta patología es necesario controlar y eliminar la placa bacteriana y el sarro. Por un lado, será necesario realizar limpiezas profesionales cada 6 o 12 meses.
Además, se debe realizar una higiene oral diaria y frecuente con la técnica adecuada. Esto incluye el cepillado de dientes con pastas con flúor, hilo dental y enjuagues bucales.
2. Periodontitis
La periodontitis o enfermedad periodontal es la evolución de una gingivitis que no ha sido tratada a tiempo. La afección es más profunda y compromete los tejidos que sostienen los dientes: cemento radicular, ligamento periodontal y hueso alveolar.
Entre el borde de la encía y el tejido dentario se forman bolsas que cada vez se hacen más grandes y profundas. En su interior, se acumulan bacterias que provocan un foco infeccioso que avanza hasta destruir por completo los tejidos de sostén.
El compromiso del hueso alveolar es una de las complicaciones más notorias de la periodontitis. Con la pérdida ósea, las piezas dentarias ya no tienen sostén y comienzan a moverse. En los casos más avanzados y graves, los dientes pueden llegar a perderse.
Esta condición, además de provocar problemas en la boca, está asociada a la aparición y a complicaciones de muchas patologías sistémicas. Diabetes, enfermedades cardiovasculares, neurológicas y respiratorias son más agresivas en pacientes con periodontitis.
La enfermedad periodontal durante el embarazo también es un factor de riesgo para sufrir complicaciones durante la gestación. Los partos prematuros, los nacimientos de niños con bajo peso y la preeclampsia están asociados a esta afección bucal.
Su tratamiento requiere la intervención de un periodoncista, que realiza el raspado y alisado de las raíces y una minuciosa limpieza profesional. También es necesario indicar antibióticos por vía sistémica y antisépticos de uso local, como la clorhexidina. Algunos casos más graves pueden requerir cirugías periodontales que devuelvan la salud a los tejidos afectados.
Al igual que en la gingivitis, para prevenir la periodontitis se debe hacer especial hincapié en mantener una adecuada higiene bucodental y evitar los factores de riesgo.
3. Retracción gingival
Otra de las enfermedades frecuentes en las encías es la retracción gingival. Se trata de la migración de este tejido a zonas más profundas, dejando descubierta parte de la raíz dentaria.
La pérdida de encía genera sensibilidad dentaria y aumenta el riesgo de que aparezcan caries de cuello. También afecta la estética de la sonrisa, dando la apariencia de dientes muy largos.
Un cepillado dental deficiente y la presencia de periodontitis contribuyen a la retracción de las encías. Sin embargo, también puede aparecer en personas con una adecuada higiene bucal debido a otras causas:
- Factores hereditarios: algunos miembros de la misma familia tienen encías más delgadas y una mayor predisposición a que se retraigan.
- Envejecimiento: el paso del tiempo aumenta las posibilidades de que el tejido gingival retroceda.
- Hábito de fumar: la retracción de las encías es una de las tantas consecuencias negativas en la boca que tiene el uso del tabaco.
- Trauma del tejido gingival por un cepillado dental muy vigoroso, con mucha presión o con un cepillo de cerdas duras que lesiona la mucosa.
- Piercings orales: la presencia de joyas en los labios o en la lengua traumatiza las encías y provoca su retracción.
- Dientes desalineados o malposicionados.
- Daños como consecuencia de algunos tratamientos dentales.
Las encías retraídas se observan a simple vista, pues queda expuesta la raíz del diente que, al no poseer su recubrimiento habitual, se ve más largo. Además, al no contar con el tejido gingival como protección, el diente puede sufrir sensibilidad al comer algo frío, dulce o caliente.
Cuando la retracción gingival es leve, el tratamiento consiste en vigilar la situación para que no avance. Un cepillado dental efectivo pero suave y pastas dentales para la sensibilidad ayudan a controlar los síntomas.
Los casos más complejos pueden requerir distintas intervenciones para solucionar o mejorar la situación. Agentes desensibilizantes, barnices, restauraciones dentarias, fundas, carillas, ortodoncia y cirugías son algunas de las alternativas.
4. Hiperplasia gingival
Se denomina hiperplasia gingival al aumento de tamaño y crecimiento exagerado de las encías. Este mayor tamaño del tejido gingival puede estar asociado a distintos factores:
- Genéticos.
- Inflamación gingival por periodontitis.
- Condiciones sistémicas: desequilibrios hormonales, leucemias.
- Uso de ciertos medicamentos: algunos anticonvulsivos, inmunodepresores para pacientes de trasplantes y bloqueadores de los canales de calcio usados para tratar problemas cardiovasculares como la hipertensión pueden provocar el agrandamiento gingival.
De todos modos, la mala higiene bucal y el acúmulo de placa bacteriana empeoran la situación.
Existe un tipo de agrandamiento gingival asociado al embarazo llamado granuloma piógeno. Se trata de una tumoración benigna que aparece en la encía de la mujer embarazada como consecuencia de los cambios hormonales y el aumento de irrigación corporal propios de la gravidez.
En general, este tipo de tumoración remite por sí sola luego del parto. De todos modos, si la lesión incomoda mucho a la mujer, un odontólogo la puede extirpar con una cirugía simple.
Cuando aparece una hiperplasia gingival, es importante determinar la causa del agrandamiento. Según el diagnóstico, varía el tratamiento.
En algunos casos es necesario abordar la hiperplasia con un tratamiento periodontal y mejoras en la higiene bucal. Si la causa es un medicamento, se deberá considerar su sustitución del mismo, consultando al profesional de la salud que lo prescribió. Algunos casos ameritan la extirpación del tejido excesivo a través de una cirugía simple que contornea las encías.
Reconocer las enfermedades de las encías más frecuentes y buscar una solución
Ahora que conoces las 4 enfermedades de las encías más frecuentes, podrás identificarlas si notas sus síntomas y buscar ayuda de manera oportuna. Actuar con prontitud evita complicaciones, no solo a nivel bucal, sino en la salud en general.
Ocuparse del cuidado del tejido gingival con una higiene oral adecuada y controles odontológicos regulares permite tener una boca saludable. Por consiguiente, se evitan complicaciones y tratamientos más difíciles y costosos. Esto se traduce en ganancias en bienestar, comodidad, salud y estética.
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