¿Qué es la endocarditis?
Las enfermedades cardiovasculares son responsables de una gran cantidad de defunciones en todo el mundo. Estas alteraciones pueden afectar cualquier parte del corazón. No obstante, existe una enfermedad llamada endocarditis capaz de afectar el revestimiento interno del órgano. ¿Deseas conocer más sobre ella? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la endocarditis?
Se trata de una enfermedad cardíaca producida por la inflamación de una parte del corazón llamada endocardio. El endocardio no es más que el revestimiento interno de las cámaras y válvulas cardíacas. La patología suele ser muy grave y pone en peligro la vida de las personas.
La inflamación del endocardio puede ocurrir por múltiples motivos, aunque la causa más frecuente es una infección bacteriana. Por ello, la enfermedad también se conoce como endocarditis infecciosa.
La patología puede afectar a personas de cualquier edad y género. Sin embargo, estudios afirman que es más común en los hombres, los cuales representan hasta el 80 % de los casos. Además, su frecuencia es mayor en las personas entre los 27 y 37 años de edad.
Tipos de endocarditis
Esta enfermedad se puede clasificar de acuerdo a la evolución de la misma. La endocarditis puede ser aguda, subaguda y en prótesis valvulares, cada una de las cuales tiene una gravedad diferente.
- Endocarditis subaguda: se trata de una forma de desarrollo progresivo que avanza de forma lenta, pueden pasar meses antes de manifestar los síntomas. Esta infección es agresiva, sin embargo, le ofrece cierto tiempo al médico para actuar e instaurar el tratamiento.
- Endocarditis aguda: consiste en una endocarditis agresiva y de evolución rápida, por lo que los síntomas aparecen a los pocos días. En este caso, es posible identificar la puerta de entrada de los microorganismos y puede afectar a válvulas normales y anormales.
- Endocarditis de prótesis valvulares: es aquella que aparece en el primer año posterior a un reemplazo valvular. Las infecciones más cercanas al procedimiento están asociadas a bacterias con resistencia a los antibióticos, por lo que son más severas.
Síntomas
La endocarditis infecciosa se caracteriza por la formación de vegetaciones en las válvulas cardíacas o en el tejido adyacente a ellas. Las vegetaciones se producen por una acumulación de coágulos sanguíneos y bacterias, los cuales afectan el funcionamiento valvular.
Los principales síntomas sistémicos aparecen por la disfunción de la válvula afectada y por la infección en sí. En este sentido, las personas pueden experimentar algunas de las siguientes manifestaciones clínicas:
- Fiebre, generalmente con 2 semanas de evolución.
- Dolores musculares y articulares.
- Sudoraciones nocturnas.
- Fatiga.
- Pérdida de peso.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Dificultad para respirar.
- Petequias (pequeñas lesiones cutáneas de color rojizo que se corresponden con microhemorragias).
- Aparición de un soplo cardiaco de intensidad variable.
- Anemia.
Algunos estudios establecen que hasta el 90 % de los pacientes presentan solo fiebre, fatiga y pérdida de peso. Por su parte, la endocarditis también tiene ciertos signos característicos como las lesiones de Janeway, que son petequias ubicadas en las manos y pies. Los nódulos de Osler (similares, pero un poco más grandes) también pueden verse en esta enfermedad.
Posibles complicaciones
La endocarditis es una enfermedad muy peligrosa que debe tratarse lo antes posible para evitar la aparición de complicaciones en otros órganos. La mayoría de las complicaciones son producto del desprendimiento de un fragmento de vegetación, el cual puede obstruir la luz de un vaso sanguíneo.
Teniendo esto en cuenta, dentro de las principales complicaciones de la endocarditis destacan las siguientes:
- Daño irreversible en las válvulas cardíacas.
- Enfermedad cerebrovascular (ECV).
- Abscesos en el corazón y otros órganos.
- Tromboembolismo pulmonar.
- Neumonías y empiema.
- Daño renal.
Causas de la endocarditis
Como ya se dijo con anterioridad, la enfermedad se debe a una infección bacteriana del endocardio en la mayoría de los casos. Los gérmenes implicados con mayor frecuencia en la infección son los estreptococos y Staphylococcus aureus. Un grupo de microorganismos llamados bacterias HACEK también son agentes causales frecuentes.
Las bacterias causantes de la endocarditis provienen una infección lejana como un absceso cutáneo o una amigdalitis. Las mismas invaden el torrente sanguíneo, llegan al corazón y generan la infección característica.
La penetración de las bacterias a la sangre ocurre con mayor frecuencia a través de la piel, mucosas o vías respiratorias. Es importante destacar que la endocarditis también puede originarse por múltiples hongos o virus que ingresen al torrente sanguíneo, aunque su frecuencia es mucho menor.
Por otro lado, existen causas no infecciosas de endocarditis. La misma se debe a la formación de trombos estériles compuestos por plaquetas y fibrina que se adhieren a las válvulas, así como al endocardio.
Factores de riesgo
La endocarditis puede afectar a personas de cualquier edad, no obstante, existen múltiples situaciones que predisponen a las personas a padecer la enfermedad. Uno de los mayores factores de riesgo son los problemas valvulares, sobre todo los generados por la fiebre reumática.
Otros de los factores que aumentan la probabilidad de padecer endocarditis infecciosa son los siguientes:
- Edad avanzada.
- Uso de catéteres durante un tiempo prolongado.
- Consumir drogas por vía parenteral.
- Afecciones cardíacas congénitas.
- Realización de procedimientos odontológicos o médicos invasivos sin las medidas adecuadas de higiene.
- Dispositivos cardiovasculares implantados.
- Antecedentes de endocarditis.
- Válvulas cardíacas artificiales.
Diagnóstico de la endocarditis
El personal médico sospecha la presencia de endocarditis cuando exista la presencia de fiebre durante un tiempo prolongado sin un signo evidente de infección. La sospecha se hace más evidente si existe un soplo cardíaco asociado y antecedentes de afecciones cardiovasculares.
El diagnóstico de endocarditis se confirma con la realización de un hemocultivo y un ecocardiograma. El hemocultivo consiste en la extracción de sangre y en la exposición de la misma a un medio especial con la finalidad de aislar al germen patógeno.
Por su parte, el ecocardiograma permite al especialista confirmar la presencia de las vegetaciones en las válvulas cardíacas. También permite observar el funcionamiento del corazón y determinar la gravedad de la situación.
Tratamiento
El principal tratamiento para la endocarditis infecciosa es el uso de antibióticos por vía intravenosa a dosis altas. El antibiótico que se debe usar dependerá de la bacteria que cause la infección. Además, el tratamiento es prolongado, por lo que puede durar entre 2 y 8 semanas.
Por otro lado, las infecciones causadas por hongos deberán tratarse con un antimicótico específico, dependiendo del agente causal. El tratamiento en este caso también se realiza por vía endovenosa, a dosis elevadas y durante varias semanas.
El personal médico deberá tratar cualquier infección o complicación adyacente. En este sentido, se deben drenar los abscesos cutáneos, desbridar el tejido necrótico y eliminarse cualquier dispositivo infectado.
Algunas personas pueden necesitar una cirugía para sustituir la válvula dañada o para tratar las infecciones persistentes. Además, algunas endocarditis provocadas por hongos requieren cirugía para lograr la remisión de la enfermedad.
Una enfermedad que amerita atención inmediata
La endocarditis es una patología infecciosa caracterizada por la presencia de vegetaciones en las válvulas cardíacas. Los síntomas de la enfermedad suelen ser muy generales, lo que dificulta su diagnóstico en la mayoría de los casos.
Por desgracia, es una afección severa y muy agresiva que amerita atención médica de forma inmediata. En este sentido, es fundamental consultar con un especialista si padece de fiebre de origen desconocido durante un tiempo prolongado. El personal médico es el único capacitado para tratar la afección y evitar las complicaciones.
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