Diferencias entre vértigo y mareo
El mareo y el vértigo tienen diferencias y representan uno de los motivos de consulta médica más frecuentes. Los mismos pueden presentarse a cualquier edad, siendo más comunes a medida que la persona envejece.
Por lo general, ambos términos son empleados como sinónimos. No obstante, cada uno tiene características propias.
En la mayoría de los casos, describir y reconocer un mareo o un vértigo puede resultar una tarea ardua. Ambos síntomas pueden limitar las actividades diarias y llevar a la búsqueda de apoyo o soporte. Suelen acompañarse de náuseas y vómitos en los casos más severos.
Diferencias entre vértigo y mareo
El vértigo y el mareo son manifestaciones clínicas que reflejan inestabilidad corporal y dificultad para moverse en el espacio. En este sentido, la pérdida de equilibrio presente en ambas afecciones es el factor que suele dificultar la discriminación. Sin embargo, los profesionales en salud reconocen las siguientes diferencias entre vértigo y mareo.
1. Percepción de movimiento
El vértigo es la percepción ilusoria de movimiento falso entre la persona y el ambiente que le rodea. En este sentido, los pacientes suelen referir que todo les da vueltas y presentan dificultad para caminar. Estudios afirman que el vértigo puede ser objetivo, cuando el entorno se mueve alrededor de la persona, y subjetivo, cuando el cuerpo se desplaza y el ambiente continúa fijo.
El movimiento en el vértigo puede ser de giro, inclinación o balanceo. Por su parte, el mareo es un síntoma subjetivo descrito como una sensación de aturdimiento y pérdida del equilibrio.
De igual forma, algunos pacientes pueden sentir que están flotando o a punto de desmayarse. Sin embargo, el mareo no se asocia a la sensación de movimiento de la persona o de los objetos a su alrededor.
2. Origen y causas
El equilibrio corporal y el mantenimiento de la postura están determinados por una compleja red de receptores y de nervios. En este sentido, la vista ofrece información de los objetos alrededor y la distancia a los mismos, mientras que el oído interno y los receptores articulares reconocen la posición del cuerpo en el espacio, los movimientos y los cambios de velocidad.
La información captada por todos estos receptores es procesada en los núcleos vestibulares, el cerebelo y el lóbulo temporal. De esta forma, el cuerpo responde coordinando las señales y movimientos necesarios para mantener el equilibrio y responder a los cambios externos. Por tal motivo, cualquier alteración en este complejo sistema originará la sensación de vértigo.
Las causas más comunes de vértigo se originan en afecciones del oído interno. No obstante, este síntoma también puede producirse por alteraciones en la estructura y el funcionamiento de los núcleos vestibulares, el cerebelo, el tronco encefálico y la corteza cerebral. Algunas de las principales causas de vértigo son las siguientes:
- Laberintitis aguda.
- Enfermedad de Meniére.
- Otoesclerosis.
- Migraña.
- Enfermedad cerebrovascular.
Por otro lado, el mareo es un síntoma muy común que suele asociarse a afecciones vasculares, metabólicas, infecciosas y psiquiátricas. Además, es uno de los efectos adversos más frecuentes por consumo de medicamentos sin supervisión médica.
Dentro las principales causas de mareo se encuentran las siguientes:
- Hipotensión.
- Hipoglucemia.
- Anemia.
- Ansiedad y depresión.
3. Síntomas acompañantes
En la mayoría de los casos, el vértigo y el mareo presentan sintomatologías acompañantes muy similares. No obstante, algunos pacientes pueden presentar manifestaciones que son más representativas de cada afección y que facilitan la orientación diagnóstica.
En este sentido, las personas con vértigo pueden padecer visión doble, palpitaciones, sudoración, dificultad para hablar y mover las extremidades, así como pérdida de la conciencia. Algunas investigaciones sugieren que más del 17 % de los pacientes que consultan por vértigos presentan nistagmos. Además, las personas con afección del oído pueden tener pérdida de audición y zumbidos.
Por otro lado, los síntomas que acompañan a los mareos son muy variados. El dolor de cabeza, la debilidad muscular, el cansancio, los tropiezos y la dificultad para concentrarse son algunos de los más frecuentes. De igual forma, hay pacientes que refieren náuseas y vómitos intensos, así como confusión y desmayos.
Dos síntomas que no deben ser subestimados
Por lo general, establecer diferencias entre vértigo y mareo puede convertirse en un gran reto. En la mayoría de los casos, ambos síntomas se catalogan como mareos inofensivos, por lo que pasan desapercibidos. No obstante, podrían ser indicativos de una enfermedad severa, por lo que deben ser atendidos por un profesional de la salud.
Los médicos recomiendan acudir a la consulta lo antes posible en caso de padecer vértigos o mareos persistentes asociados a desmayos, vómitos intensos y pérdida de la audición. Los especialistas en salud son los únicos capacitados para atender esta afección y ofrecer las mejores opciones de abordaje.
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