Candidiasis vulvovaginal: síntomas, causas y tratamientos
Gran parte del aparato reproductor femenino cuenta con una microbiota en perfecto equilibrio que lo protege de agentes patógenos. Sin embargo, cuando este equilibrio es alterado, los propios microorganismos de la vagina pueden causar infecciones, siendo una de las más comunes la candidiasis vulvovaginal.
Esta es una enfermedad infecciosa producida por un hongo del género Candida, en específico por Candida albicans. Este hongo se encuentra en pequeñas cantidades en la piel, la boca, el aparato gastrointestinal y en la vagina. No obstante, diversos factores pueden hacerlo proliferar, generando así la patología.
La candidiasis vulvovaginal es una de las infecciones vaginales más frecuente. Se estima que afecta entre el 70 % y el 75 % de las mujeres en edad fértil. A pesar de todo, no existen estudios representativos, ya que la misma suele ser mal diagnosticada.
Causas de la candidiasis vulvovaginal
En condiciones normales, la vagina posee diversos hongos y bacterias que conforman la flora vaginal; entre ellos Candida albicans. Todos estos microorganismos se encuentran en perfecto equilibrio gracias al pH ácido de la vagina, el que impide su multiplicación.
No obstante, estos hongos y bacterias son capaces de causar una infección cuando se reproducen en exceso o cuando penetran las capas celulares más profundas. Esto ocurre si el pH vaginal se altera y disminuye su acidez, proporcionando el ambiente ideal para que los microorganismos se multipliquen.
En este sentido, entre los diversos factores que pueden influir en el crecimiento excesivo de los hongos y la posterior candidiasis vulvovaginal se encuentran los siguientes:
- Medicamentos: uso de antibióticos orales para tratar otras infecciones.
- Cambios hormonales: por embarazo o por un aumento en los niveles de estrógenos.
- Enfermedades: sobre todo la diabetes mellitus no controlada.
- Sistema inmune deteriorado o con estados de inmunodepresión.
- Higiene vaginal inadecuada: se asocia al uso constante de duchas vaginales.
Es importante destacar que esta no es considerada como una infección de transmisión sexual, ya que una mujer puede padecerla sin tener relaciones. Sin embargo, algunos hombres pueden presentar sintomatología leve después de tener relaciones con una pareja infectada y, a su vez, trasmiten la infección a otra persona.
Síntomas
La candidiasis vulvovaginal causará vaginitis, es decir, inflamación de la vagina, por lo que se pueden observar síntomas tanto en el interior como en el exterior de la misma. Entre los principales signos se encuentran los siguientes:
- Prurito: picazón intensa e irritación vaginal.
- Sensación de ardor y enrojecimiento del área.
- Dolor: con molestias al orinar o durante las relaciones sexuales.
- Sarpullido vaginal.
Uno de los síntomas más característicos y que vale la pena destacar entre los demás es la alteración en el flujo vaginal. El mismo será abundante, espeso y de color blanco cuando se tenga la infección. Sin embargo, no tendrá ningún tipo de olor, lo que nos permitirá diferenciarlo de otras patologías como la tricomoniasis.
Diagnóstico de la candidiasis vulvovaginal
Muchos problemas vaginales pueden cursar con una clínica similar a la presentada por la candidiasis vulvovaginal. En la mayoría de las ocasiones el médico realizará una inspección visual en busca del fluido blanco y diversas placas blanquecinas en las paredes vaginales, aunque estas pueden no estar presentes.
El profesional también deberá tomar una muestra del flujo vaginal para realizar la búsqueda de las levaduras del hongo. En este sentido, es posible que realice una observación directa en el microscopio o que concreta la prueba de Papanicolaou. El diagnóstico también incluye un cultivo para confirmar la existencia de una infección mixta.
Tratamientos posibles
El tratamiento de esta patología estará destinado a la eliminación del hongo y al restablecimiento de la microbiota vaginal habitual. En este sentido, la candidiasis se tratará con un antifúngico, el que puede ser administrado vía vaginal u oral, dependiendo de la gravedad de la infección.
Cuando el abordaje es por vía vaginal suele aplicarse clotrimazol en crema y óvulos. Por otro lado, en un tratamiento por vía oral se puede indicar tanto fluconazol como itraconazol. Sin embargo, se debe tener sumo cuidado, ya que ambos tienen entre sus efectos adversos el daño hepático. A veces se recomienda el uso adyuvante de probióticos con la finalidad de restablecer la flora habitual.
La duración del tratamiento dependerá de la gravedad de la infección. Puede oscilar entre una aplicación única hasta la administración de medicamentos durante 15 días.
Remedios naturales contra la infección
Con el pasar de los años han surgido diversas cepas de este hongo resistentes al fluconazol, lo que ha obligado a los especialistas a buscar tratamientos alternativos. En este sentido, diversos estudios han demostrado la eficacia del ajo.
En una investigación realizada en 2015 se demostró que las tabletas de ajo disminuyen los síntomas de la candidiasis vulvovaginal en el 44 % de los casos en solo 7 días. Por otro lado, también disminuye el gen de virulencia SIR2 de Candida albicans, por lo que ayuda a evitar su proliferación.
Finalmente, también el aceite de ajo en concentraciones de 0,35 μg/ml es capaz de penetrar la membrana celular de la levadura y causar la muerte de la misma. No obstante, aún son necesarios más estudios y es recomendable la consulta al médico antes de iniciar una terapia alternativa.
Medidas de higiene y prevención para la candidiasis vulvovaginal
A pesar de ser una de las infecciones vaginales más comunes, existen diversas medidas que las mujeres pueden tomar para prevenirla. Todas ellas están enfocadas en mantener una adecuada higiene íntima. Una de las más importantes es limpiar el área genital y anal de adelante hacia atrás, lo que evitará trasladar nuevos patógenos a la vagina.
Además, también se debe evitar la ropa muy ajustada y cambiar los tampones o compresas utilizadas con regularidad. Con estas simples, pero efectivas medidas, es posible reducir en gran parte la posibilidad de padecer candidiasis vulvovaginal y otras infecciones asociadas.
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