¿Qué son las alergias estacionales?
Se conocen como alergias estacionales a las reacciones alérgicas que se manifiestan en una época específica del año. Se distinguen de las alergias perennes, que pueden desarrollarse durante los 12 meses sin distinción. Con frecuencia se alude a la fiebre del heno o rinitis alérgica, aunque los especialistas también pueden usarlo para otro tipo de reacciones.
Los pacientes alérgicos deben tomar medidas especiales durante estos meses del año, tanto para anticiparse a los síntomas como para actuar durante la temporada. Te enseñamos todo lo que deberías saber sobre este tipo de alergias, incluyendo los principales desencadenantes de acuerdo con la estación.
El polen y las alergias estacionales
Tal y como nos lo recuerda la Asthma and Allergy Foundation of America, el polen es la principal causa de las alergias estacionales. Es un polvo muy fino que contiene material genético que utilizan algunas plantas para su reproducción.
En ocasiones, los insectos contribuyen a la fertilización. En otras las plantas, se usa el viento para trasportar el polen hasta su lugar de acogida. Estas últimas son las que ocasionan la mayoría de las reacciones alérgicas.
Primavera
La primavera es la estación predilecta para las alergias estacionales. La mayoría de los árboles liberan el polen durante estos meses, en especial aquellos de la familia del olivo, el fresno, el olmo, el roble, el abedul y el álamo. Los días con mayor cantidad de luz solar y viento tienden a ser los que mayor recuento de polen concentran en el aire.
Verano
Durante el verano se produce la liberación de polen de casi todas las especies de gramíneas y malezas. De esta manera, el pomar, la hierba de Johnson, la grama dulce y el plátano inglés, por solo mencionar algunas subespecies, se mantienen activas durante esta temporada.
Otoño
El otoño concentra varias especies de plantas que realizan la liberación de polen, pero sin duda, la más importante es la ambrosía. Los estudios indican que entre el 15 % y el 26 % de la población es sensible a ella, en especial en regiones de América del Norte, Sudamérica, Australia y algunas zonas de Europa.
Situaciones especiales
En países tropicales, los alérgenos están presenten casi todo el año, a excepción de la temporada de lluvia. Esta puede ayudar a reducir el polen del aire, aunque regresa a sus niveles normales luego de que ha amainado el clima.
Las esporas de los hongos también pueden ocasionar alergias estacionales. Tanto estas como el polen pueden viajar decenas e incluso cientos de kilómetros en un día seco con ventiscas. Es por esto que puedes desarrollar reacciones alérgicas incluso si vives en el centro de una ciudad con poca vegetación circundante.
Como indicamos al inicio, otro tipo de alergias también se consideran estacionales. El uso de ciertos ingredientes de cocina durante épocas especiales (Navidad, San Valentín, Halloween) y la proliferación de algunos insectos también provocan alergias.
Consejos para afrontar las alergias estacionales
Dado que los pacientes alérgicos tienen que enfrentar una o varias veces al año este tipo de exposición, es muy importante que tomen precauciones. Algunos alergólogos pueden recomendar la ingesta de ciertos medicamentos una o dos semanas antes de la temporada, sobre todo en pacientes con reacciones moderadas o graves.
En paralelo con esto puedes tener en cuenta lo siguiente:
- Estar al tanto del recuento de polen y moho de los informes meteorológicos. Los puedes encontrar en las secciones correspondientes en radio o televisión. Puedes consultarlos también por internet.
- Mantener las puertas y ventanas cerradas durante la época estacional alérgica, sobre todo durante la mañana (la mayoría de las plantas segregan polen entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m.).
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Cambiarse la ropa y lavarla al regresar a la residencia luego de salir al exterior.
- Secar la ropa dentro de casa. Si lo haces afuera, el polen puede adherirse a ella.
- Utilizar mascarilla y anteojos al salir si se es particularmente sensible.
Lo más importante es consultar con un alergólogo para que este determine el tipo de desencadenante que ocasiona tu alergia. Así puedes estar al tanto de los meses con mayor actividad, así como de las zonas con mayor prevalencia.
Además, conocer el alérgeno específico también puede hacerte candidato para sesiones de inmunoterapia. La misma consiste en la aplicación de vacunas o la ingesta de tabletas destinadas a reducir tu sensibilidad. Los estudios avalan su uso, en especial durante el primer tercio de vida.
¿Cómo se trata una alergia estacional?
Aunque pueden hacerte pasar un mal rato, la mayoría de las alergias estacionales se pueden tratar con efectividad. La Food and Drug Administration (FDA) aprueba el uso de las siguientes opciones:
- Antihistamínicos (orales y en aerosol).
- Corticosteroides nasales.
- Descongestionantes.
- Estabilizadores de mastocitos.
Este es el tratamiento estándar, aunque algunos pocos pacientes requerirán inyecciones de epinefrina, debido a una reacción alérgica grave. La epinefrina actúa en segundos y permite liberar las vías respiratorias.
La mayoría de las opciones reseñadas están disponibles sin receta médica, pero debes usarlas con precaución para evitar efectos secundarios. Consulta con un especialista para que determine qué alternativa se ajusta mejor a tu caso.
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