¿Qué es el ciclo menstrual?: fases y duración
El ciclo menstrual femenino se puede definir como una serie de cambios regulares que ocurren de forma natural en el sistema reproductor femenino, dando lugar al embarazo y la menstruación. Durante este ciclo se desarrollan los gametos femeninos —óvulos—, unas células reproductoras haploides que, junto a los espermatozoides, darán lugar al zigoto si son fecundadas.
Debemos subrayar que la menstruación no es un período único de la especie humana. La mayoría de los mamíferos hembras la pasan de una forma u otra, pero el objetivo es claro: preparar al cuerpo para la implantación del feto. Si quieres saber más sobre este fascinante fenómeno sigue leyendo.
Algunas estadísticas sobre el ciclo menstrual
Antes de sumergirnos de lleno en un mundo terminológico, vemos de especial interés encuadrar este evento natural a nivel sociológico y médico. Artículos de revisión científica y otras fuentes profesionales nos aportan estos datos:
- Alrededor del 80 % de las mujeres presentan síntomas 2 a 3 semanas antes de la aparición de la menstruación.
- Del 3 al 8 % de las mujeres sienten síntomas severos. Según portales estadísticos, 14 de cada 1000 mujeres tienen dolores menstruales considerables en las poblaciones españolas.
- Esto se traduce en que, aproximadamente, del 20 al 30 % de todas las mujeres del mundo presentan signos premenstruales que interfieren con la vida diaria. Esto se conoce como síndrome premenstrual y, en algunos casos, puede llegar a ser incapacitante.
La menstruación va mucho más allá del sangrado. Estamos ante un proceso que es natural, pero que puede llegar a agravarse en algunos casos y causar signos clínicos que afectan la productividad y el bienestar emocional de las mujeres.
La primera menstruación: menarquia
La menarquia se define como el primer día en el que se produce un episodio de sangrado del útero de origen menstrual. En países occidentales este evento se coloca entre los 11-12 años de edad, si bien puede variar su aparición en cada caso.
Según estudios, factores genéticos y ambientales juegan un papel esencial en la manifestación de la menarquia. Se ha descubierto, por ejemplo, que el periodo de aparición en la madre condiciona hasta en un 75 % el momento en que la experimentará la hija. Además, también hay un componente étnico, pues las mujeres africanas o de tal descendencia llegan antes a este punto.
Entre los desencadenantes ambientales se colocan factores como el bienestar socioeconómico, el estado nutricional, la salud general, la actividad física, el bajo peso al nacer y patrones estacionales y climáticos. En países como Cuba, las mujeres que viven en núcleos de ciudad llegan antes a la menarquia que las de áreas rurales.
El límite de peso para que se produzca la menarquia es de 48 kilogramos. Una niña con un índice de masa corporal (IMC) demasiado bajo puede no presentarla. En la otra cara de la moneda, el sobrepeso parece acelerar la pubertad.
La importancia de la grasa corporal
Antes de la menarquia se experimenta un aumento considerable en sangre de los niveles de la hormona liberadora de gonadotrofina (GnRH), la que promueve la aparición de otras hormonas.
La GnRH es activada por la leptina, una proteína que es producida en los adipocitos —tejido graso—. Por ello es tan importante que la niña adquiera un peso adecuado en la pubertad, pues sin suficiente grasa no se produce esta señal.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS), la adolescencia es ese periodo que ocurre entre los 10 y los 19 años. Se espera que la menarquia aparezca en esta etapa.
El ciclo menstrual y sus fases
Una vez hemos definido lo que es la primera menstruación y los factores que la desencadenan, estamos preparados para analizar cada una de las etapas que caracterizan al ciclo menstrual. Portales profesionales, como MSDmanuals y otras fuentes médicas, nos ayudan en esta tarea. Existen 3 etapas:
- Folicular.
- Ovulatoria.
- Lútea.
1. Fase folicular
Cuando se inicia la fase folicular los niveles de estrógenos y progesterona son bajos. Como consecuencia de esto, se produce el desprendimiento del endometrio, la mucosa que recubre el interior del útero, dando lugar al sangrado. Esta fase suele durar desde la regla propiamente dicha (día 1) hasta el día número 13-14 del ciclo.
La hormona folículoestimulante (FSH), activa durante los primeros días del ciclo, promueve la formación de los folículos ováricos, unos cuerpos que estimulan la secreción de hormonas femeninas. Después de esta estimulación, solo uno de los folículos se desarrolla completamente (folículo de Graaf), el que estallará liberando el ovocito.
Durante esta fase proliferan las células granulosas, las que están asociadas con el gameto femenino en desarrollo. Estas secretan el líquido folicular, que tiene grandes cantidades de estrógenos necesarios para las siguientes fases.
2. Fase ovulatoria
Según fuentes profesionales, la ovulación se define como el proceso que se da lugar cuando el folículo maduro antes nombrado se rompe y libera el óvulo hacia las trompas de Falopio. Se desencadena por un aumento de la concentración de la hormona luteinizante (LH), producida por el lóbulo anterior de la hipófisis o glándula pituitaria.
A su vez, la producción de la hormona luteinizante está condicionada por los picos de niveles de estrógenos que, como hemos dicho, ocurren durante los últimos periodos de la fase folicular. Una vez se ha liberado el óvulo, la producción de estrógenos cae y predominará la progesterona.
3. Fase lútea
Durante esta fase disminuyen drásticamente las concentraciones de las hormonas luteinizante y foliculoestimulante. El folículo roto que ha liberado el óvulo se cierra y forma el cuerpo lúteo, una estructura amarilla que sintetiza progesterona. La alta concentración de progesterona y estrógenos provoca un engrosamiento del endometrio, que se prepara para una implantación.
Aquí pueden darse dos caminos:
- Si el óvulo no es fecundado, el cuerpo lúteo degenera, la producción de progesterona y estrógenos cae, el endometrio se descompone en sus capas superiores y se produce la menstruación.
- Si el óvulo es fecundado, el cuerpo lúteo continúa funcionando durante las primeras fases del embarazo, necesario para los cambios fisiológicos en la mujer.
Duración del ciclo menstrual
Tal y como indican fuentes científicas, el ciclo menstrual dura unos 28 días con una desviación comprendida en la normalidad de 7 días y medio arriba o abajo. Además, esta variabilidad también depende del grupo etario analizado. Es mayor en mujeres jóvenes y más constante entre personas de 35 a 39 años.
Por otro lado, lo que es el sangrado o la regla suele durar de 2 a 7 días. La densidad de flujo, la presencia de coágulos, el dolor abdominal y otros factores son elementos a tener en cuenta para clasificar un sangrado menstrual como normal o anormal. La sangre entre periodos requiere de atención médica, pues es síntoma de enfermedades graves, como el cáncer de cuello uterino.
Para que el ciclo menstrual se desarrolle con normalidad es imprescindible que se cumplan los siguientes requisitos:
- Un sistema hipotálamo-hipofisario intacto.
- Que el ovario con sus componentes sea normal.
- El endometrio debe ser capaz de responder a los esteroides ováricos.
Es necesario, a su vez, que las glándulas tiroides y la función suprarrenal estén normales, pues desajustes en estos sistemas trastocan el eje hipotálamo-hipofisario-ovárico. Los problemas de peso, la administración de ciertos fármacos y realizar demasiado ejercicio, entre otras cosas, pueden causar fluctuación en los ciclos menstruales normales.
Las pérdidas de líquido menstrual se consideran normales en un rango de 30 mililitros por ciclo; en condiciones excepcionales, hasta 60-80 mililitros. Todo valor que se aleje de esto es una razón para ir al médico.
Periodos menstruales anormales
Tal y como recoge la Clínica Mayo, existen múltiples causas que pueden provocar un desajuste en el ciclo menstrual. Tradicionalmente, estos son los nombres clínicos que adoptan los trastornos más comunes en este evento:
- Oligomenorrea: entre regla y regla pasan más de 35 días.
- Polimenorrea: entre regla y regla pasan menos de 21 días.
- Hipermenorrea: las reglas duran más de 7 días.
- Menorragia: durante cada ciclo se producen pérdidas de más de 80 mililitros de líquido menstrual.
- Hipomenorrea: un sangrado menstrual escaso, pero regular.
- Amenorrea primaria: una ausencia de menstruación en una niña de 16 años que ha desarrollado sus caracteres sexuales o, en su defecto, en una joven de 14 años que no ha desarrollado sus caracteres sexuales secundarios.
- Amenorrea secundaria: una ausencia de menstruación por más de 6 meses en aquellas mujeres que ya han pasado por ella.
Factores que pueden causar desajustes en el ciclo menstrual
Algunos eventos pueden causar desajustes menstruales. Te mostramos unos cuantos para conocer de forma somera:
- Embarazo o lactancia: como es obvio, si el óvulo fecundado se implanta en el endometrio, este no se desprende.
- Trastornos de alimentación: como hemos dicho, la leptina es una importante activadora de la menarquia. Una pérdida de peso extrema, por tanto, puede manifestarse con una interrupción del ciclo menstrual normal.
- Síndrome de ovario poliquístico: las mujeres con este trastorno bastante común pueden presentar ciclos menstruales trastocados. Es la alteración endocrinológica más frecuente de todas, pues hasta el 21 % de las mujeres la experimentan, según estudios.
- Insuficiencia ovárica prematura: se refiere a la pérdida de función ovárica normal antes de los 40 años de edad.
- Enfermedad inflamatoria pélvica y fibromas uterinos.
En algunos casos, la administración de píldoras anticonceptivas puede ayudar a regularizar el ciclo menstrual. De todas formas, siempre deben realizarse análisis y, si existe una patología subyacente, poner solución a esta.
Un proceso natural y esencial
Como habrás comprobado, el ciclo menstrual es un indicativo de salud casi tan revelador como la función cardíaca o un análisis de sangre. Cuando las cosas van mal a nivel emocional o físico, el cese de la regla es uno de los síntomas más comunes.
Este proceso está modulado por múltiples hormonas, entre las que se encuentran diversos estrógenos y la progesterona. En resumen, podemos concluir que el ciclo menstrual prepara el endometrio para la implantación del óvulo una vez al mes y, si esta no se produce, se desprenden las paredes engrosadas del mismo y se produce el sangrado.
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