Raspado de lengua: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
La higiene bucal siempre ha sido una prioridad para el hombre. Sin embargo, en los últimos años hemos visto un aumento del interés por los productos, los métodos y las técnicas para mejorar la apariencia estética de toda el área bucodental. Tal es el caso del raspado de lengua, un método que muchos aseguran que todos deberían probar. ¿De verdad es tan milagroso como dicen?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el raspado de lengua no es nada nuevo. Se hace desde hace al menos dos mil años. Hay registros de que era una práctica común en la Antigua Roma, de modo que no es un método exclusivo de los tiempos modernos. Es justo decir también que su interés se ha renovado, en especial como complemento de otras estrategias del cuidado bucodental.
¿Qué es el raspado de lengua?
El raspado de lengua es el método de limpiar la lengua con ayuda de un dispositivo o una herramienta especial; esto es, un raspador. Se usa para eliminar bacterias, rastros de comidas, manchas y todo tipo de desechos que se acumulan en su superficie. En general, se hace para alcanzar el tono rosado/marrón; el cual sustituye al tono blanco producto de lo anterior.
Se considera entonces un complemento de otros métodos de higiene bucal, como lo son el cepillado diario, el uso de hilo dental y de enjuague bucal. Un raspador de lengua está diseñado para adaptarse a la forma y textura de esta, de modo que elimina pertinentemente los residuos acumulados en su superficie. Esto también se puede lograr a través de un cepillado riguroso, a pesar de la propaganda a favor del primero.
El instrumento está fabricado en metal o plástico, y casi siempre tiene una forma redondeada o en forma de herradura. Existen cientos de modelos en el mercado actual, y su precio suele ser muy asequible. Se utiliza todos los días, casi siempre inmediatamente después del cepillado. La frecuencia la puede ajustar la persona de acuerdo con las circunstancias.
Beneficios del raspado de lengua
Si se hace una búsqueda rápida por vídeos, artículos y publicidad en relación con el raspado de lengua se encontrará que este método es poco menos que milagroso. El raspador de lengua sí es efectivo, aunque sus ventajas son más modestas. Te dejamos con dos de las más importantes:
- Reduce el mal aliento: de acuerdo con los estudios y las investigaciones, el raspado de lengua es efectivo para reducir el mal aliento. La halitosis afecta a millones personas en todo el mundo, y ocasiona graves problemas de autoestima y para relacionarse con los demás. El uso regular de este instrumento ha mostrado notables resultados al momento de contrarrestar el mal aliento.
- Elimina las bacterias en la boca: los expertos y especialistas han encontrado que el raspado regular de lengua es útil para controlar la acumulación de bacterias. El exceso de bacterias en la boca puede derivar en enfermedades periodontales, caries, mal aliento y otras condiciones. El enjuague bucal y el cepillado ayuda, pero con el raspador se logran mejores efectos.
Es importante tener en cuenta que la salud bucal impacta directamente en la salud en general. Por ejemplo, existe evidencia de que está conectada con algunas enfermedades cardiovasculares fatales y no fatales. También se ha encontrado una relación entre esta y el riesgo de padecer deterioro cognitivo como lo es la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
Esta relación es poco conocida en el público en general, y es más sólida de lo que se piensa. Por esta razón el uso del raspador de lengua puede muy útil para la mejora de la salud en general. No es un instrumento milagroso, es cierto, pero sí es un gran aliado de otros que ya se utilizan para la higiene bucal.
Consejos para hacer un raspado de lengua
Como es de esperar, no todo raspador de lengua es útil para eliminar los residuos. Procura invertir tu dinero con inteligencia, ya que apostar por un modelo más barato implica resultados menos efectivos. Ten esto en cuenta también en relación con tus cepillos de dientes, tu enjuague bucal, tu pasta de dientes, tu hilo dental y demás.
Su uso es muy simple: solo tienes que pararte frente al espejo, extender la lengua y empezar a raspar suavemente desde la parte posterior hasta el frente. Luego de cada raspado se acumulará una capa con residuos de la lengua. Utiliza una toalla para eliminarlos o hazlo directamente con el agua del lavado. Repite estos pasos tantas veces como sean necesarios. En el proceso ten en cuenta lo siguiente:
- No apliques tanta fricción sobre la lengua, podrías lastimarte.
- En general, opta por su uso justo después del cepillado.
- No te obsesiones por utilizar el raspador. Es normal que se observen algunas partes con un tono blancuzco en la lengua.
- Procura lavar el raspador luego de cada uso con agua tibia y jabón.
- Nunca tires de adelante hacia atrás.
- No empieces muy atrás en la lengua. Si lo haces puede estimular la úvula y producir el reflejo del vómito.
- Asegúrate de que el raspador no tenga superficies irregulares. De lo contrario, puedes exponerte a cortes en la lengua.
- Reemplaza el raspador cada dos meses.
Si no tienes a la mano un raspador, puedes mantener tu salud bucal con ayuda del cepillado diario, el uso de enjuague bucal y el cuidado de la dieta. Beber abundante agua a lo largo del día, dejar de fumar y evitar alimentos con una sabor muy intenso, también. El raspador tiene múltiples ventajas, pero si se omite todo lo anterior de poco servirá.
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