Golpe de calor: síntomas, cómo actuar y prevención

Esta emergencia médica puede conllevar a fracaso multiorgánico, en el que predominan las alteraciones del sistema nervioso central.
Golpe de calor: síntomas, cómo actuar y prevención
Mariel Alexandra Mendoza Delgado

Escrito y verificado por Mariel Alexandra Mendoza Delgado.

Última actualización: 11 julio, 2023

El golpe de calor es una urgencia médica que se deriva de una elevación de la temperatura corporal por encima de las capacidades de autorregulación del organismo. Es consecuencia de la exposición prolongada o el esfuerzo físico en altas temperaturas en conjunto con una falta de hidratación adecuada. Es por ello que es más frecuente en los países con 4 estaciones, y de forma particular en los meses de verano.

Suele ocurrir cuando el cuerpo alcanza los 40 °C o más, haciéndolo incapaz de regular la temperatura interna de forma efectiva: lo que causa daño, potencialmente irreversible, en los órganos. Esta condición puede conducir a la muerte, por lo que se requiere de tratamiento urgente. 

Síntomas del golpe de calor

Los síntomas de la ola de calor en sus inicios tienden a ser inespecíficos y pueden pasar desapercibidos, de manera que es muy importante conocerlos para poder identificarlos bien:

  • aumento de la temperatura corporal,
  • fatiga,
  • mareos,
  • debilidad,
  • enrojecimiento facial,
  • dolor de cabeza,
  • dolor abdominal cólico,
  • respiración rápida y superficial,
  • palpitaciones,
  • frecuencia cardíaca elevada, y
  • contracciones musculares involuntarias.

A medida que empeora, pueden asociarse síntomas más graves:

  • pérdida del estado de conciencia,
  • alteraciones del comportamiento (confusión, irritabilidad, delirios, habla confusa),
  • convulsiones,
  • disminución de las micciones (por insuficiencia renal),
  • alteración de la transpiración, y en casos más graves
  • coma.

El golpe de calor sin tratamiento puede dañar de forma rápida al cerebro, el corazón, los riñones, el músculo y otros órganos: por lo que no debemos retrasar su tratamiento, ya que aumenta el riesgo de complicaciones graves e inclusive de muerte. 

¿Por qué ocurre el golpe de calor?

El golpe de calor se produce por un aumento súbito y repentino de la temperatura corporal, superando las capacidades fisiológicas de disipar el calor. En condiciones normales el cuerpo suda para bajar la temperatura; pero bajo ciertas circunstancias, como en casos de calor extremo, este sistema falla. Esto hace que el calor se contenga de manera peligrosa.

Sus dos principales causas son las siguientes:

  • Exposición a un clima caluroso: estar sometida a un ambiente que tiene una temperatura muy alta. Esto hace que el cuerpo se caliente en exceso, provocando así un golpe de calor.
  • Esfuerzo físico extenuante: realizar una actividad física intensa bajo temperaturas elevadas, sobre todo si el cuerpo no está acostumbrado a ello.

Sin importar esas dos causas, la afección puede precipitarse si la persona está usando mucha ropa, lo que impide que el organismo se enfríe al expulsar el sudor, o si está deshidratada o bajo los efectos del alcohol.



¿Quiénes son más susceptibles a padecerlo?

Existen ciertos factores de riesgo individuales que aumentan la propensión a sufrir síntomas de la ola de calor:

  • edades límites (niños y ancianos),
  • ingesta insuficiente de líquidos,
  • sobrepeso y obesidad,
  • enfermedades respiratorias,
  • enfermedades cardíacas,
  • consumo de algunos medicamentos (vasoconstrictores, diuréticos, betabloqueantes, ansiolíticos y antipsicóticos),
  • trabajos al aire libre,
  • actividades físicas al aire libre,
  • consumo de drogas simpaticomiméticas.

Mecanismo del daño del golpe de calor

En condiciones fisiológicas, el cuerpo regula la temperatura corporal mediante la transpiración y la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel. Pero en temporada de calor la transpiración puede no ser suficiente para enfriar el cuerpo, esto produce un aumento de la temperatura corporal interna o central (valor hipotalámico normal).

Esto produce la denominada hipertermia, que es un incremento de la temperatura corporal por encima del valor hipotalámico normal, y eso altera los mecanismos de disipación del calor que inhiben la sudoración.

Esto, aunado a la deshidratación producida, ocasiona que las células de los diferentes órganos se hinchen, y esto puede causar daño permanente que puede conducir al fallo multiorgánico y luego, la muerte.


Aprende más sobre: Deshidratación


¿Cómo actuar ante un golpe de calor?

Para afrontar esta afección es necesario:

  1. Llevar a la persona a un entorno con sombra y fresco.
  2. Quitar el exceso de ropa.
  3. Acostar a la persona en posición horizontal y elevar de forma ligera los miembros inferiores.
  4. Enfriar el cuerpo: aplicación de compresas frías, sumergir en bañera con agua fría, bañar en agua fresca, rociar con agua fría mientras se abanica de forma simultánea. Las áreas más importantes son las axilas, las ingles y la cabeza. 
  5. Rehidratar lo antes posible: de forma preferible con agua potable fría o con alguna bebida deportiva que contenga electrolitos (que tienden a perderse durante la deshidratación).

Es fundamental llamar al servicio de emergencias. Ante la presencia de síntomas graves o cuando no mejora, la atención médica debe ser lo más inmediata posible para evitar la muerte.

Algunos consejos para prevenirlo

El golpe de calor es una situación médica urgente que puede ser muy grave, por lo que es relevante reconocer los síntomas, actuar lo más rápido posible y siempre tomar en cuenta algunas medidas preventivas:

  • estar hidratado (en especial en días muy calientes o cuando se realizan actividades físicas),
  • vestir ropa ligera y transpirable durante temporadas de altas temperaturas,
  • usar protector solar (y volver a aplicar cada 2 horas),
  • incluir medidas físicas como sombreros de ala ancha o lentes de sol,
  • limitar las horas de exposición al sol,
  • evitar las horas más calurosas del día,
  • intentar permanecer en áreas sombreadas,
  • actuar rápidamente ante los síntomas,
  • evitar cambios de temperatura abruptos.

En la actualidad, con la temporada de verano, el golpe de calor puede afectar a cualquier persona expuesta a altas temperaturas. Mantente informado/a de los riesgos y siempre actúa de forma precoz ante cualquier síntoma. 

No olvides mantenerte hidratado y protegerte durante climas calurosos. Busca los entornos más frescos y no dudes en buscar atención médica de emergencia cuando sea necesario. 




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.