¿Qué son los flavonoides y para qué sirven?
Los flavonoides son una serie de sustancias que se encuentran en los alimentos de origen vegetal y que ayudan a propiciar un buen estado de salud. Su consumo ha de ser regular y, para ello, existe la necesidad de garantizar la variedad en la dieta.
Antes de comenzar, ten en cuenta que la ingesta de vegetales está recomendada por todos los expertos en nutrición. Estos alimentos no solo contienen flavonoides, sino que cuentan con una gran cantidad de vitaminas y de minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Además, presentan un aporte calórico escaso, por lo que no promocionan la ganancia de peso.
¿Qué son los flavonoides?
Los flavonoides son una serie de elementos incluidos dentro del grupo de los fitonutrientes que se caracterizan por presentar un elevado poder antioxidante. Su estructura química puede ser muy diferente, dependiendo de la función y del producto en el que se hallen. Actúan como pigmentos o como responsables de otras características organolépticas, como el sabor.
Esta clase de compuestos se encuentran en los alimentos de origen vegetal, aunque en distinto grado de concentración. No todos gozan de la misma potencia, aunque esto es algo difícil de determinar con la tecnología con la que contamos en la actualidad. Lo que está evidenciado es su papel positivo.
Funciones de los flavonoides
Los flavonoides cuentan con un papel antioxidante. Esto quiere decir que son capaces de cederle un electrón a una molécula de oxígeno inestable, recuperando así el equilibrio en su estructura.
De este modo se consigue neutralizar la producción de radicales libres y evitar el desarrollo de patologías complejas, así como el envejecimiento prematuro. Este efecto se ha demostrado en una investigación publicada en la revista Critical Reviews in Eukaryotic Gene Expression.
Cabe destacar que la oxidación es uno de los mecanismos que subyace a muchas enfermedades crónicas. Está muy ligada con la inflamación. Existen muchos mecanismos para controlar este proceso, aunque los más poderosos pasan por una buena alimentación y por el aporte regular de alimentos de origen vegetal. Los flavonoides cuentan con un importante papel en todo ello, según un estudio publicado en la revista Food Chemistry .
Beneficios del consumo de flavonoides
Ya te hemos expuesto algunos de los mecanismos por medio de los que actúan los flavonoides. Ahora traduciremos sus efectos sobre la salud del individuo.
Menor riesgo cardiovascular
Podemos destacar que si conseguimos equilibrar el potencial redox del organismo, se conseguirán frenar las cascadas inflamatorias. Los flavonoides actúan sobre este proceso, pudiendo generar un descenso de la presión sanguínea. Un ejemplo es el efecto del cacao. Dicha relación aparece evidenciada en la literatura científica.
Gracias al consumo de cacao amargo es posible ayudar a regular la presión de la sangre. Esto repercute sobre la salud, ya que reduce el riesgo de accidente cardiovascular agudo, como el infarto de miocardio.
Este proceso antioxidante conseguirá impactar sobre el perfil lipídico, impidiendo que se generen lipoproteínas de muy baja densidad con carácter oxidado, lo que puede estar relacionado con la formación de placas de ateroma.
Efecto anticancerígeno
La mayor parte de los tumores que se forman en el organismo responden a la perdida del control sobre los procesos de replicación del ADN. A partir de aquí se reproducen las células de un modo masivo, lo que termina por provocar una invasión de tejidos colindantes y una pérdida de funcionalidad. La acumulación de radicales libres está muy ligada a dicho descontrol.
De hecho, se ha demostrado que la inclusión de flavonoides antioxidantes en la dieta puede resultar eficaz en la prevención de muchos tipos de tumores distintos. De acuerdo con una publicación de la revista Nutrients, la curcumina sería capaz de disminuir el riesgo oncológico. Lo mismo sucede con otros flavonoides presentes en alimentos de origen vegetal, como los que se encuentran en las crucíferas.
Previenen el envejecimiento
Con el paso del tiempo las células y los tejidos pierden funcionalidad, así como eficiencia en la capacidad de replicación. Según incrementa el estado de oxidación del organismo, las carencias se vuelven más evidentes, provocando disfunciones que terminan por generar atrofias.
Los compuestos antioxidantes también ejercen su efecto aquí, ya que son capaces de prevenir la reducción de la eficiencia a nivel celular, garantizando que cada estructura cumple con su cometido. La mayor parte de los tratamientos antienvejecimiento cuentan con un aporte significativo de flavonoides con capacidad antioxidante.
Así se consigue conservar al sujeto en un mejor estado durante más tiempo, tanto por dentro como por fuera. Los expertos y la ciencia apoyan estos tratamientos y los consideran eficaces, aunque deben estar acompañados por hábitos de vida saludables.
¿Dónde se encuentran los flavonoides?
Como hemos comentado, los flavonoides se encuentran principalmente en los alimentos de origen vegetal. Aquellos que cuentan con colores vivos y llamativos indican una alta concentración de este tipo de compuestos. Ejemplos de ello serían las especias ya mencionadas y los frutos del bosque.
También podemos hallarlos en el interior de alimentos o de ingredientes que se destacan por su sabor amargo. El cacao, el café o el té serían portadores. No obstante, más allá de enfatizar el consumo de alguno de estos productos en concreto, cabe destacar la importancia de garantizar la variedad en la dieta.
Suplementos de flavonoides
En algunos casos puede ser recomendable valorar un suplemento de flavonoides con el objetivo de mejorar la prevención de patologías. Sin embargo, esto no siempre es adecuado, por lo que resulta óptimo consultarlo con un profesional de la nutrición.
Por ejemplo, en el contexto del ejercicio, la suplementación con antioxidantes provoca una reducción de las vías de señalización celular, lo que genera problemas en la adaptación y en la compensación de la carga de trabajo. Dicho efecto es contraproducente para el rendimiento.
De todos modos, existen otros muchos contextos en los que sí conviene introducir un suplemento de flavonoides, más allá de los casos de dieta inadecuada o poco variada. En el cáncer, la inclusión de productos de este tipo puede incrementar la esperanza de vida a partir de una reducción en la velocidad de crecimiento del tumor. Incluso, es posible que los fármacos se vuelvan más eficaces si se administran junto a los flavonoides correctos. Estos efectos son lo que se están estudiando cada vez más.
Lo que sí debemos destacar es que existen diferentes tipos de suplementos de flavonoides en el mercado. Es posible encontrar algunos basados en extractos de especias y de hierbas, como es el caso de los de curcumina y té verde. Otros, por su parte, contienen en su interior antocianinas procedentes de los arándanos.
Las funciones y los tejidos diana variarán dependiendo del compuesto que se ingiera, por lo que es importante ser precisos en la selección. Además, es siempre recomendable comprobar la certificación de calidad del propio suplemento.
Flavonoides: compuestos beneficiosos
La buena noticia sobre los flavonoides es que se pueden introducir en el organismo mediante la dieta. Sin embargo, es preciso que esta sea variada y que cuente con el consumo de vegetales de forma regular.
Ten también claro que estos compuestos generan un efecto sobre muchos sistemas distintos, por lo que pueden mejorar la función cardiovascular, pero también reducir el riesgo de desarrollar tumores o envejecimiento prematuro. Son insustituibles, a pesar de que el organismo pueda sintetizar otros antioxidantes de carácter endógeno.
La suplementación podría ser un mecanismo adecuado para completar su aporte en casos particulares, aunque no debe ser la principal vía. En algunos contextos podría ser perjudicial, como es el caso de los atletas que compiten y entrenan bajo altas exigencias.
Por último, ten en cuenta que los flavonoides no son capaces de hacer magia. Para que puedas experimentar sus beneficios han de ser introducidos dentro de una dieta saludable y tienen que ser acompañados de hábitos de vida adecuados.
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