7 consejos para proteger la piel del aire acondicionado
Las altas temperaturas y el exceso de humedad no dan un solo minuto de tregua, y el aire acondicionado se perfila como una de las mejores herramientas para combatirlas. Aunque es un gran aliado para obtener comodidad y relajación, lo cierto es que también puede comprometer la salud de la piel. Si te preocupa esto último, repasamos 7 cosas que puedes hacer para proteger la piel del aire acondicionado.
Sequedad, descamación e irritación son solo algunas de las consecuencias de exponerse al aire acondicionado durante mucho tiempo. Estos extraen indiscriminadamente la humedad del ambiente, lo que implica que también lo hacen de la superficie de la piel. Aunque el mejor método es reducir el uso de los equipos, existen varios consejos prácticos para proteger la piel del aire acondicionado.
Los mejores consejos para proteger la piel del aire acondicionado
Como bien apuntan los expertos, la piel seca es una complicación frecuente del uso del aire acondicionado en ambientes internos. El uso de estos para climatizar el espacio interior se ha incrementado, tanto que algunos especialistas alientan sobre el uso de alternativas para un consumo sostenible. La planificación urbana, la refrigeración solar y los enfriadores de absorción son algunas de las opciones a futuro.
Por el momento, el aire acondicionado sigue siendo la alternativa predilecta para luchar contra las inclemencias de la temperatura. Un uso recurrente de él puede derivar en episodios de alergias, asma y complicaciones en la piel. Hoy nos enfocamos en estos últimos y te enseñamos 7 cosas a tener en cuenta para proteger la piel del aire acondicionado.
1. Mantente hidratado
Ya hemos estipulado que la piel seca es la principal secuela del uso del aire acondicionado. Existe evidencia de que la ingesta de agua puede ayudar a combatir la sequedad en la piel, en especial en personas que previamente no consumían la cantidad requerida de líquido durante su jornada. Como media se recomienda 8 vasos al día, pero si estás expuesto gran parte de tu día al aire acondicionado eleva su ingesta a 10 vasos o más.
Te recomendamos que partas sobre la base de 8 vasos, y luego lo incrementes de acuerdo con tu tolerancia (la cantidad de sed que tengas, por ejemplo). La cantidad real también varía de acuerdo con tu peso y tu altura. Evita sustituir el agua por café, alcohol o gaseosas, ya que en algunos contextos estas pueden incluso derivar en deshidratación.
2. Lávate la cara dos veces al día
El lavado diario de la cara es un hábito imprescindible para mantenerla suave, limpia y saludable. Muchas personas creen que mientras más laven su rostro más suave, limpio y saludable estará. Esto no es verdad, ya que un exceso de lavado puede ocasionar irritación, pérdida de textura, lesiones y demás. Como media te recomendamos hacerlo dos veces al día: una vez por la mañana y otra la noche.
Dado que el aire acondicionado extrae la humedad de todo el ambiente, la superficie del rostro se expone a un exceso de deshidratación. El rostro es la principal carta de presentación de una piel saludable, y es el foco de atención al momento de interactuar con los demás. Por tanto, su lavado diario es una de las mejores formas de proteger tu piel del aire acondicionado.
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3. Aplica crema hidratante
Los expertos avalan el uso de productos hidratantes para restaurar la integridad del estrato córneo. Actúan como una barrera contra la pérdida de agua y reemplazan los lípidos de la piel y otros compuestos. No son una estrategia milagrosa, pero lo cierto es que sí suministran beneficios para contrarrestar el impacto del aire acondicionado.
Al igual que sucede con el lavado diario del rostro, la mayoría de las personas exceden el uso recomendado de los productos hidratantes. Como norma debes apegarte a las indicaciones del fabricante, pero en todo caso nunca debes usar el producto más de dos veces al día. Hazlo luego de lavar el rostro, así acoplas dos hábitos en uno solo.
4. Abre las ventanas ocasionalmente
Por supuesto, no te decimos que abras las ventanas de manera permanente cuando tienes el aire acondicionado. Te sugerimos de hacerlo una o dos veces a lo largo de la jornada. De esta manera evitas que la humedad se pierda por completo, y que en el proceso tu piel se resienta. Si así lo deseas, apaga el aire acondicionado 20 minutos y durante ese tiempo abre la ventana para retornar el equilibrio de humedad en el aire.
5. Toma descansos de forma regular
Esto otras palabras, sal de habitación donde tienes encendido el aire acondicionado. Hazlo de manera regular, cada una o dos horas. Tómate un tiempo para que la piel descanse, y al tiempo tú también puedes estirar las piernas y despejar tus pensamientos. Trasládate a una habitación donde no tengas el aire acondicionado encendido, y si no quieres hacer esto, opta por apagarlo en intervalos específicos para lograr el mismo efecto.
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6. Mantén una dieta equilibrada
Los expertos no discuten el papel de una dieta equilibrada para una piel saludable. No existe una dieta mágica para ello, ya que cualquiera que apueste por las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales es bienvenida. Al tiempo que elevas la participación de estos, reduce la ingesta de productos procesados, frituras y grasas. No solo la piel te lo agradecerá, sino todo tu organismo en general.
7. Utiliza un humidificador
Finalizamos esta lista de consejos para proteger la piel del aire acondicionado sugiriéndote la compra de un humidificador. Este te ayudará a mantener el equilibrio perfecto de la humedad, lo que impedirá que la piel se seque y se resienta. Son muy asequibles, y te serán útiles para evitar episodios de alergias.
Descansar del aire acondicionado es importante
Al margen de todos estos consejos recuerda lo que ya te hemos comentado: lo mejor que puedes hacer es reducir el uso del aire acondicionado durante periodos prolongados. Apela por encenderlo y apagarlo en intervalos de horas, así climatizas el interior y evitas que la piel padezca de secuelas que comprometen su salud.
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