Trastornos de la sexualidad: características principales
Los trastornos de la sexualidad son aquellos que tienen que ver con un disfunción en la respuesta sexual (excitación, orgasmo…), o bien, con una desviación del objeto sexual (pedofilia, fetichismo…).
De igual manera, se recogen todos aquellos trastornos derivados de la propia identidad sexual. En este artículo veremos los principales trastornos de la sexualidad, sus características, síntomas y causas posibles.
Tipos de trastornos de la sexualidad
Existen varios tipos de trastornos de la sexualidad. Entre ellos encontramos:
- Disforia de género: se produce cuando el individuo manifiesta ser de un sexo diferente al sexo biológico
- Parafilias: Actividad sexual que se dirige hacia objetos y/o situaciones poco habituales
- Disfunciones sexuales: Inhibiciones del deseo y otros trastornos del ciclo de la respuesta sexual.
Trastornos de la sexualidad: disforia de género
Anteriormente denominado trastorno de la identidad sexual. Se define como la disconformidad de un individuo con su sexo biológico, debido a que existe una identificación persistente o dan por hecho que pertenecen al sexo opuesto. Esta psicopatología está acompañada de una profunda insatisfacción con el sexo asignado, así como repudio o malestar hacia las características, tanto primarias como secundarias, propias de cada sexo.
Por ejemplo: un hombre (cromosomas XY) que se identifica como mujer tiene tendencia a rechazar a su pene. Subjetivamente, se identificará como mujer; a eso se refiere el género. O, por ejemplo, el caso de una mujer (cromosomas XX) que se identifica como hombre, rechazará sus senos y su vulva.
Este malestar generalmente va acompañado del deseo de querer cambiar dichas características físicas, así como vivir igual que una persona del sexo opuesto. Abarca aspectos psicológicos, sexuales, culturales, sociales, físicos y emocionales.
Por esta razón, en muchas ocasiones, las personas recurren a cambios hormonales, anatómicos y genitales, como es el caso de las operaciones de reasignación de sexo. No se ha demostrado la causa de este tipo de alteraciones, aunque parecen ir parejas a cuestiones sociales y culturales.
Disforia de género: criterios diagnósticos
Los criterios diagnósticos DSM-5 para este trastorno incluyen:
- Fuerte incongruencia entre el sexo que uno tiene y expresa y su sexo original
- Fuerte deseo por desprenderse las características sexuales primarias y secundarias de su sexo
- Deseo de poseer las características sexuales primarias y secundarias del se contrario
- Deseo de ser tratado como miembro del otro sexo
- Convicción de que uno tiene los sentimientos y reacciones del otro sexo
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Trastornos de la sexualidad: disfunciones sexuales
Las disfunciones sexuales son una alteración en alguna de las fases de la respuesta sexual, cuyas fases son:
- Deseo: Aparecen fantasías sexuales, cambios hormonales y deseo de actividad sexual.
- Excitación. Aumenta la tensión muscular, respiratoria y cardíaca. En varones, la vasodilatación mediada por la liberación de óxido nítrico provoca la erección del pene. En la mujer, la dilatación de la vagina y su lubricación.
- Meseta: Consiste en el mantenimiento de fase de excitación, con una preparación para el orgasmo.
- Orgasmo. Existen contracciones involuntarias musculares, la respiración y el ritmo cardíaco alcanzan su máximo. Tiene lugar una fuerte sensación de placer, cuya intensidad varía en función del nivel de excitación del individuo.
- Resolución. Se libera la tensión muscular y el organismo se relaja.
Al enfrentar una disfunción sexual hay que saber si la respuesta sexual ha sido así desde siempre o se ha adquirido (la persona no lo tenía y en un momento determinado aparece).
También, hay que tener en cuenta si es generalizada (se produce en todas las situaciones) o es situacional (solo aparecen en algunas situaciones). Y si son producidas exclusivamente por factores psicológicos u orgánicos.
Disfunciones sexuales: trastornos del deseo sexual
Dentro de los trastornos del deseo sexual encontramos: la hiposexualidad, hipersexualidad y el trastorno por aversión al sexo.
Hiposexualidad
Se caracteriza por la marcada disminución del apetito sexual con escasas fantasías. Su etiología principal son los problemas de carácter emocional.
Mientras que biológicamente puede ser causado por problemas neurológicos. Se puede dar en comorbilidad con la epilepsia y la depresión. O bien, por daños en el sistema límbico, desequilibrio endocrino e inducida por medicación.
Hipersexualidad
Es el aumento de la libido y de la actividad sexual, siendo esta última una característica muy relevante. La etiología de esta patología puede ser la manía, esquizofrenia, alteraciones neurológicas e histeria.
Además, se puede provocar por lesiones a nivel del diencéfalo o daños en este área por inflamación o tumoración. El síndrome de Klüver-Bucy, manifiesta hipersexualidad. Otras posibles causas de este trastorno son las alteraciones hormonales generadas por el hipercorticismo, el hipertiroidismo y el hiperandrogenismo.
La hipersexualidad hace que las personas se estimulen sexualmente de forma reiterada, ante estímulos visuales o pensamientos. Generalmente se presenta en personas que han sido reprimidos sexualmente durante las primeras etapas del desarrollo (infancia y adolescencia).
Esta patología se presenta con mucha frecuencia en personas con un trastorno de la personalidad u otras alteraciones mentales, tales como la satiriasis (exclusiva en hombre) o la ninfomanía (exclusiva en mujeres). Ambas conocidas popularmente como “adicción al sexo”.
De hecho, se caracterizan por un aumento de la libido y del deseo sexual, lo que genera que las actividades sexuales aumenten.
Disfunciones sexuales: trastornos de la excitación sexual
En el hombre encontramos la disfunción eréctil y en mujeres el trastorno de la excitación sexual.
Trastorno eréctil en el hombre
También denominado disfunción eréctil, se define como la incapacidad de conseguir o mantener una erección, ya sea de forma persistente o recurrente (cuando no ocurre siempre). Esta patología impide iniciar o mantener relaciones sexuales puesto que no se puede consumar la penetración, lo que a su vez genera un deterioro en las relaciones interpersonal en la pareja.
Este trastorno se presenta en aproximadamente en el 18% de los hombres entre los 50 a 59 años y, posteriormente, esta cifra va en aumento conforme mayor edad, debido a los problemas del funcionamiento cardiovascular y arterioescleróticos propios de la vejez, pues es bien sabido que la correcta irrigación sanguínea en el pene es la base para las erecciones.
Trastorno de la excitación sexual en mujeres
Esta patología se define como la incapacidad para mantener la respuesta de la lubricación vaginal que es propia de la etapa de excitación. Al igual que en el caso del trastorno eréctil en el hombre, esta puede ser recurrente o persistente. Así mismo, puede provocar malestar y deterioro en la relación de pareja.
En ambos casos (trastorno eréctil en el hombre y trastorno de la excitación sexual en mujeres) el diagnostico será positivo siempre y cuando no esté causado por consumo de psicotrópicos, enfermedades médicas u otros trastornos psicopatológicos, que no sean de carácter sexual.
Disfunciones sexuales: trastornos orgásmicos
Son patologías que impiden un adecuado orgasmo. Por ejemplo, la eyaculación precoz, eyaculación retardada o el trastorno orgásmico femenino.
Eyaculación precoz
Es la pérdida de control sobre los reflejos eyaculatorios, que generan una eyaculación casi inmediata como respuesta a un estímulo sexual leve (o bien antes, durante, incluso poco tiempo después de realizar el coito).
Este trastorno genera malestar y problemas en las relaciones interpersonales. La eyaculación prematura está presente en torno al 30% de la población masculina, lo que la convierte en el trastorno sexual más frecuente entre hombres. Puede ser adquirido o de nacimiento, y generalizado o situacional.
Además se pueden diferenciar tres niveles:
- Leve que se da cuando el estímulo sexual provoca la respuesta eyaculatoria en un laxo de 30 a 60 segundos.
- Moderado, cuando la respuesta eyaculatoria tiene lugar entre 15 y 30 segundos después de la presencia del estímulo.
- Grave, cuando la eyaculación se da en menos de 15 segundos.
A pesar de esta diferenciación de niveles, el criterio diagnóstico que determina el trastorno de eyaculación precoz se da cuando la eyaculación tiene lugar antes de que la persona lo desee, y que este problema se presente durante, como mínimo, seis meses.
Eyaculación retardada
Ausencia de eyaculación (aneyaculación) o la presencia de esta de forma retardada (30-45 minutos) posterior a la penetración o ante cualquier actividad sexual.
Este trastorno es generalmente de carácter psicológico. Aunque también puede darse como consecuencia de alteraciones orgánicas provocadas por el consumo de fármacos, especialmente los antidepresivos, y por daños neurológicos como trauma en los nervios pélvicos o espina dorsal.
Entre las etiologías psicológicas tenemos la falta de interés por la pareja sexual, condicionamiento por masturbación y eventos traumáticos, como haber sido descubierto mientras se mantenía relaciones sexuales “ilícitas”.
Trastorno orgásmico femenino
Se define como la incapacidad o el retraso en alcanzar el orgasmo, así como la marcada disminución en la intensidad de los mismos. El diagnóstico de este trastorno incluye la prevalencia de este por un periodo de seis meses y en, al menos, un 75% de las relaciones sexuales.
Disfunciones sexuales: trastornos sexuales por dolor
Entre estas disfunciones tenemos a la dispareunia y al vaginismo.
Dispareunia
Se da, aproximadamente, un 5% en varones 15% en mujeres. La persona tiene dolor (en la zona genital o en otro sitio) en el momento de la respuesta sexual. Se descarta en el caso de que este provocado por enfermedad médica.
Vaginismo
No confundir con vaginitis. Se trata de espasmos involuntarios en el tercio externo de la vagina. Si se intenta la penetración hay dolor. Aparece más en mujeres jóvenes y en niveles culturales bajos.
Trastornos de la sexualidad: parafilias
Antiguamente denominadas desviaciones sexuales. Están relacionados con una actividad sexual en la que el objeto, la persona o las prácticas no son adecuadas. Hay muchas parafilias, pero no existe alteración en la respuesta sexual, tienen todas las fases.
Tipos:
- Pedofilia (niños)
- Incesto (familiares)
- Zoofilia (animales)
- Coprofilia (heces)
- Urofilia (orina)
- Klismafilia (enemas)
- Fetichismo (objetos inanimados)
Práctica:
- Frotteurismo: frotar los genitales a otra persona sin su consentimiento.
- Violación: con violencia, sin que la otra persona lo desee.
- Voyeurismo: excitación sexual al observar a otras personas en el acto sexual.
- Exhibicionismo: mostrar genitales a otros sin que estos se lo esperen.
- Sadismo: se le hace daño al otro y se le humilla.
- Masoquismo: recibir daño y humillación.
Para diagnosticar parafilias:
- Cualquiera de estas características debe aparecer al menos 6 meses.
- Que produzca malestar o en uno mismo o en otros.
- Pueden ser fantasías o pensamientos. Se excita con ellos.
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Fetichismo
Cualquier objeto puede ser fetiche, aunque destaca la ropa interior y los zapatos. También, puede ser que sea una parte del cuerpo (parcialismos) Hay tres tipos:
- La excitación es producida por estimulación táctil.
- Aquellos en los que es el objeto el que produce la excitación.
- Fetichismo travestista: la persona se excita con la ropa del otro sexo.
Voyerismo y exhibicionismo
No es raro que aparezcan en la misma persona. Le excita que le puedan pillar mirando a escondidas a otras personas manteniendo relaciones, o el mostrar el propio cuerpo a quien no se lo espera.
Sadismo y masoquismo sexual
El sádico le hace daño al otro y le humilla, obteniendo placer sexual de ello. El masoquista obtiene placer sexual al recibir daño y humillación de otro.
Pedofilia e incesto
- Incesto: se mantienen relaciones entre familiares (padre – hija; tío – sobrina). Hay quien no considera incesto a las relaciones entre hermanos; aunque generalmente también se acepta etiquetarlo como incesto.
- Pedofilia: se excitan con los niños en general.
Los incestuosos suelen excitarse con mujeres adultas, los pedófilos no. Tanto uno como otros pueden abusan físicamente de los niños buscando las artimañas para enredarlos, confundirlos o incluso hacerles ver que es lo correcto.
Esto trae consecuencias muy negativas para la víctima, porque pueden desarrollar mucho sentimientos de culpabilidad.
Trastornos de la sexualidad: comentarios finales
En conclusión, a lo largo del artículo hemos visto los principales trastornos de la sexualidad. También, en algunos casos, su posible causa. Cabe destacar que los trastornos de la sexualidad afectan a millones de personas en el mundo, de todas las edades, sexo, raza, religión y situación económica.
No obstante, existen adecuados tratamientos médicos y psicológicos para tratarlos. Si es el caso, recomendamos siempre acudir a un especialista para su adecuado diagnóstico y tratamiento.
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