El síndrome del nido vacío
El síndrome del nido vacío es una crisis afectiva que se produce cuando los hijos parten del hogar. Conforme pasa el tiempo, el núcleo familiar transita por diferentes etapas que implican transformaciones. Los cambios pueden ser distintos según el tipo de familia, aunque el síndrome del nido vacío es un hecho que se produce en una buena parte de ellas.
Desde diversas áreas de la psicología se ha intentado encontrar las etapas por las que atraviesa una familia, desde el enamoramiento inicial de la pareja, pasando por la paternidad, hasta la etapa en que esta termina, bien por diferencias irreconciliables, o como consecuencia del fallecimiento del cónyuge.
«La familia es una obra maestra de la madre naturaleza».
-George Santayana-
Dinámicas familiares
El conjunto de dinámicas relacionales que se producen en la una familia pueden ser internas (se producen dentro, en los miembros de la familia) o externas (fuera, en la familia y la sociedad).
Una de las posiciones más clásicas es considerar a la familia como un elemento rector, relevante y nuclear de la vida en sociedad. Como explica una publicación en Ciencia y Enfermería, la familia es el nido donde se inculcan valores y se prepara a los hijos para que puedan afrontar la vida con entereza y eficacia.
Sin embargo, el avance de la sociedad ha propiciado algunos cambios en el concepto tradicional de familia, como por ejemplo:
- La importancia de la natalidad para algunos países con serios problemas a este respecto, como es el caso de España.
- El cambio del rol de la mujer, que está dejando de estar centrado en ser «el ama de casa».
- El hecho de reconfigurar algunas de las tareas que de forma tradicional han sido ejercidas por las madres.
- El aumento en las tasas de divorcio.
«Nada hay más grande para las almas humanas que sentir que están unidas de por vida, juntas en recuerdos silenciosos e indecibles».
-George Eliot-
Todos estos cambios han impactado de un modo u otro en las dinámicas familiares actuales, dando lugar a nuevas formas con las que definimos el concepto de familia.
Así, nos podemos encontrar con las familias monoparentales, en las que los menores viven acompañados de un solo progenitor; las familias simultáneas, en las que un miembro de la pareja se relaciona con un hijo o hija del otro miembro y de una relación anterior; las familias extensas, caracterizadas por la convivencia de más de 1 generación dentro del mismo hogar.
De esta manera, podemos entender a la familia como un grupo. En concreto, un grupo en el que impactan los acontecimientos sociales del exterior. Además, es un grupo que atraviesa una serie de etapas. Tiene un desarrollo con un comienzo y un final. A esto, lo podemos llamar «ciclo vital de la familia».
«Con la familia sucede como con las cosas bellas, que tienen más brillo cuando son imperfectas que cuando son acabadas».
-Duque de la Rochefoucauld-
El ciclo vital familiar
Podemos entender a la familia como un ente con vida propia: tiene un nacimiento, crece en un contexto, se reproduce y finalmente fallece alguno de sus miembros. Atraviesa diferentes etapas en las que se producen fuertes cambios y transformaciones a los que se deberán adaptar sus miembros. Para Beatriz Zegers (2003), la familia como grupo en un medio social atraviesa las siguientes etapas:
- La pareja se conoce y se conforma. De la unión nace la familia.
- Tras la decisión de tener hijos, comienza la crianza.
- Los hijos alcanzan la edad preescolar y la crianza se centra en ellos. La atención se posa con más intensidad en los hijos que entre los progenitores.
- Los hijos alcanzan la edad escolar.
- Llega el periodo de la adolescencia, definido por Stanley Hall como «un periodo tormentoso».
- Los hijos se hacen mayores y abandonan el hogar.
- Periodo terminal de la familia, caracterizado por la muerte del cónyuge y el duelo.
En este sentido, el nido vacío corresponde a la penúltima fase por la que atravesaría el núcleo familiar. Se sitúa al final del trayecto y se caracteriza por la partida de uno de los hijos, o de todos, del propio hogar. Esta partida dista de ser mala, de hecho es necesaria para que los hijos tengan la posibilidad, si así lo desean, de crear sus propios núcleos familiares y continuar el ciclo.
«Las condiciones socioeconómicas, el momento de la vida laboral, la comunicación y las redes de apoyo internas y externas son factores que amortiguan o potencian el síndrome del nido vacío».
-Julián Andrés Díaz-
¿Qué caracteriza al síndrome del nido vacío?
Este síndrome puede ser visto por parte de los progenitores desde dos perspectivas. Para el sociólogo Julián Andrés Díaz (2022) «el síndrome del nido vacío puede ser tanto una crisis como una oportunidad». Entre las características de este síndrome podemos encontrar las siguientes:
- Suele coincidir junto con otras circunstancias características de la edad adulta tardía, como la menopausia o la jubilación.
- Se produce en el momento en que los progenitores comienzan a darse cuenta del declive natural en sus habilidades tanto físicas como mentales.
- El deseo sexual en esta edad puede encontrarse disminuido.
- A la partida de los hijos se le une el hecho de tener que cuidar de los propios padres, en edad avanzada.
Todo lo anterior dificulta que la reacción de los progenitores al hecho de la partida de sus hijos sea rápida, adaptativa y saludable. En la manera en que sean capaces los padres de enfrentar de manera saludable y adaptativa estas situaciones, las consecuencias que se producen tras la partida de los hijos serán mayores o menores.
«El vínculo que te une a tu verdadera familia es el respeto y la alegría que sientes por las vidas de ellos, y ellos por la tuya».
-Richard Bach-
Las emociones que emergen en la partida de los hijos
Todo lo anterior dificulta que la reacción de los progenitores al hecho de la partida de sus hijos sea rápida, adaptativa y saludable. En la manera en que sean capaces los padres de enfrentar de manera saludable y adaptativa estas situaciones, las consecuencias que se producen tras la partida de los hijos serán mayores o menores.
Por otro lado, los padres pueden llegar a la conclusión de que sus hijos distan de necesitarlos como lo hacían antes. Después de toda una vida de cuidados, su atención ya deja de ser necesaria. En consecuencia, los padres pueden llegar a pensar que les sobran muchas cosas, como el tiempo o el espacio en casa («la casa se ha quedado demasiado vacía y grande»).
«Se generan sentimientos de inutilidad, tristeza, frustración, así como ansiedad, desinterés por las actividades cotidianas o problemas sexuales».
-Julián Andrés Díaz-
Las emociones que emergen de la partida de los hijos distan de ser patológicas. Son emociones normales que se producen como consecuencia de un profundo cambio en la dinámica familiar. En este sentido, los progenitores se reencuentran como lo hicieron al conocerse: como pareja. De este reencuentro pueden surgir emociones, momentos y recuerdos extraordinarios a los que aferrarse y disfrutar cuando los hijos han partido del hogar.
- Florenzano, R., Zegers, B. (2003). Psicología médica. Mediterráneo.
- Hernández, A. (2005). La familia como unidad de supervivencia, de sentido y de cambio en las intervenciones psicosociales: intenciones y realidades. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 3(1), 57-71. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-715X2005000100003&lng=en&tlng=es.
- Lugones, M. (2001). El climaterio y el síndrome del nido vacío en el contexto sociocultural. Revista Cubana de Medicina General Integral, 17(2), 206-208. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252001000200017.
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Restrepo, K., Pérez, M. C., & Díaz, J. A. (2022). El nido vacío: una mirada desde la trayectoria vital de las familias urbanas y rurales [tesis de grado]. Repositorio Institucional de la Universidad de Antioquía. https://bibliotecadigital.udea.edu.co/handle/10495/29798.
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Mota, R. I., Celis, A. M., Da Silva, R. A., Santos, N. D., De Sousa, L., & Filgueiras, M. V. (2021). Síndrome del nido vacío: experiencias de adultos mayores del Proyecto Universidad de Madurez de Amapá. Ciencia y enfermería, 27, 14. https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-95532021000100211.