¿Qué es el crecimiento postraumático?

El crecimiento postraumático alude a episodios positivos luego de superar un evento traumático. Veamos sus características y qué dicen los expertos.
¿Qué es el crecimiento postraumático?
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 06 octubre, 2022

Es muy probable que hayas oído hablar del trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés). Este alude a cambios psicológicos y conductuales que surgen como consecuencia de experimentar o presenciar un evento atemorizante. Es menos probable que hayas escuchado sobre el crecimiento postraumático (PTG), en parte porque el término se acuñó hace solo unos cuantos años. Repasamos sus características y opciones de tratamiento.

A diferencia del PTSD, el PTG se relaciona con efectos positivos. Ciertamente, algunos pueden manifestar cambios positivos cuando se exponen a situaciones desafiantes durante alguna etapa de su desarrollo. El fenómeno aún se sigue estudiando, pero ya se conoce su impacto y algunos mecanismos que operan para su aparición. Veamos cuáles son y qué dicen los expertos.

Características del crecimiento postraumático

Se estima que hasta el 52,58 % de las personas desarrollan cambios positivos luego de una experiencia traumática. Los cambios son muy variados, pero casi siempre operan en el orden de un mayor aprecio por la vida, nuevas relaciones interpersonales, cambios espirituales o religiosos y nuevas posibilidades en la vida. También puede llevar a los afectados a participar en organizaciones benéficas, escribir libros o crear asociaciones de ayuda.

En términos generales, el crecimiento postraumático alude a los cambios psicológicos y conductuales favorables que una persona manifiesta luego de experimentar una situación o un evento atemorizante.

A menudo se cita el PTG como resiliencia, aunque no todos están de acuerdo en hacer la relación equidistante. Esto se debe a que para muchos primero se deben manifestar síntomas del PTSD antes de que el PTG se desarrolle, algo que no ocurre con frecuencia en la resiliencia.

Cuando se piensa en un evento traumático siempre se hace en relación con su aspecto negativo. Esto es, que como consecuencia suelen manifestarse trastornos emocionales, impotencia, estrés, miedo, angustia y frustración.

Si estas consecuencias son permanentes se dice que se está en presencia de PTSD. Cuando luego de un tiempo (días, semanas o meses) derivan en un cambio positivo se habla de crecimiento postraumático.

Téngase en cuenta que no toda situación de este tipo deriva en experiencias positivas con el tiempo. Como hemos visto la mitad de las personas suelen hacerlo, pero la otra mitad no.

En breve veremos todas las variables que median en el proceso, pero es importante destacar que el mecanismo detrás de él es muy complejo. También incide el grado de exposición al trauma: si es muy bajo será insuficiente, si es muy alto no se superarán fácilmente los síntomas del PTSD.

Causas del crecimiento postraumático

El crecimiento postraumático ocurre en la mitad de los casos
Luego de un proceso traumático, solo las personas que reúnan una serie de características son capaces de experimentar el crecimiento.

Aunque los investigadores señalan que tanto el crecimiento postraumático como el trastorno de estrés postraumático comparten algunos desencadenantes en común, lo cierto es que también cuentan con otros específicos que los distinguen.

Hay muchas teorías que han intentado dar cuenta de por qué algunos afectados utilizan los eventos traumáticos para potenciar un cambio positivo, de modo que no existe una sola explicación.

Algunos autores proponen lo que se llama teoría de valoración organísmica del crecimiento. Propone que existen tres posibles resultados de exponerse a un suceso desafortunado: asimilación, acomodación negativa y acomodación positiva.

El crecimiento postraumático es una consecuencia de la acomodación positiva, la cual se logra en parte por el apoyo social y del círculo íntimo. De acuerdo con los expertos las siguientes variables entran en juego:

  • Creencias religiosas.
  • Reinterpretaciones positivas de los hechos.
  • La capacidad de control de la situación a posterior.
  • El grado de amenaza o daño.
  • El afrontamiento centrado en el problema.
  • El grado de optimismo previo.

De igual modo, el género, la edad, el nivel socioeconómico, la educación y la presencia de trastornos psicológicos (ansiedad, depresión y demás) también inciden en su desarrollo. Por otro lado, los rasgos de la personalidad, la rapidez con la cual se logra una reintegración en el día a día y la versatilidad al momento de adaptarse al cambio también pueden tener un papel protagónico.

Síntomas del crecimiento postraumático

El crecimiento postraumático y la inteligencia emocional
Saber aprovechar las circunstancias negativas de la vida para obtener aprendizaje y salir adelante habla sobre inteligencia emocional.

De acuerdo con la Academia Americana de Psicología (APA) existen cinco áreas positivas bajo las cuales se manifiesta el crecimiento postraumático: apreciación de la vida, fortalecimiento de las relaciones con los demás, mayor fuerza personal, cambios en el orden espiritual y nuevas posibilidades en la vida.

Estos son los principales síntomas del crecimiento postraumático, aunque como ya hemos expuesto a este le antecede el trastornos de estrés postraumático.

Por tanto, las personas primero desarrollan uno y después el otro. Se deben presentar así los síntomas clásicos del PTSD: pesadillas recurrentes en relación con el evento, recordatorios constantes del episodio de desastre, sentimientos de frustración y angustia sobre la situación y ausencia de emociones positivas. Los signos de ansiedad, depresión y estrés también se presentan.

¿Qué hacer para experimentar este crecimiento de vida?

Reiteramos que el crecimiento postraumático se desarrolla después de experimentar el trastorno de estrés postraumático. Un alto porcentaje de la población lo desarrolla, aunque no todos. Estos últimos no están destinados solo a quedarse con los brazos cruzados, ya que hay muchas cosas que se pueden hacer al respecto. Lo mejor que se puede hacer es buscar asistencia psicológica.

Ciertamente, el trastorno es bien conocido en la psicología y está clasificado en los manuales de diagnóstico internacionales. Un profesional de la psicología cualificado puede abordarlo, y al hacerlo se puede dar pie a que se evolucione a una etapa de crecimiento. Las opciones de terapia más usadas en estos casos son las siguientes:

  • Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR).
  • Terapia centrada en la compasión (CFT).
  • Terapia cognitiva conductual centrada en el trauma (TF-CBT).

No solo se debe buscar ayuda con el ánimo de alcanzar el crecimiento positivo, sino también por hacer frente al episodio en sí mismo. En efecto, los síntomas de PTSD pueden impedir a una persona vivir en bienestar, e incluso pueden dar origen a trastornos más graves (como la depresión).

No te cohíbas entonces al momento de buscar ayuda profesional, el trastorno es muy tratable y al hacerlo existen muchas posibilidades de que se experimente el crecimiento postraumático.



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